(Zoro y Tashigi) One piece [Limón]

15 - Ellos simplemente

Horas después, esa tarde Zoro se encontraba dormido bajo uno de los árboles del barco.

-¡Zoro! ¿Dónde has estado todo este tiempo? -Preguntaba Nami furiosa, ya que no había sido de ayuda cuando el océano se había vuelto turbulento.

Zoro se veía agotado y no dejaba de bostezar.

-Por ahí.

-¿Por ahí haciendo qué?

-Por ahí durmiendo.

-Si has estado durmiendo tanto, ¿por qué parece que no has dormido en mucho tiempo?

-No tengo por qué dar tantas explicaciones.

En eso, Chopper se acercó al oírlos y dijo:

-¡Creí que habías estado entrenando, eso explicaría el agotamiento! -Exclamó intrigado Chopper. -¿Zoro, te encuentras bien? ¿No tienes otros síntomas?

-¿Qué? ¡Zoro, no es momento de que te enfermes! -Replicó Nami aún más enfurecida.

En ese momento, Luffy entró a la conversación.

-¿Enfermo quién? ¿Zoro?

-¡Ya es suficiente! Solo no he comido nada hoy, ¡eso es todo!

-¿Qué? ¿Nani? ¡Oye, Sanji! ¡Trae comida! Zoro está hambriento.

-¿Qué? Entonces que espere a la cena, se lo merece por no venir. Cuando digo que la comida ya...

-Sanji, hazlo. -Exclamó Nami.

-¡Hai, Nami-chan!

Minutos después, mientras Luffy comía acompañado de Zoro, Nami los regañaba sin parar. Lo cual era una situación disparatada para Tashigi, que los observaba desde lejos mientras acompañaba a Robin con café.

-¿Siempre son así de animados?

-Sí, eso lo hace divertido. -Dijo Robin con una leve risa.

Las horas pasaban y Tashigi se volvía cada vez más nerviosa. De repente, se perdió en sus pensamientos.

Estaba concentrada observando el acuario cuando, de repente, Nami entró. Parecía que había pescado un resfriado.

-Nami, ¿te encuentras bien? -Exclamó Tashigi.

-No te preocupes, seguro es leve. Iré a hablar con Chopper y me recostaré.

-Pero, ¿y el rumbo del barco?

-Franky se encargará por mí, no te preocupes.

El frío era notable y la noche ya estaba sobre ellos. Las palabras de Zoro fueron "nos vemos afuera esta noche". Pensaba Tashigi.

-¿Qué estaba pensando cuando acepté? Claro que no iré.

En ese momento, recordó cómo Zoro la presionaba contra la pared cuando no quiso soltarla.

Lentamente, Tashigi fue colocando sus manos entre sus piernas, buscando recrear aquella sensación que en ese momento sintió. Lentamente cerró sus ojos para volver de alguna manera a aquel momento, pero inmediatamente se detuvo y se levantó completamente avergonzada.

-¿Qué estoy haciendo? Debería estar pensando en mis subordinados y en cómo volver cuanto antes con ellos. Pero en ningún momento me he detenido a pensar en eso. ¿Por qué? Yo no soy así. Yo solo... una vez regrese podré enfocarme en mis deberes y nada más.

En ese momento, se quedó quieta mirando por la ventana algo que llamó su atención.

-¿Cuánto tiempo lleva allí?

No había duda, parecía que estaba allí desde hace varios minutos. Pero ella ni siquiera se había molestado en chequear. Rápidamente, apoyó su espalda contra la pared.

-Maldición, no puede ser, no puede ser, no puede ser.

Los nervios la presionaban cada vez más y había decidido no ir, pero empezó a cuestionarse.

-Qué estupidez, él está allí afuera esperándome con este frío y yo aquí como una tonta, pensará que soy una inmadura.

Sin pensar más, ella salió, haciendo notar su presencia ante los ojos de Zoro. Él se acercó y le dijo:

-Estaba empezando a imaginar que no vendrías.

-Jamás especificaste en qué momento de la noche.

-Pues cuando a ti te pareciera el mejor.

-¿Qué? -Tashigi parecía confundida. ¿Acaso él consideraba esperar indefinidamente hasta que ella viniera?

-Y qué habría pasado contigo si decidía no venir.

-¿Cómo que habría pasado? ¡Estás aquí!

-Baka ne. -Dijo mirando hacia abajo, enojada pero al mismo tiempo conmovida.

-Tú eres la tonta. Hace frío, ¿por qué saliste sin abrigarte?

-¿Eh? Es que... no tengo frío. -Exclamó, seguido de un fuerte estornudo.

Zoro claramente no le creyó y al mirar hacia arriba, observó el lugar donde él siempre suele entrenar.

-Sí, claro. De todas formas, vamos dentro. -Dijo alejándose, mientras le hacía señas para que lo siguiera.

Y ella lo siguió sin preámbulos.