El Maestro De Mi Hijo - KookMin

Capítulo 20 - La primera clase de piano

Jimin  se giró sobre su estomago intentando dormir sin lograrlo. Suspiró y miró su reloj. Había intentado descansar ese sábado pero eran las 7:30 de la mañana y ya no podía estar más tiempo en su cama aunque esta estuviese cómoda. La puerta la distrajo de sus pensamientos perezosos, así que, con pesar, se levantó de la cama sin molestarse en tomar su bata para cubrir su pijama, que consistía en un short pequeño y una blusa trasparente con la que generalmente mostraba su pecho. Los toques se hicieron más frecuentes por lo que rodó los ojos, seguramente sería Dahyun, así que grito antes de llegar a la puerta.

-¡Ya voy, Ya voy!- Abrió sin mirar quien era.

-Jimin yo...- Jimin abrió los ojos como platos y chillo antes de lanzar la puerta cerrándosela casi en la nariz a Jungkook ¿Qué hacia allí a esta hora en sábado? ¿Cómo sabia donde vive?

-¿Qué hace aquí señor Jeon?- Gruñó a través de la puerta

-Esto es estúpido ¿Por qué no abres la puerta y hablamos como dos personas normales?- Preguntó Jungkook desde el otro lado de la puerta. Esa mañana, cuando se levantó, no se imaginaba que se encontraría al maestro de su hijo, semidesnudo, abriéndole la puerta de su departamento y por todos los cielos que parecía un ángel caído del cielo.

-Estoy en pijama- Respondió Jimin aun con la puerta cerrada sonrojándose

-Sí, lo sé- Susurro Jungkook con la voz estrangulada y luego continuó:

-Ve a cambiarte y... voy a... voy a esperarte aquí- Jimin asintió como si Jungkook pudiera verlo pero luego recordó que no podía hacerlo, así que le respondió

-Bien-

-Bien- Corroboró Jungkook a su vez mientras apoyaba su frente en la puerta del departamento de Jimin, quién se giró sobre pies tan rápido que estuvo a punto de caerse. Maldijo en voz baja antes de correr a su habitación para buscar algo presentable que ponerse un sábado por la mañana.

Jimin abrió la puerta y le frunció el ceño a Jungkook diciendo:

-¿Ahora va a decirme que hace aquí?- Jungkook bufó y se invitó a pasar por sí solo. El departamento de Jimin era delicado y estaba ordenado a pesar de que él no pasara toda la semana en el. Había fotografías de las chicas a las que él recordaba como las gemelas y había fotografías de Jimin junto a Taemin, eran dos solamente, pero los dos parecían felices.

-¿Vas a dejar de hablarme de usted?- Preguntó Jungkook sin girarse hacia Jimin, quién le media cada uno de sus movimientos.

-¿Por qué tendría que hacerlo?- Respondió él con nerviosismo. Jungkook se giró y se le acercó, pero cuando se dio cuenta de lo que hacía retrocedió, volviendo a su lugar inicial. La cercanía con Jimin lo afectaba, al menos a él, y no iba negar que el maestro de su hijo le gustaba, y mucho.

-Porque nos besamos, porque frecuentas a mi familia, porque mi hijo te adora ¿Quieres que siga?- Jimin sintió un nudo en su garganta y negó metiendo las manos en la sudadera que se había puesto.

-Estoy aquí porque quiero saber si hablabas en serio con respecto a las clases privadas de piano- Comenzó Jungkook pero Jimin lo interrumpió:

-No dejaría que nadie más le enseñara a Jungwon, Jungkook, y lamento si te estoy sonando egoísta-

-No es egoísta- Dijo Jungkook volviendo la mirada hacia el departamento de nuevo.

-Lindo departamento- Murmuró enfocando su mirada en Jimin, quién se sonrojó y asintió antes de girarse a la cocina mientras decía:

-¿Un café?- Jungkook lo siguió y respondió mientras le veía el trasero a Jimin de nuevo -Dios esos jeans le favorecen mucho- pensó

-Un café estaría bien- Jimin hizo una mueca con su rostro y conecto la cafetera, comenzando su mañana de sábado de manera incómoda.