Until You Forget Me

Nos vemos en otra vida

Sé que debería estar sumamente feliz de saber que me voy a casar, debería pensar en un vestido y en donde será la ceremonia, incluso en que tipo de flores habrá, pero en lugar de eso, solo pienso en el futuro.

Sé que mi vida será muy fácil al lado de Cameron, tal vez su trabajo demande más atención cada día, pero, siempre sabe compensar esa ausencia, pero simplemente no entiendo como empezar una vida junto a él. Han pasado varios días y en esos días él ha estado viviendo conmigo, dormir con alguien a mi lado no es malo, al contrario, me encanta estar con él.

Mi alarma suena y al despertar, Cameron ya ha hecho el desayuno y está listo para irse, entro a la cocina y le sonrio, aun llevo puesta mi pijama y el cabello hecho un lío.

-Buenos días -le digo abrazándolo mientras termina de servir el desayuno. -Se ve rico.

-Espero te guste -dice rodando mis hombros con su brazo y besa mi cabello. -¿Mañana es tu desfile, verdad?

-Asi es, después es la fiesta -digo más animada. -¿Crees poder ir?

-Si, ya he arreglado mi agenda para estar ahí -dice sonriendo y nos sentamos a tomar el desayuno. -Nunca he ido a uno.

-Bueno, espere que este te guste -digo emocionada. -Asi como espero te gusten las fiestas.

-Me gustan, aunque no mucho -dice un poco apenado. -Pero estoy seguro que la tuya estará fantástica.

-Eso espero -digo nerviosa. -El pasado fue un éxito y espere este igual.

-Todo saldrá bien -dice tomando mi mano y dándole un apretón. -Me tengo que ir, tengo mucho trabajo hoy.

-No te apures, ve -le digo sonriendo. -¿Volverás aquí esta noche?

-¿Quieres que vuelva? -dice poniéndose de pie y sonríe.

-Si, me encantaría que volvieras.

-Entonces, nos vemos por la noche.

Asiento y me levanto, abrazo de nuevo a Cameron y él responde al instante a mi abrazo, se separa de mi un poco y me besa, es solo un beso inocente, pero muy especial. Cameron me sonríe y se va, me deja sola y creo que estoy bien con un poco de soledad.

Limpio la mesa y voy a cambiar mi ropa por una mas deportiva, hace unas semana no sé nada de Kath, es importante verla de vez en cuando, por lo que hoy hemos decidido salir e ir a una clase de pilates. Salgo de mi apartamento con actitud y siento emoción con la idea de decirle a mi mejor amiga que me casaré, claro ella será mi dama de honor, que ironía, ya estoy pensando como una novia.

Al llegar a nuestra clase, Kath parece más atractiva, ha teñido su cabello por un rojo vivo y usar lentes con ropa deportiva nunca se había visto tan bien, al verme me abraza y me sonrie.

-Chica, vayas semanas -dice sonriendo y comienza a estirar. -No tienes idea de lo que me paso.

-Dime -le digo con dificultad al estirar. -¿Ya encontraste al príncipe?

-No, solo bese muchos príncipes, ninguno valía la pena realmente -dice y cambia de tema. -¿Cómo vas con Cameron, de hecho?

-Muy bien, mucho -digo sonriendo y me siento tonta, pero es bueno. -Hemos avanzado mucho.

-¿Ya dejaste de lado al Señor Italia?

-Si, ya lo deje de lado -digo automáticamente. -Pero eso no es importante, tengo algo muy importante que contarte.

-¿Ah si? -dice mi amiga más agitada por el ejercicio.

-Las señoritas de atrás, ¿podrían poner atención? -dice la instructora pidiendo nuestra atención y me siento avergonzada.