La Caótica Vida De Melina |Tom Hardy|

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—¡Mami! — grité emocionada mientras me bajaba del carro

Mamá salía de la casa muy sonriente, nos abrazamos.

—Dios mío, te extrañé tanto mi bebé — murmuró — ya no te vuelvas a ir

—Ay mamá — dejé de abrazarla — ¿están los abuelos?

—Están en el patio, ve a darles la sorpresa

—¡Eh, tu maleta! — oí a Derek

—Déjala que vaya a saludar a sus abuelitos — oí a Ada regañarlo

Rodé los ojos, rápidamente la tomé, estaba algo pesaba pero finalmente pude tomarla, y como pude, entré a la casa.
La dejé ahí mismo en la sala, caminé hasta el gran patio, y los ví, parecían arreglar la mesa de afuera, ya que mes gustaba mucho comer al aire libre.

Salí al patio como si nada.

Miré a los abuelos, mi abuelito volteó y después miró a mi abuela para después mirarme de nuevo, pero ésta vez estaban sorprendidos.

La abuelo dejó de hacer lo que estaba haciendo para caminar a paso rápido hasta mi y abrazarme.

🌸 🌸 🌸

Estiré las manos.
Ya no había nada de sol, ya era de noche.
Si que había dormido bastante.

Alexander
¿Llegaste bien a tu hogar?

Ese mensaje me lo había dejado justamente horas antes.

Melina
Perdón, me quedé dormida todo el día, pero sí, todo bien
Melina
¿Siempre si te irás a Suecia con tus hermanos?

Suspiré para después dejar el teléfono en mi mesita de noche.

—¿Será que estaba enojado? — susurré

Recordé la cara de Tom, cuando me despedí, pude examinar su cara, algo le molestaba pero no parecía relajado.

Lo extrañaba un poco, lo admitía. Pero bueno, tan sólo serán dos semanas...¿qué malo podía pasar?

Me paré de la cama para después prender la luz, ya casi era la hora de la cena y la verdad tenía muchísima hambre.

Abrí mi maleta y saqué un pans y una playera para dormir.
Después, bajé al primer piso, oía voces.

Tal vez aún seguían conociendo a Ada, ya que era la primera vez que venía a Francia a conocer a nuestra familia.

—Hola dormilona — oí a mamá

—No pude dormir en el avión — reproché para después sentarme — ¿los abuelos?

—Es viernes, están en el pueblo con los demás

—No recordaba que también tenían sus planes — bostezé — ¿te gusta la casa Ada?

—Sí, es hermosa, deben disfrutarla mucho en verano

—Melina la disfruta tanto que no deja meter nadie a la piscina — reprochó Derek