El Maestro De Mi Hijo - KookMin

Capítulo 40 - Lágrimas de un padre y un hijo

Va buscando risas para no llorar,

Libertad para olvidarse de escapar.

Y ha creado con su vida una prisión,

Tratando de salvar,

A su corazón.

(Como tú y como yo. Sin bandera y Laura Paussini)

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Hay momentos en la vida, recuerdos, que nos lastiman. Ese eterno segundo que se queda dentro de nosotros, ese momento en el que das la vuelta en una habitación de hospital, dejando atrás cosas que valen la pena, personas por las que vale cada segundo luchar, personas por las que vives, aunque sea en el infierno.

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-Jimin- llamó Claire entrando a su oficina con varios papeles en sus manos. Jimin dejó su trabajo de lado.

-¿Pasa algo?- Claire asintió y sonrió

-Tengo una propuesta de una banda nueva de unos chicos para que Tv Talents los lance como artistas contemporáneos.

Jimin frunció el ceño. Hacía ya dos años que había tomado el mando de su empresa, buscando la forma correcta de olvidar sus traumas y sus problemas. Aunque lo había hecho un poco asustado al principio, por no querer dejar a su hija con sus tías. No era que no confiara en ellas, pero Jimin amaba cada momento que pasaba con su pequeña marcianita, eran momentos inolvidables por el entusiasmo y el amor con el que su pequeña lo miraba.

Desde el momento en el que tomó el mando de su empresa las cosas cambiaron. Él se convirtió en un joven empresario al que todos querían ver. Los medios de comunicación hablaban mucho del dueño de Tv Talents, ese que no habían visto nunca y del que solo sabían sus avances en ideas tecnológicas y las nuevas estrellas a las que lanzaba cada tanto, con vídeos originales que eran premiados y bien aceptados por el público.

-Déjame revisarla luego- Dijo Jimin pidiendo que dejara los papeles en su escritorio pero Claire no se acercó a su escritorio, ella solo se quedó allí parada, sin dejar de mirarlo directamente Jimin entendió que era importante. Cerró la página que el contador le había enviado con los estados de cuentas de la empresa y dijo:

-Anda acércate y déjame revisarlos, ¿Cómo se llaman los chicos?

-Hay uno en especial del que quería hablarte- Dijo Claire sonrojándose de una manera que se asustó a si misma.

Jimin nunca la había visto sonrojarse pero fue tan rápido que dudo haberla visto. Claire parecía nerviosa mientras extendía los papeles que llevaba en sus manos hacia ella junto a un CD. Jimin los tomó y sin dejar de mirarla levantó una ceja

-Park Jungwon- Dijo Claire.

Jimin se recostó en su silla. Su corazón dejo de latir y frunció el ceño, asombrado por lo que Claire acababa de decir. Abrió la carpeta y allí lo vio, su pequeño Mozart estaba allí junto a dos chicos a los que no reconoció, sonriendo, pero sus ojos estaban tristes y opacos.

-¿Por qué no me dijiste que tenías un hijo artista?- Dijo Claire sorprendiéndolo, sin dejar de mirarlo con curiosidad. Jimin sonrió, negó y susurró para sí mismo sintiéndose felizmente orgulloso

-Porque ni yo lo sabía.

Durante estos tres años, él no se había acercado a Jungwon por miedo. Miedo a su rechazo, miedo a que esa desquiciada estuviera pendiente de su niño. Si fuese así y él se acercaba, Lisa descubriría que seguía vivo y volvería por él. No podía permitirlo. Ahora no era solo él.