Capítulo 7

13 4 1
                                    

8 años después:

Me recogi el pelo en una coleta alta y abrí la sábana que estaba colgada en una simulación de una puerta y salí al salón cocina situado justo en frente. Miré la mesa redonda de madera vieja con tres taburetes de madera también sin respaldo, me entró mucha hambre al ver la tortilla francesa y un trozo de pan al lado para acompañar.
- Ya puedes desayunar cariño - me dijo tía Lucy sonriéndome mientras me sentaba y se escucha un chirrido.
- Oye esperadme no seáis madelucadas - dice Steve sonriendo de medio lado intentando peinarse el pelo negro pero eso era algo casi imposible.
- Eres tu él que te has dormido - le dije poniendo los ojos en blanco - Tengo que irme a trabajar al huerto dentro de media hora y tú me vas a acompañar la cosecha este mes ha sido buena y te contrataran hablé con ellos la semana pasada - le dije empezando a comer al mismo tiempo que tía Lucy.
- Tenía planeado ir a hacer deporte pero bueno puedo cancelar mis planes por ti - me responde giñandome un ojo.
- No seas así anda necesitamos el dinero para comer - dice Lucy levantandose y meter dos frutas dentro de nuestras mochilas con una botella de agua.
- Claro que iré lo decía de broma se cómo está el gobierno este año no entiendo que les pasa pero creo que ha habido algo que no nos quieren contar - dice él con la boca llena.
- Eres un guarro ¿ Puedes tragar y hablar ? - le dije en forma enfadada y con cara de asco. Él me miró sonrió se llenó la boca de comida y sacó la lengua enseñando la comida masticada y llena de babas - No seas así, deja de comportarte como un niño.
- Bueno deja de ser tan guapa y yo dejaré de comportarme como un niño - me dijo sonriendo aún más ya que sabía que me molestaba que dijera esas chorradas.
- Eres idiota - dije poniendo los ojos en blanco   - Venga termina ya que nos tenemos que ir.
- Si ya estoy listo - dice mientras cogia la mochila y se la ponía en su esvelta espalda.

Le observé un instante, ya no era un niño y sus facciones se habían echo más duras igual que su pelo y su color de piel morena. En cambio sus ojos parecía que se hacían más oscuros al pasar los años, era un chico alto mediría un metro ochenta y cinco y sus bracitos se habían convertido en unos llenos de músculos.
- ¿ Que miras tanto ? - me preguntó con el ceño fruncido mientras me tendía mi mochila.
- Tened cuidado chicos - nos dice
despidiéndose con un beso.

Salimos por la puerta de madera oscura y comenzamos a andar, aún no había salido el sol por lo tanto estaba oscuro y las calles estaban llenas de hombres tirados por el suelo y contenedores de basura llenos. No olía precisamente bien pero es lo que tenía estar en medio de la ciudad, andamos hacia la parada de el autobús repletas de botellas de alcohol. 
- Me gusta cuando en verano tu pelo tiene reflejos pelirrojos - me dice Steve mirándome atentamente con una sonrisa.
- Bueno yo lo vería un defecto no como una virtud - le respondí sentándome en uno de los asientos húmedos por la noche fría.
- Yo no lo veo como algo malo te queda bien y te hace diferente es algo que te hace ser tú y eso mola - me dijo sonriendo - Como también mola cuando el sol toca tu piel blanca - continua diciendo sin dejar de mirarme.
- No tardará mucho en llegar el bus - le dije ignorando sus cumplidos.
- No no lo creo - me dice dejándo de mirarme para dirigir su mirada hacia el frente con el ceño fruncido y fulminado con la mirada el suelo sucio. Estaba enfadado conmigo por ignorarle y cambiar de tema pero su forma de ser desde que nos conocimos era tan diferente que había veces que me abrumaba en cambio nuestro carácter fuerte nos hacía chocar bastante aún así no discutíamos el se quedaba callado como ahora sin decir nada hasta que se le pasaba en cambio yo era más explosiva y decia lo primero que se me pasaba por la cabeza.
- Hay veces que pienso que te vas a hartar de mi y me vas a dejar sola - le susurró exponiendome a él ya que no quería que se enfadara conmigo le tenía demasiado cariño habíamos pasado muchas cosas y era la única persona que me había estado ayudando a superar todo lo que había pasado y gracias a él las pesadillas fueron disminuyendo y mi comportamiento había cambiado bastante desde que estaba con él aunque había veces que volvía mi antiguo yo y la ira se apoderaba de mi.
- ¿ Crees enserio que te voy a dejar sola ? Hace muchos años que nos conocemos sabes perfectamente que no soy el tipo de tío que abandona a alguien por la cara. Te he dicho muchas veces que yo no soy él y al final se te cogé cariño borde - me dice mirándome con una sonrisa sin ningún atisbo de enfado - ¿ Quieres un abrazo ? - me pregunta levantándose de su asiento levantando los brazos.
- Sabes que no me gusta el contacto físico - le digo poniendo los ojos en blanco mirando hacia otro lado.

Los imperfectos: El Comienzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora