La Caótica Vida De Melina |Tom Hardy|

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—Tu escritorio será aquí — comentó mientras abría otra puerta que estaba dentro de su oficina

Era otro cuarto pequeño pero había suficiente espacio para hacer lo que tuviera que hacer.
Tenía una computadora, un escritorio, un pequeño sillón y una ventana que daba a la calle, no era grande pero me gustaba.

—Muy bien — lo miré para después sonreírle

—Venga en unos 5 minutos — comentó para después salir del cuarto

Él estaba casi enfrente de ahí, lo bueno que había puerta. Me daba pena que me viese o algo así.

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Había pasado una semana, Melina había demostrado que era buena para su trabajo, y a decir verdad, Tom no se había arrepentido de su decisión.

—¿Qué pasó? Clarissa — comentó sereno Tom mientras se recargaba en su silla

—¿Nos vamos? ya dan las 6 — comentó para después apuntar su reloj de muñeca

—Espera, Melina me dará algo que le pedí

—¿Quién?

—Melina, mi segunda secretaria

Clarissa cruzó los brazos para después sentarse.

Ella estaba nerviosa, no le gustaba cuando iba esa mujer, siempre que la había se sentía menos, en cualquier sentido, quizás más en el lado físico.

Tomó la hoja que mandó a imprimir, y se paró de su silla. Salió de la pequeña habitación.
Lo primero que vió fue ver a su jefe hablando con aquella mujer.

—Buenas tardes — saludó la chica — aquí está lo que me pidió

Tom chupaba de un dulce para después tomar la hoja, la analizó.

—Excelente, puede irse — sonrió muy levemente para después dejar la hoja en su escritorio

Melina sólo asintió para después regresar a la pequeña habitación.

Tom miró a Clarissa, ella veía a la otra chica.

—¿Qué? — cuestionó Tom mientras se paraba de la silla

Ella rió levemente

—Nada, es sólo que me da risa que contrates a personas que no saben el sentido de la moda

—De nada sirve que se vistan bien — respondió — ve el caso de tu amiga, se viste bien pero no sabe nada

—Con Paty no te metas