Until You Forget Me

Vamos de rodeo

CAMERON

Desde el instante que vi a la chica de cabello cobrizo supe que tenía que intentarlo con ella, incluso que tenía que casarme con ella, mi mente me decía que no la dejara ir esa noche, pero simplemente desapareció, fue casi un milagro verla entrar al hospital, aunque no en las condiciones que me hubiera gustado, pero el reencuentro fue inevitable.

Me visto para la fiesta de inauguración de esta noche, hoy abren la nueva ala pediátrica del hospital y eso me hace muy feliz, las personas ricas al menos hacen bien con parte de su dinero y Amy es parte de ello. Su madre, Margot Sting con ayuda del hospital diseñaron y adecuaron el ala, lo que me da la impresión que es una gran arquitecta, aunque claro, el dinero viene de su padre, Quentin Sting. Cuando tuve el placer de conocer a alguien tan poderoso como lo es un hombre como él, debo reconocer que sentí miedo, ese hombre tiene una gran presencia y claro, mucho poder; nunca imagine que su hija fuera una rara combinación de ambos, Amy puede imponer poder y autoridad, pero es amable y hermosa como su madre.

Estos últimos cuatro meses simplemente no he podido pensar en nada más que no sea Amy Sting, que al parecer, no tiene ninguna intención de salir conmigo como una cita, sino que lo hace como si yo fuera su más querido amigo, lo que me molesta mucho, quiero ser más para ella, pero al parecer, alguien le ha roto el corazón o algo. Otra de las cosas que me atormenta, ¿Quién es Luka Bradamanti? No he podido conocer al hombre que hizo a Amy hablar ebria, mucho menos él que ella quería que la acompañará.

Escucharla decir que prefiere su compañía a la mía, dolió, pero no pienso presionarla a que me cuente todo, sino que espero poder ganarme su confianza, la sufiente para saber quien es Luka Bradamanti. No puedo creer que alguien a quien no conozco me este atormentando de tal manera, trato de no pensar en él cuando estoy con Amy, pero es inevitable suponer si ella sigue pensando en él, incluso cuando está conmigo.

Salgo de casa y voy al apartamento de Amy, le prometí recogerla y llevarla a la fiesta, ella al parecer ama esas celebraciones, siempre asiste. Espero por ella en el recibidor de su edificio, que es más elegante que el mio, claro que se trata de penthouses, Amy tiene muchos lujos sin siquiera verlo. Un ascensor termina su recorrido y de él sale Amy, usa un vestido rojo al cuerpo y sin tirantes, su cabello está peinado, es como ver al mismo diablo, mucha tentación a pecar.

-Hola -me dice sonriendo y besa mi mejilla. -Te ves muy bien de traje, por cierto.

-Creo que tú también lo harías -digo un poco nervioso de tenerla cerca. -Perdona, lo que quiero decir es que, esta noche estas hermosa, no es que nunca lo estés, siempre me has parecido divina.

-Tranquilo vaquero -dice sonriendo. -Aun falta el rodeo.

Asiento y me siento como un idiota, pero en lugar de decir algo más, nos encaminamos a mi no tan lujoso auto y subimos, Amy no dice nada y escoge la música, al parecer es algo que le gusta mucho, la observo cada que puedo, su perfil es muy bonito, su nariz no es totalmente recta, pero es pequeña.

-Lo que dijiste hace rato -me dice cuando le abro la puerta del auto cuando llegamos al evento. -Me pareció muy dulce de tu parte, muchos han dicho lo mismo, pero ninguno de una forma en que realmente me gustará.

-¿Soy un buen acompañante?

-No -dice negando con la cabeza y sonríe al ver mi expresión de decepción. -Eres una buena cita.

Siento alivio al escucharla y me atrevo a tomar su mano cuando entramos al hospital, muchos autos y cámaras están por el lugar, esperando que los Sting y los Henderson inagueren el ala, Amy camina con elegancia y saluda a varias personas, con unas me presenta como el doctor Cameron y con otras, como su cita, lo que me resulta raro. Muchas personas saludan a Amy con una sonrisa, todas al parecer la respetan.