-¿Ha llamado usted a mi secretaria?- preguntó Choi Siwon a través de su teléfono, mientras veía su reloj rolex de oro. Era un regalo de sus hermosas y ya mayores hijas, contando, por supuesto, en el camino a su adorada y preciosa nieta, una adorable réplica de sus gemelas y bellas hijas.-Si- respondió tajante Jeon Jungkook a través del celular moderno que llevaba, mientras tecleaba en su computadora para no perder el logaritmo del nuevo programa que estaba creando, junto con Gu Ying, su socio de Japón.
-¿Nombre?- Oyó a Choi preguntar sin esperar o decir más, siempre era así. Choi había trabajado para él desde hace demasiado tiempo.
-Park Jimin-
Choi tenía en sus manos una libreta para anotar la información que Jeon Jungkook iba a darle a través del teléfono. Sin embargo la pluma se congeló antes de que tocara si quiera el papel. Jungkook casi nunca investigaba a nadie, pero cuando lo hacía siempre tenía razón de hacerlo. Siempre había, de alguna manera, algo extremadamente malo con aquella persona, pero en este caso, él sabia el origen de aquel apellido y aquel hermoso nombre de aquel niño al que su ex-esposa había enterrado en el internado más caro junto a sus hijas, una vez hace ya diez años, con tal de no hacerse cargo de ellos
-¿Lo tienes?- preguntó exasperado Jungkook. Había dicho el nombre del hombre que llevaba sin cesar en sus pensamientos y ahora se le ocurría a su mejor investigador quedarse callado. No estaba de humor para soportar las estupideces de nadie, mucho menos del anciano Choi, quién dejo sus pensamientos diciendo:
-Seré sincero Jungkook- Jungkook frunció el ceño por la manera de hablar de Siwon. Él nunca le hablaba así.
-Siempre he sido un hombre de honor- continuó Choi, buscando las palabras adecuadas para rechazar aquel trabajo
-Te he pedido que investigues hombres antes y no te has negado ¿Qué puede tener de diferente este?- dijo Jungkook interrumpiéndolo, más Choi continuó pensando en aquel chiquillo que había sido capaz de devolverle el amor de sus hijas, que había sido arrancado por una frívola y manipuladora mujer, como lo era Gianna, su ex esposa. Aquel niño solitario se las había devuelto y ahora se enorgullecía de decir que tenía a la mejor familia que pudiera tener, sus hijas, Jimin y su hermosa y admirable mujer, que era una parte importante de su familia.
-Sé quién es Park Jimin y es por eso que me niego a hacer el trabajo señor Jeon, con todo respeto...-
-¡NO!- Le grito Jungkook furioso -Tú trabajas para mí- le susurro dejando de lado su trabajo.
-Entonces renuncio- dijo Choi sin pensárselo dos veces. Él era un hombre de honor, así que al oír el silencio al lado contrario de la línea continuo:
-Tengo respeto por los pasados demasiado dolorosos y este es uno del cual no quiero recordar, porque me involucra y siempre he sido un hombre de palabra. Mi respeto por el apellido Park no es en ningún punto diferente del que tengo de la familia Jeon. Siento cualquier imprevisto. Ha sido un honor el trabajar para su familia Sr. Jeon-
-Respeto eso- dijo Jungkook suspirando. Antes de que Choi colgara continuó:
-No te obligare a nada, así que Choi, aún no te librarás de mi-
Sin decir más, Jungkook colgó su teléfono mientras analizaba las palabras de Choi "Respeto los pasados demasiado dolorosos". Eso solo significaba que aquella tristeza en los ojos de Jimin tenía nombre y apellido o quizás demasiadas razones por las cuales ocultarse. Sin duda, aquel hermoso y admirable hombre ocultaba algo extremadamente doloroso y esa quizás fuese su debilidad. Aquel pasado del que no podía saber nada y eso solo lo llenaba más de curiosidad. Él quería saber quién es Park Jimin y sin duda lo haría, aunque tuviese que averiguarlo por sí mismo.
ESTÁS LEYENDO
El Maestro De Mi Hijo - KookMin
أدب الهواةPark Jimin comienza un nuevo año en la academia de Bellas Artes y Talentos MC Coy, en donde descubre un pequeño que le roba el corazón, Jeon Jungwon. Jimin se da cuenta de lo maravilloso que es Jungwon y en un intento para acercarlo a su padre se en...