H I M (Henry, Ignacio, Mateo)

Capítulo trece

Valdivia/Los Alemanes

(Ignacio en primera persona)

Acabamos de despedirnos de Mateo, espero que le vaya bien en Asunción. Allá tiene un trabajo asegurado, un novio, un techo. Toda una vida. Eso es lo que yo debo hacer ahora. Encontrar que hacer.

Con Henry caminamos a la Kombi y me dijo que ahora él manejaba. Entonces subimos y salimos del aeropuerto.

-Henry ¿Qué haremos ahora nosotros? -pregunté algo aterrado.

No tenía idea de que haríamos y eso me ponía nervioso. Como ansioso, me preocupaba el hecho de no tener un rumbo o un curso fijo.

-Tranquilo Nachito, ahora vamos a seguir al sur, solo manejaré a donde sea -respondió Henry.

-¡Vamos a Valdivia! Podremos vender lo que nos queda de weed en esas cajas -dije señalando la cama plegable.

-Podemos hacerlo -dijo Henry asintiendo con la cabeza-. Por cierto, el viaje a Valdivia será algo tedioso, con más razón ahora que es de día, nos demoraremos cinco horas aproximadamente.

-Que lata ¿Qué hora es? y ¿Cómo estamos de combustible?

-Es medio día y creo que debemos pasar a llenar el estanque antes -dijo Henry.

-¡Mira ahí hay una! -grité señalando la estación de bencina que estaba frente a nosotros.

Estacionamos ahí y pasé a comprar algunas provisiones. Cuando volví a la Kombi me subí atrás y me senté en la cama plegable que estaba en forma de sillón. Saco un paquete de una de las cajas que estaban detrás. Y busco mis implementos en mi equipaje. Para armar un caño. Luego oigo a Henry que abre la puerta y se sienta al volante.

-Este weon todavía no llega -murmura Henry.

-¡Estoy aquí atrás! Por si acaso -bramé.

-¡Chucha! -gritó Henry asustado-. Lo siento, bueno vamos.

Armé tranquilamente el caño y decidí dejar armados unos tres más.

Me acerqué a Henry desde atrás y comienzo a preguntarme como volver a sentarme adelante. Pero muevo una palanca y tiro el asiento del copiloto hacia atrás completamente. Luego me siento y vuelvo a ajustarlo.

-Bravo Nachito -dice Henry mirándome algo embobado.

-Eh... Henry, nos salimos de la carretera -dije horrorizado.

Henry reaccionó y volvió a recuperar el control. Dio un suspiro y nos largamos a reír, hasta que me puse serio y lo miré.

-Nunca más -dije negando con mi cabeza.

-Lo siento.

Nos fumamos el caño y tomábamos bebidas energéticas que había comprado. Estaba pegado en el entorno. No eran más que cerros y bosques de pino, alejándose del paisaje costero. Para romper el hielo encendí la radio y la señal era casi nula. No se podía oír nada. Pero seguí sintonizando y nítidamente se escuchaba una canción muy popular de Calvin Harris. Así que la dejé ahí. Pero esta estaba terminando y luego el locutor anuncia algo más "prendido"

Cuando empieza a sonar, identifico de inmediato la canción y doy un grito de felicidad. Era de Hardstyle y le subí al volumen y Henry me miraba.

-¿Qué sucede Henry? -pregunto.

-¿Te gusta el Hardstyle? -pregunta Henry asombrado.

-Sí, o sea me encanta, es mi vida -dije sonrojado.