La Caótica Vida De Melina |Tom Hardy|

13

—¿Que no tiene frío?

Fue lo segundo que oí decir de él.
Ni siquiera un hola o ¿cómo está?
Nada.

—Sí, y es por eso que ya me voy — respondí mientras miraba rápidamente al auto de Ada

Ella seguía en el auto, no la veía muy bien pero obviamente sé que nos veía

Él miró al lugar donde yo miré para después voltearme a ver.

—Ya me di cuenta — comentó sereno para después comerse ese dulce que al fin había sacado de su empaque — no sabía que usted era amiga de Clancy

—De hecho no, mi cuñada lo es

—¿Ada es su cuñada? — preguntó algo sorprendido

—Demasiadas cosas por hoy — sonreí levemente — adiós Jefe

Empezé a caminar hasta el auto de Ada, no se me ocurrió mirar en ningún momento.

—Y ¿esa pequeña escena? — preguntó coqueta Ada mientras se ponía el cinturón de seguridad

—¿De qué hablas? — pregunté confundida mientras imitaba su acción

—Sí, la del inicio, parecía una película de esas románticas

Empezé a reír

—No digas bobadas, Ada

—Bueno, sólo digo que cuando venías para acá, él no dejaba de mirarte

—Quizás sólo se sorprendió, es todo

Ada sólo negó con la cabeza para después reír.

Recuerdo que la pedida de mano había sido muy bonita, a pesar de que miraba en todos lados buscándolo, no lo hallaba.
La fiesta había terminado y Ada y yo ya teníamos frío y sueño, pero a mí antes me habían dado ganas de ir al baño. Ella se adelantó y yo me quedé. (No sin antes de despedirnos de los prometidos).
Después de salir del baño, salí de la casa y empezé a caminar por el jardín de enfrente, y antes de salir, yo había visto a alguien fumando, pero no me había dado cuenta de que era él porque tenía saco negro y no sé, sinceramente no lo había reconocido, quizás porque no veía muy bien.

—Melina — oí

Fruncí el ceño para después mirarlo.

Era él.

Paré en seco, él tenía un cigarro, y fumaba. No decía nada hasta que le dió una última calada y lo lanzó por ahí.
Después, metió sus manos a sus bolsillos y habló.

—¿Que no tiene frío?