Until You Forget Me

Me tenias que decir

CAMERON

Mi trabajo es muy demandante, en especial con mi tiempo, pero he sabido administrarlo de tal manera que me permita tener tiempo para mi y para Amy.

Estaba seguro de lo que haría, había repasado las palabras varias veces en mi mente, en verdad había planeado todo a la perfección, incluso imagine su respuesta, imagine tanto la negativa como la positiva. Estaba seguro de querer proponerle matrimonio a Amy, pero no lo estaba de su respuesta.

Una parte de mi, temía que me rechazara o que dijera que no me amaba, pero cuando ella lo dijo, supe que había hecho algo bien, había ganado su corazón, ese que creí solo le pertenecía a Luka Bradamanti.

Debo admitir que cuando lo conocí me sienti intimidado, había algo en él que me hacía sentir inseguro, me hacía dudar de sí Amy realmente quería estar a mi lado, en verdad tuve muchas inseguridades de lo que ella sentía por mi, pero cuando acepto casarse conmigo y me dijo que me amaba, no pude ser más feliz, ahora lo estoy y no puedo ocultarlo.

Mis colegas de trabajo mencionan el cambio para bien en mi y eso me agrada, el efecto del amor de Amy es evidente, no hay manera de dejarlo pasar.

Conduzco a su apartamento, donde claramente me está esperando, es tarde y sé que tal vez ya está dormida, pero que me haya pedido dormir con ella de nuevo se está volviendo en lo mejor de todo, no hay nada mejor que dormir al lado de la persona que amas.

Subo por el ascensor ansioso de regresar y ver Amy, el ascensor llega y salgo de él, a lo lejos veo a Amy en la mesa trabajar con varios papeles, pero al verme sonríe y es la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida, camino directamente a ella y solo me observa hacerlo, cuando estoy frente a ella me inclino y la beso, sin saludos ni nada, simplemente la beso, ella pasea su mano por mi cabeza y mi corto cabello.

-Tambien te extrañe -dice ella un poco egocéntrica y ruedo los ojos. -¿Cómo estuvo tu día?

-Bastante ocupado -le digo colocándome a sus espaldas y paseo mis manos por sus brazos. -Veo que el tuyo también, crei que ya habías terminado.

-No, tengo aun cosas que revisar -dice cansada. - Pero estoy por terminar.

-Ya veo -digo besando su cabeza. -Tienes los brazos fríos.

-Si, lo sé, desde hace un rato iba a ir por un suéter, pero me distraje.

-Yo te lo traigo -digo volviendo a besar su cabeza.-¿Alguna elección en particular?

-Lo que sea esta bien, muchas gracias.

-No es nada, cariño -digo y me retiro.

Camino por el apartamento hasta llegar al armario de Amy, es enorme y no entiendo para que necesita tanta ropa, tiene todo acomodado por secciones y colores, lo que me hace entrar en pánico, no tengo idea de que clase de prenda calida prefiera, veo unas chaquetas y abrigos, me acerco a esa sección, pero no creo que ese realmente la haga entrar en calor, por lo que cambio de sección y busco una sudadera, pero mi campo de vista parece ser atraído por algo más, es una prenda negra.

Me acerco de nuevo a la sección de chaquetas y veo una negra, la tomo y analizo, es muy grande para ser de Amy, es claramente una chaqueta de hombre, lo que hace mi curiosidad mayor, la veo y palpo los bolsillos, hasta que siento algo en uno de ellos, meto mi mano y saco lo que parecen tarjetas, pero cuando las veo bien, solo veo notas pequeñas, notas que das cuando regalas algo.

Hago lo más tonto de mi vida y leo las notas, al instante deseo no haberlo hecho.

"El daño no es nada comparado a cuanto te amo, no me cansare de pedirte perdón y demostrarte lo mucho que te puedo amar, gracias por entrar a mi vida