Llevaba la pistola escondida dentro del mono pero con la mano lista para coger alguno de mis cuchillos si fuera necesario, no podía utilizar el arma por el ruido pero si los cuchillos, me gusta sentir el contacto del metal afilado del cuchillo con un solo movimiento o lanzamiento puedes llevar a la otra persona a la muerte en menos de diez segundos. La mochila se la había dejado a los demás, no la podia llevar sería demasiado sospechoso que una camionera llevará toda su casa en una mochila por el edificio. La chica cuyo nombre es Nayara me había conseguido colar con su huella a la vez que pasaba ella además si eso no hubiera colado llevaba el permiso para ir al médico con esa tontería de la altura. Las cosas no iban según el plan pero no nos habían pillado y eso ya era un plus a nuestro favor y encima una chica de dentro se ofreció a ayudarnos porque probablemente conocía a la chica y al chico que siempre iban en este turno y al ver que no éramos... Pero bueno tenía la sensación de que esto va a salir bien pero no de la forma en la que tenemos pensada a un que siendo sinceros no sabíamos que nos íbamos a encontrar aquí dentro si teníamos una idea pero como le dije a Lambert las cosas cambian y si ven alguna fisura como por ejemplo que con una sola llave puedas pasar al otro lado pues las cosas se mejoran y se pone más seguridad como es el caso. Aunque para mí deberían de poner algún detector de huellas también en la entrada pero claro en cada sistema hay fisuras y supongo que esa era la fisura.
- El chico que puede salir es el hijo de unos de los militares más importantes - me dice pasando de largo por las oficinas ya que a estas horas de la noche no había casi nadie trabajando.
- Vaya, un niño de papá - le digo con una sonrisa - Esos son los mejores.
- Sí un poco niño de papa sí que es pero aún así no lo subestimes - me dice mientras caminaba con una sonrisa.
- Nunca lo haría - le digo muy seria mirando todo el rato a mi espalda.
- Oye no estés paranoica a estas horas no suele... - me dice y entonces escucho unos pasos a mi espalda pero yo no me di la vuelta solo miré como Judith de acercaba al hombre sin dejar de sonreír.- ¿Que estáis haciendo aquí chicas? - pregunta un trabajador curioso.
- Pues me dijeron que la tenía que llevar ante el jefe tienen que hablar con ella - le dice la chica con un falso entusiasmo.
Me doy yo también media vuelta disimuladamente para expresarle confianza pero no funcionó el hombre se acercó a uno de los despachos blancos y todos iguales.
- Bueno voy a llamar para comprobarlo el jefe ya se a ido a dormir - dice cogiendo una tablet que había en la mesa.
Lo miro como tecleaba en la tablet y al ver que Nayara no hacía nada me tocó actuar a mí, miro a mi alrededor para asegurarme de que no había nadie y saco uno de los cuchillos empuñandolo con fuerza notando la presión en la garganta, sabía que era cuestión de segundos que un holograma del jefe o de los guardias y nos viera. Veo que se pone de espaldas mirando en otra pantalla los números de la gente y los nombre ya que con solo decir el nombre ya estás llamando. La chica me mira en silencio con una media sonrisa ella sabía perfectamente que es lo que iba a hacer así que cuando estoy lo más cerca de él posible le envuelvo el cuello con uno de mis brazos mientras que con el otro le clavó la punta suavemente en la yugular.
- ¿A quien ibas a llamar? - le susurro mientras él dejaba la tablet en la mesa con cuidado - Ni se te ocurra tirarla o romperla - le digo ya que llevaba unos chips que en seguida llamaban a los militares ante una caída, estaban programados para eso era uno forma fácil de dar la alarma.
- Nadie - susurra con la voz temblorosa - Solo quería asegurarme pero ya todo bien.
- Claro que ahora va todo bien después de cagarla lección número uno no le des la espalda a nadie - le digo en forma amenazadora sin dejar de presionar el cuchillo - Sabes lo que tengo que hacer ahora ¿Verdad? - le susurro en el oído.
- Haré lo que quieras pero no lo hagas - me súplica pero algo no iba bien las alarmas de mi interior de activaron de repente.
- Tenemos que irnos de aquí ha enviado un mensaje al guardia de la puerta - me dice Judith escuchando los pasos.
- Y una vez más la curiosidad mató al gato - le digo antes de rasgarle le cuello y llevarme de toda su sangre. Lo tiro al suelo y salgo corriendo detrás de la chica siguiéndole por los pasillos laberínticos y ahora sé que sin ella no lo habríamos conseguido seguramente nos hubiéramos perdido por aquí dentro.
- Servirá de distracción un rato - me dice ella mientras jadeaba de cansancio.
Veo que un guardia se pone delante nuestra y sin pensarlo le lanzó el cuchillo dándole en el centro de la frente entre ceja y ceja, se cayó al suelo jadeando en silencio y cuando paso por su lado le saco el cuchillo con fuerza, nunca se debe perder ninguno si no hace falta.
- Aquí es - dice parándose en frente de una puerta de metal - Hay una sala de descanso seguramente alla alguien y después hay otra puerta donde se encuentra el despecho.
- Quedate aquí - le digo dándole mi pistola - Si viene alguien no dudes en disparar.
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Los imperfectos: El Comienzo
Science FictionUn mundo dividido por una muralla, a un lado los perfectos y al otro los imperfectos. Solo los que superen las tres pruebas conseguirán quedarse pero los que no se marcharán al otro lado de la muralla. Solo ahí algo seguro nadie es lo que parece y t...