El Maestro De Mi Hijo - KookMin

Capítulo 51 - Necesidad de ti

Jimin miró el Big Ben sin realmente verlo. Eran las 2:00 de la madrugada y no había podido pegar el ojo en toda la noche, no luego de que su padrino le mostrara el sobre con todas aquellas imágenes de cómo estaba cuando fue llevado al hospital de Los Ángeles, de cómo se veía cuando Kai lo salvó. No, no podía dormir después de eso. Había creído verse mejor en ese entonces pero luego se recordó ¿Cómo las cicatrices que tenía en su espalda podían verse mejor como heridas? Cerró los ojos y pegó su frente al pasamanos intentando por todos los medios sanos olvidar los malos recuerdos, las pesadillas que no lo dejaban dormir de noche.

-¿Estás bien?- La voz de Jungkook lo hizo saltar asustado. Después de recuperar el aliento lo miró molesto antes de intentar relajarse un poco

-¿Necesitas algo?- Preguntó Jimin intentando pasar a su lado pero Jungkook fue rápido y lo detuvo, tomándole el brazo.

-Quiero hablar contigo- Dijo en un susurro. Jimin cerró los ojos y se soltó de su agarre rápidamente porque empezó a sentirse vulnerable.

- No tengo ganas de hablar, de verdad Jungkook. - Dijo Jimin intentando ignorar lo que Jungkook quería decirle, pero Jungkook lo detuvo. No pensaba dejar pasar más tiempo. Sabía por Siwon que se le había enseñado unas fotos, pero este no le había querido mostrárselas a él, diciendo que si Jimin quería decírselo, era cosa de él. Así que ya era hora de que él hablara.

-Quiero saber que fue lo que Irina te hizo- Jungkook se giró para ver a Jimin con las manos hechas puño, aun de espaldas.

-No- Susurró este, girándose para verlo.

-Sé que la audiencia es la próxima semana y tú estas incluido para dar testimonio. También sé que Siwon te ha enseñado las fotos que se incluirán en el proceso para evitar que testifiques frente a Irina - Argumentó Jungkook dando un paso hacia él y luego continuó:

-Quiero que me digas lo que pasó, Jimin. Necesitas desahogarte.

Jimin negó. Después se sentó en el sofá diciendo:

-Irina no me hizo nada que tu debas saber

-Voy a averiguarlo, me lo digas tú o no, al final lo sabré- Dijo Jungkook sentándose también. Jimin lo miró un momento antes de decir

-¿De qué te sirve saberlo? Esa mujer solo nos hizo mucho daño a todos y ha pasado mucho tiempo de eso. No creo que sea prudente recordarlo- Jungkook suspiró pesadamente. Jimin tenía parte de razón pero él quería saber. Además él necesitaba liberarse. Sabía que todavía le atormentaba mucho, sino no se hubiera puesto así cuando vio las fotos. Por lo que no hacía más que preguntarse ¿De qué manera lo había lastimado esa mujer? ¿Por qué Jimin no dormía?

-¿Tanto daño te hizo?- Preguntó en voz alta.

Jimin suspiró, harto de que Jungkook tocara una herida que, aunque en su espalda fueran cicatrices horribles, en su corazón aun estuvieran vivas. Se levantó del sofá y se giró. Cerró los ojos con fuerza antes de quitarse la playera color melón que llevaba puesto.

Jungkook se puso nervioso en cuanto lo vio darle la espalda y que comenzaba a quitarse la playera, haciendo que sus mejillas se vieran mas coloradas. Pero eso no fue lo que lo hizo jadear como si le hubiesen golpeado el estómago tan fuerte que lo hubieran dejado sin aire.

La espalda de Jimin estaba marcada por cicatrices largas, finas, que se unían unas con otras. Eran rosadas y resaltaban sobre su piel. Latigazos. Escuchó un sollozo que lo trajo de vuelta a la realidad y luego la voz rota de Jimin

-Querías saber que fue lo que Irina me hizo- Jimin lo encaró y Jungkook seguía mirándolo. Sus ojos estaban llenos de dolor, al igual que sus mejillas estaban llenas de lágrimas. Ahora sabia de que hablaba Irina cuando la confrontó. Jimin continuó.