Rusia/ 1987 - Hace 26 Años.
-Este lugar es tétrico- Dijo una hermosa joven morena caminando tras una monja, quien se encogió de hombros despreocupadamente diciendo:
-Es una correccional de menores, señorita Cho- La hermosa mujer siguió caminando en silencio, con su maletín negro fuertemente agarrado a su mano, por el oscuro pasillo por el que era guiada. Olía a húmedo y las luces parpadeaban como si el lugar estuviese abandonado o fuera una casa embrujada.
-¿Dónde están todos los chicos?- Preguntó cuando la monja se detuvo frente a una puerta negra, gruesa. La monja sacó una llave y se giró.
-Señorita Cho, tras esta puerta están los próximos asesinos en serie, ladrones profesionales, estafadores y los mejores y más malos chicos de la sociedad rusa. ¿Está segura de querer continuar?- Shin Hye frunció el ceño y suspiró. Ella siempre fue profesional y amaba lo que hacía, así que asintió segura y la monja se giró para abrir la puerta negra. Había celdas oscuras, cerradas totalmente, con barrotes gruesos que llegaban hasta el techo. De concreto todo era gris. Allí y todo olía igual y hasta peor. El olor a humedad estaba por todas partes.
-Hay tres mocosos encerrados por celda y los que están al final son los más peligrosos. Algunos mataron a su madre y algunos robaron una tienda, pero todos, todos son delincuentes- Dijo la monja llamando a uno de los guardias que estaban en los pasillos de aquel oscuro lugar. El guardia asintió con cortesía hacia las dos mujeres y Shin Hye le dedico una sonrisa forzada.
-Guíala hacia la última celda Philp, la de Kim- El hombre asintió y le dio la espalda a Shin Hye, quien lo siguió. Todo estaba tan silencioso que le dio miedo, era anormal que en un lugar así reinara el silencio, más, y sobre todo, si había chicos problemáticos encerrados allí. El guardia se detuvo en la última celda y golpeó los barrotes con su porra, haciéndolos producir un ruido extraño.
-Kim, ha venido la psicóloga a verte- La celda estaba oscura, no se podía distinguir absolutamente nada, así que parecía estar vacía. Shin Hye escuchó un ruido y luego unos pasos. Un chico de unos 15 años salió de la oscuridad. Era alto, fornido y delgado, pero eso no fue lo que hizo retroceder a Shin Hye, no ella retrocedió cuando vio sus ojos negros, oscuros como su alma. Su pecho tenía un tatuaje al lado de su corazón con letras chinas y sus pies estaban encadenados.
-So... Soy Cho Shin Hye y seré tu psicóloga por las siguientes dos semanas- El chico le sonrió abiertamente y Shin Hye sintió escalofríos.
-No puedes ser mi psicóloga, me tienes miedo - Dijo este tomando una silla que Shin Hye no había visto y sentándose sin esperar que ella se sentara en una silla que el guardia había dejado tras ella. Los barrotes y más de cinco metros los separaban.
-Eres muy observador- Dijo Shin Hye tomando asiento también.
-¿No va a preguntarme que hice o porque estoy aquí?- Dijo el chico mirándola con atención. Shin Hye abrió el maletín que llevaba con ella y tomo de él un libro. Se levantó y camino con paso vacilante hasta los barrotes.
-Si es una biblia o un libro religioso no lo quiero- Dijo el chico casi gruñendo. Shin Hye se detuvo, luego suspiró y armándose de valor dio otro paso hasta llegar a los barrotes. Metió la mano en la que llevaba el libro y dijo.
-¿Has leído a Sherlock Holmes, Jong In?- El chico suspiró y se levantó. Caminó hasta los barrotes pero las cadenas se lo impidieron. Gruño golpeando el suelo y Shin Hye sonrió sin darse cuenta. Cuando el levantó la mirada y la vio sonriendo, por una vez en su vida, el sonrió también con sinceridad, sin malicia porque aquella mujer que le tenía miedo le había sonreído con sinceridad también.
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El Maestro De Mi Hijo - KookMin
FanfictionPark Jimin comienza un nuevo año en la academia de Bellas Artes y Talentos MC Coy, en donde descubre un pequeño que le roba el corazón, Jeon Jungwon. Jimin se da cuenta de lo maravilloso que es Jungwon y en un intento para acercarlo a su padre se en...