Until You Forget Me

Epilogo

Me caso el 15 de agosto y es el día más especial para mi, desde que despierto mi madre y mi tía me ayudan a alistarme, lo hacen con cuidado y un estilista se encarga de mi después de que mi tía me hace comer a montones, tanto que temo que el vestido no cierre después. Luka y yo acordamos que nada de damas de honor ni padrinos, simplemente nosotros. Nuestra lista de invitados es muy pequeña, son al menos cincuenta personas, entre ellas Kath, que no se presentará, no después de lo que le he hecho a Cameron.

Encontré el vestido de mis sueños, es color perla y el corte es de sirena, tiene un corsé con encaje de flores que baja hasta la cadera y después se abren pliegues de tul en forma de remolino, formando la falda y cayendo hasta formar la cola del vestido, que es un poco corta, pero me gusta caminar sin arrastrar mucho el vestido. Las mangas son dos pequeñas tiras de encaje que cae de mis hombros hasta mis brazos. Al terminar de vestirme siento que estoy totalmente lista para casarme, podría ir ahora a la habitación de Luka y casarnos ya, por una razón, todas las tontas dudas que tenia y todo el miedo se ha ido, tengo todo lo que quiero.

-La novia está casi lista -dice mi madre acercándose con una cajita. -Veamos, tenemos algo viejo, es una pulsera que le pertenecía a mi madre, así que tenemos algo prestado y viejo, también tenemos algo azul, esto si es nuevo.

Mi madre me da un par de aretes con zafiros incrustados, me los pongo encantada y me doy cuenta que llevo mucha joyería, pero aun así, me coloco el último accesorio, una bella gargantilla de diamantes, aunque todas son una pieza diferente, van bien juntas.

-No tienes idea de lo feliz que estamos por ti -dice mi madre sonriendo y me da un abrazo. -Date vuelta, te pondré el velo.

Hago la que mi madre me ordena y atora una peineta con el velo en mi cabello, él cual solo tiene unas trenzas poco elaboradas, pero me quedan muy bien, me veo al espejo y en verdad parezco una novia y soy una muy feliz.

Mi tía Gabs nos lleva afuera de la habitación y comienza a dar órdenes, escucho que el novio ya salió y estamos preparados para mi salida. Volteo en busca de mi padre, al verlo veo algo en él que no sabía, está triste, pero no dice nada, solo toma mi mano y jala de mi, me abraza y suspira.

-Mereces toda la felicidad del mundo, no te conformes con menos.

Le sonrio a mi papá y siento ganas de llorar, él siempre me ha cuidado y consentido, lo amo y siempre voy a necesitar de mi padre, pero eso cambiará un poco, tengo a Luka maldito Bradamanti para hacerlo, para protegerme y amarme, es como si los lugares se cambiarán.

Mi padre me da un último abrazo antes de que la canción nupcial suene, por lo que salgo de la casa y vamos directo a la playa, hay una plataforma que evita que nos llenemos los pies de arena, veo a mi prometido del otro lado de esa misma plataforma usando un traje color azul claro y siento como a cada paso que doy, me enamoro de él, incluso hago una pequeña lista.

Su aroma a cigarrillos.
Sus labios sabor vino.
Sus fuertes manos.
Su precioso corazón.
Su forma de amarme.
Sus malditos ojos azules.

Cuando mi padre toma la mano de Luka, sé que no hay manera de detener lo que está por pasar y mejor aún, hay aprobación por parte de mi padre. Al tocar la calida mano de Luka no la vuelvo a soltar, se inclina hacia mi un poco y habla bajo.

-Eres un ángel -dice y sonrio.

Presto atención al padre que nos está casando, solo habla del amor y la unión de dos personas que se aman, me gustaría decir que es basura lo que dice, pero cuando comienzas a escuchar, comienzas a entender y madurar. La hora de los anillos llega y siento que voy a vomitar, tenemos que decir nuestros votos. Acordamos escribirlos nosotros, por lo que me sonrojo un poco, subo mi velo y al fin veo con claridad los ojos azules que amo.

-Amy Sting, prometo amarte, cuidarte y estar siempre a tu lado, perdonar tus errores y aprender de ellos -dice Luka viéndome fijamente y toma mi mano izquierda, sus dedos son los que colocan con ternura el anillo en mi dedo. -Te doy mi vida hoy y para siempre.

-Luka Bradamanti, prometo que te amare en tus peores momentos y sostendre tu mano cuando estés triste -digo colocando el anillo en su dedo de su mano izquierda. -Te amaré hasta que muera.

Luka solo me sonríe y pasamos al acepto, ambos lo decimos seguros y felices de estar casados, ahora soy la señora Bradamanti, soy la esposa del amor de mi vida, soy una mujer feliz y sé que Luka es muy feliz ahora, como mi abuela dijo, darle tiempo al tiempo mejoro todo, no hay nada que me separe de Luka, el día de mi boda es perfecto, en verdad es de mis días favoritos.

Ya no hay más que hacer o decir, simplemente es momento de vivir mi vida amando libremente a mi esposo y construir nuestro futuro, porque de eso se trata, disfrutar la vida junto a la persona amada.