La Caótica Vida De Melina |Tom Hardy|

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En cuanto las puertas se habían cerrado, rápidamente lo solté

—Lo siento — comenté nerviosa mientras le acomodaba el saco — de verdad lo siento

—No, no te preocupes — sonrió levemente — es sólo que...me sorprendí, es todo

Suspiré

—¿Todo bien? luces nerviosa, parecía que huías de alguien — comentó risueño

Reí nerviosa

—Nada, nada, sólo huía del trabajo —mentí

—¿Del trabajo o de Tom?

Hice un leve sonido con mi garganta.

—¿Qué cosas dices? — reí levemente — en fin, ¿también ya te ibas?

—Sí, de hecho... — pausó para después llevar su dedo a mi barbilla — gracias por empujarme, alta hueva esperar al elevador

Reímos

Las puertas se abrieron, salimos al mimos tiempo y caminamos hasta la calle.

—Uf...que calor — reproché mientras sacudía mi suéter

—Tremendo suéter — comentó mientras me veía

Yo solamente rodé los ojos

—Bueno, me voy, tengo planes — comenté mientras alzaba mis dedos pulgares

—Nos vemos mañana, Melina — pausó mientras se guardaba sus manos en sus pantalones elegantes — que descanses

—Igualmente

Alzé la mano en señal de despedida, para después empezar a caminar en la dirección contraria.

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Alexander me caía muy bien, y no estaba segura pero creo que él tenía otras intenciones conmigo, ser más que amigos. Y bueno, lo admito, no era nada feo, para nada.

Pero seguía sin entender el por qué mi jefe aún seguía en mi mente. No podía sacarlo.
Y es por eso que últimamente andaba muy pensativa, y el problema es que no tenía a nadie que contarle; quizás Ada pero no tenía ni idea de cómo lo tomaría.

—Y así fue como acabé viniendo aquí

Abrí la boca algo sorprendida

—Te admiro — pausé — pero al parecer todo te fue de maravilla, valió la pena

—Fue difícil — me dió la razón — yo igual te admiro a tí, es decir, salir de tu lugar natal y vivir en otro lado...es de admirarse

Asentí

—Aun sigo tratando de adaptarme pero me siento bien con mi decisión