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—Vaya, que dramático — mencionó algo convincente para después seguir viendo mi hoja de presentación

Él no volvió a decir nada, sólo miraba aquella carpeta.
Estaba muy nerviosa, no dejaba de mover mi pierna derecha y tampoco mis dedos.

Frunció el ceño para después cerrar la carpeta.

—Si no tiene alguna noticia el día de hoy, alguna llamada o algo, significa que no será contratada — comentó sin más

Me regaló una sonrisa más falsa que qué cosa para después pararse de su asiento y estirar su mano, apuntando a la puerta, específicamente

—Puede irse, señorita Barret

Asentí varias veces para después pararme de mi asiento.

—Eh bueno, muchas gracias por su tiempo, señor — dije con una leve sonrisa mientras abría la puerta

—Gracias a usted, que pase buen día

—Igualmente

Salí y rápidamente él había cerrado la puerta detrás de mi.

—Uy, que gruñón — susurré

Respiré ondo para después salir caminando de ahí, y al debido comportamiento de la secretaria, no le agradecí.

📞

—Ya salí

—¿y qué tal?

—Pues...bien — respondí mientras me movía

Estaba en el bus y como era de esperarse, era hora pico y por ende, había mucha gente.

—¿Pues bien?

—Tuve que contarle el por qué me habían despedido del banco

—No me digas

—Ese tipo no es nada menso, me analizó muy bien

—Haber si no piensa otra cosa

—No tiene por qué, yo núnca hice nada

—¿Algo bueno de todo ésto?

—Creo que no, dijo que si yo recibía noticias en el trascurso del día, no sería aceptada

📞

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—Perdóname Señor, pero es que todas son unas bobas — susurró el hombre de traje perfecto mientras veía las carpetas de las mujeres que habían ido a la entrevista

Pasaba una y una, y recordaba todas.
Obviamente lo hacía porque habían tenido un aspecto físico muy llamativo, él pensaba que sólo eso las ayudaría a encontrar trabajo ya que eran buenas para nada.

Él seguía viendo hasta que escuchó la puerta abrirse

—No, Selena, aún no tengo respuesta, ven más tarde — comentó algo fastidiado

Él pensaba que era su secretaria

—Selena ya se fue a comer — escuchó

Tom alzó la vista.

Suspiró para después recargarse en la silla.

—Clarissa, ¿qué haces aquí? — preguntó — ¿que no ves que estoy ocupado?

—Ya se te pasó la hora de comer y pensé que iríamos juntos — comentó serena mientras se acercaba hacia él

El estruendo de los tacones se oía en toda la oficina

Tom no tenía ganas de otra cosa y sabía que por algo iba Clarissa con él.

—Nos vemos en la noche — comentó para después mirar las carpetas — aún sigo buscando mi ayudante

—¿Nadie te convence?

—No, nadie en ésta carpeta me...— pausó

Tom quedó pensativo.

Rápidamente buscó en la carpeta que estaba hasta abajo.

Claro. Esa la había ignorado desde un inicio.

—Claro, ésta niña — susurró mientras volvía a ver sus documentos

—Hmmm

—No tengo tiempo para otras cosas, Clarissa — pausó — ¿te parece si llego a tu departamento ésta noche?

Ella rodó los ojos

—Como quieras — contestó de mala manera para después salir de su oficina

—Bien, al parecer usted es la indicada — comentó para después pararse de su asiento

La Caótica Vida De Melina |Tom Hardy|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora