Capítulo veinticinco

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Helena/Valeria


Nuestro carrete fue intenso, duró lo que tuvo que durar y prontamente todos se fueron a dormir. Excepto Helena. Quién estaba ahí sentada en el sofá como esperando algo. Si las amigas de Valeria se fueron y Valeria se había ido a dormir. ¿Qué esperas Helena?

-¿Por qué no te has ido a acostar todavía, tú? -le dije a Helena.

-Henry, necesito hablar contigo -me dijo Helena-. Siéntate, por favor.

-Bueno, yo no tengo que acostarme todavía, así que espérame, iré por un par de whisky para que conversemos.

Serví las bebidas y brindamos.

-¡Salud! -dije.

-Salud -dijo Helena bebiéndose todo el trago-. Escucha, me iré de aquí...

-¡Qué! -dije atorándome con el alcohol-. No es posible.

-No me interrumpas Henry, cuando me calle hablas tú -dijo Helena muy enfadada-. Me iré a Arica. tengo donde estar allá y puedo seguir con mis planes. Tú sabes. El trafico de armas. Eso es lo mío. Vender yerba para mi es como un paseo en el parque. Tú me entiendes Henry.

A Helena la conocí en la escuela de detectives. Ella era como una infiltrada, igual que Isaac. Quería saber las técnicas de los detectives para poder aprender como evadirlos. Ella me confesó que siempre ha traficado armas. Hasta fabricaba escopetas caseras o popularmente conocidas como escopeta hechiza.

Ahora regresará a su hogar, porque Helena es de Arica. Esto no lo sabe Valeria. Me apena que Helena le mienta y de paso me hace ser cómplice. Porque Valeria es buena persona. Pero la verdad es que se espantaría si sabe toda la verdad sobre Helena.

-Vaya, vaya -dije-. No has cambiado nada. Nada. Pero te entiendo Elen. Yo mismo estoy guardando dinero para cuando llegue el momento de buscar a Mar y Sol. En su debido momento también me iré de aquí.

-Sí Henry -dijo Helena-. Mañana, o mejor dicho, en unas horas más sale el avión hacia Arica.

-Vamos a avisarle a la Vale, ahora.

-No, no podría despedirme de ella, por eso me iré en silencio. Iré a preparar mi maleta.

Helena me dejó con gusto a poco, yo se que había algo mas, pero no me lo quiere decir. No, a mi no me hace weon esta niñita. Ella estaba camino a su habitación a preparar la maleta y largarse de aquí sin dar las gracias, eso es feo. Yo no lo haría, después de todo Valeria ha sido un siete con nosotros. En fin, cada loco con su tema.

Me tiro al sofá y siento algo duro en mi trasero. Era el teléfono de Helena.

-Mmm solo para asegurarme, pecaré de curioso.

Desbloquee el dispositivo y tenía notificaciones de un contacto llamado Amor. Decía que en una hora más la esperaba en un lugar muy cercano a donde vivimos, para irse juntos.

¡No se diga mas! Esta puta se esta yendo por amor, no está realmente pensando en su familia, aunque según la foto del hombre que se llamaba Amor. Era medio flaite. Con esa facha deportiva, con cadenas plateadas, aros brillantes y gorra cubriendo su corte estilo sopaipillas. No gracias. Creo que así puedo definir a un flaite para quien no sepa que significa.

Con esto me queda claro que Helena no mentía en que quiere seguir con su negocio de armas. Pero mintió al decirme que se va para Arica por motivos familiares. Quizá si se va a vivir a esa casa fea de aspecto olvidado, donde ella creció. Pero se va con el hombre y van a hacer su negocio juntos, en esta misma ciudad. Maldita. Nos abandonó por un hombre. Estoy tan enojado con Helena que como castigo no me despediré de ella, me iré a "dormir" a mi habitación, hasta que se vaya Helena y me apoderaré de su habitación para dormir.

H I M (Henry, Ignacio, Mateo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora