La Caótica Vida De Melina |Tom Hardy|

15

Toqué varias veces pero no recibía respuesta alguna, y no podía pasar a la oficina si él no decía algo al respecto.

—Quizás aún no vuelve del desayuno - susurré

Me recargué en la pared con los brazos cruzados hasta que oí la puerta abrirse.

Alzé levemente una ceja

Ahora ya sabía el por qué no abría la oficina

Clarissa abrió la puerta, se veía molesta, quizás había interrumpido algo.

—Listo, ¿ya podrías dejar de tocar? — oí

Dejé de recargarme en la pared y descruzé mis brazos. No dije nada, sólo entré.
Quería ir directamente hacia mi habitación pero lo oí hablarme.

Paré en seco. No recordaba que tenía que llegar con él en cuanto terminara mi desayuno.

—¿Si? — respondí mientras me volteaba

No me acerqué a su escritorio

—Le dije que venga

Me acerqué un poco

Él me miró para después llevarse una mano a la cara.

—Usted me va a decir qué es lo que tiene, porque hoy la veo muy distraída y así no puede trabajar

—¿Qué es lo que necesita? — pregunté fastidiada

No es que me enojara trabajar pero por alguna extraña razón me sentía molesta con él.

Él solamente me entregó una hoja, yo la tomé y la miré.

—Sólo haga ese trabajo y puede irse — comentó serio para después volver a lo que hacia

Me voltié para después caminar hasta mi pequeña oficina.
Entré y cerré la puerta detrás de mi.

Respiré ondo

—¿Qué te sucede? ¿estás loca? — me susurré a mi misma mientras me dirigía a mi asiento

Dejé la hoja en el escritorio y abrí los archivos para hacer lo que me pedía.

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No sé cuánto tiempo había pasado pero había terminado.
Tomé las hojas que imprimí y caminé hasta la puerta.
Estaba por salir cuando oí otra vez a la boba de Clarissa.

—¿Si nos veremos más tarde en mi departamento? — oí

—Sí, sí, más tarde llego ahí pero ahorita no hablemos de eso — lo oí reprochar

—Ay, esa secretaria tuya ni siquiera escucha

Parpadié varias veces, me regresé a mi escritorio y tomé mis cosas, sólo le daría lo que me había pedido y me iría.