Los imperfectos: El Comienzo

Capitulo 15

Estaba sentada en el sofá al lado de Daniel, la verdad es que me caía bien pero seguía sin fiarme de el.
- Creo que él es el asesino - le digo en un susurro analizando bien el actor de la película.
- ¿ Tú crees ? - me pregunta muy serio - Puede ser el perro de la dueña también.
- Que gracioso - le digo con una sonrisa y el me sonrió también.
Me quedo relajada mirando como la novia del sospechoso tenía una intensa conversación con su padre. Noto una mirada curiosa a la derecha y veo a Steve que me mira curioso y a la vez parecía como dolido.
- Veo que os lleváis bien me alegro - dice con un falso entusiasmo.
- Eso parece - dice Daniel sin dejar de sonreír - Pero tú eres su mejor amigo así que no te pongas así.
- No estoy de ninguna forma he dicho que me alegro y ya - dice muy serio sin dejar de mirar a Daniel y luego a mí - Es solo que me jode la verdad me jode que os llevéis tan bien y yo te conozco de hace años y me sigues tratando como a un imbécil.
- Eso no es así - le digo haciendo como si mirara la película pero no era así.
- ¿ A no ? Bueno está bien entiendo la indirecta - me dice muy enfadado dando un golpe en la puerta principal mientras salía.
- Tranquila se le pasará ¿ Lo has visto ? Está celoso - me dice Daniel sin darle importancia.

No quería ir detrás de él pero la verdad que me preocupaba y no quería que se enfadara conmigo era mi mejor amigo y probablemente la persona que más confiaba aunque no diera esas vibras y no sé lo demuestro nunca.
- Ahora vengo - le digo muy seria levantándome del sofà.
- Si, ves a hablar con él, dejar una discusión dure mucho tiempo no es bueno siempre hace que la gente se vuelva paranoico con sus cosas - me dice con una sonrisa.
Le devuelvo la sonrisa un poco tensa mientras salgo por la puerta y lo veo ahí mirando el amanecer naranja.

- Oye tú, que me caiga bien Daniel no significa que tú no - le digo acercándome a el.
- Aja - me dice poniendo los ojos en blanco dándome la espalda - ¿ Te gusta ?
- ¿Cómo? ¿Cómo me va a gustar una persona que acabo de conocer? - le digo sorprendida.
- Parecía que estabais coqueteando - me dice sin mirarme.
- No digas tonterías estábamos comentando la película - le digo acercándome a él.
- Ya y antes os he visto venir juntos del bosque - me dice muy serio sin ni mirarme a la cara aún.
- Sí, me fui y se ve que me siguió o me encontró - le dije mirándole sin saber si contarle lo que le había dicho o no.
- Ya - me dice como si no se lo acabara de creer.
- ¿Es que no me conoces o que? ¿Cómo me va a gustar?, no existe el amor a primera vista en todo caso me gustarías antes tú que él - le digo sin pensarlo y la frase se volvió a repetir en mi cabeza.
- Eso está bien saberlo - me dice sonriendo - Entonces no le deberías de hacer ilusiones.
- No le hago ningún tipo de ilusión somos amigos y ya - le digo poniendo los ojos en blanco - Y antes hablamos de ir a matar al rey.
- No me sorprende estás como una cabra y lo que más me da miedo es que lo dices de verdad y lo último que deseo es que te pase algo o hagas alguna locura - me dice poniéndose en frente mía.
- Al final tenías razón el asesino era él - dice Daniel detrás mía asustandome.
- Lo sabía - le respondo sin dejar de mirar a Steve que se giró hacia Daniel sonriendo.
- Odia no tener razón - dice chinchandome y entonces note un alivio al ver que ya no estaba enfadado conmigo.
- Chicos tenéis cena en la cocina para cuando queráis cenar - dice Lucy saliendo de la casa.
- Gracias - dice Daniel entrando a la casa bailando - Cenemos señores.
- Supongo - le digo entrando detrás de él.

Después de cenar me fui a mí habitación y me desnudé quedándome en ropa interior así que como no había echo ejercicio hoy empecé a hacer ejercicio durante una hora. Me duché y me cambié de ropa interior para luego ponerme la camisa y poner la ropa a lavar durante media hora y después en la secadora ya que no tenía mucha ropa para ponerme. De repente escuché unas voces fuera de mi habitación en el pasillo donde pude escuchar a a Steve hablando con dos chicas diferentes y otro hombre con la voz ronca. Estaban hablando sobre ir al pueblo pero era demasiado peligroso ya que el estaba en búsqueda y captura pero no era el único la mayoría de aquí estaba escapando o de la ley o de alguna mierda en la que estaban metidos aquí, aveces para sobrevivir tienes que meterte en cosas que no te gustaría simplemente para no dormir entre cajas de basura y muriéndose de hambre porque no tienes nada para llevarte a el estómago. Me quedé escuchando un buen rato hasta que escuche que se iban hacia la puerta principal ¿Porque se tenían que ir en medio de la noche si solo iban a por recursos? No lo pude evitar y salí de la habitación corriendo esperando poder alcanzarlo, el nunca se hubiera ido solo y mucho menos sin decirme nada. Llegué a la puerta y la abrí pegando un golpe en la pared, salí cegandome con la luz de los focos blancos del coche cuando pude empezar a ver corrí hacia el coche rasgandome mis pies descalzos por el suelo de piedras y ramas secas.
Vi como me miraba pero no dijo que parara si no todo lo contrario juraría que había dicho que acelerara al ver eso me quedé quieta en medio del camino maldiciendo entre dientes, di media vuelta y entre en la casa cerrando la puerta a mí espalda limpiándome las plantas de los pies. Intenté llegar a mí habitación de forma tranquila pero cuando llegue no pude evitar pegarle un puñetazo en la pared de mi habitación haciendo que se hicieran unas heridas que empezaron a sangrar. Me tumbé en la cama con el dolor agudo de los nudillos pero no me cure no quería hacerlo había algo que no me gustaba en todo esto ¿Que estaban tramando y que le pasaba a Steve? Tal vez siguiera enfadado conmigo o tal vez ya ni siquiera quiere ser mi amigo. El simple echo de pensarlo me entraban ganas de vomitar y el corazón se me encogía de tal forma que tenía que ponerme de lado para intentar que el dolor se me pasará, al ver que no soy ni la mejor amiga del mundo ni nada por el estilo pero pensé que el al menos me tendría cierto cariño incluso llegué a pensar que bueno que yo le gustaba o mejor dicho me gustaba él, de echo me acababa de dar cuenta de algo de lo que no me gustaba nada y era el echo de que no lo veía ni como un mejor amigo ni como un hermano lo veía como algo más y sentía algo más.

Estaba en la cocina desayunando sin hacer caso a nadie y todos parecían estar normal a pesar de que había dicho que Steve se había ido lo que me hizo comprender es que todos sabían lo que estaba pensando menos yo.
- ¿Que te ha pasado en la mano? - me pregunta África analizandola con la mirada.
- Nada - le digo escondiendola debajo de la mesa.
- Ven, te la voy a curar se te puede infectar y nadie quiere ver eso - me dice levantándose de la silla y yo la seguí sin decir nada, no tenía ninguna ganas de discutir con nadie ni siquiera tenía ganas de hablar.
- Esta es mi habitación - me dice haciendo que me sentara en su cama.
- Está bien - le respondo sin levantar la mirada.
- Te lo voy a desinfectar y te pondré una venda y para otra vez si quieres golpear algo me lo dices tenemos un saco de harina que utilizamos de saco de boxeo - me dice con una sonrisa curandome las heridas.
- Vale, lo haré - le digo notando el escozor de la herida.
- Oye, no te preocupes por él, estarán aquí enseguida - me dice poniéndome la venda.
- Aja - le digo sin darle importancia.
- Se que no nos caemos bien pero no estoy de acuerdo con que te dejen de lado sobre los planes que están haciendo - me dice en un susurro.
- Bueno ¿Qué planes? - le pregunto muy seria mirándole directamente a los ojos. La chica se levanta sin decir nada se asoma al pasillo asegurándose de que no había nadie y luego cierra la puerta sin hacer ruido.
- Mira lo que te voy a decir no se lo puedes contar a nadie y no culpes a Steve, él quería decírtelo pero no ha tenido tiempo para hacerlo en cuanto lo han avisado lo han mandado para el pueblo con los demás.
- No diré nada ni sospechará nada te lo prometo se guardar un secreto, igual no te sirve mi palabra pero te la doy igual.
- Confío en tu palabra se te ve una chica con dignidad y palabra. Mira, a él se lo dijeron ayer por la noche y no te lo quieren decir porque eres una persona muy impulsiva pero yo sé que tomarás la decisión adecuada con lo que te voy a decir. Están planeando colarse en la ciudad de los perfectos y hacer un atentado contra el rey, han ido al pueblo a hablar con una persona de traficante de armas, aquí tenemos pero nos faltan más balas y unos escudos protectores. Esto lo llevan planeando varios meses tienen ya por donde colarse y todo, han estado entrenando igual que yo y todos los que estamos aquí. Al principio no os iban a meter a vosotros pero luego pensaron que cuantos más mejor y mejor si una de ellas es la hija de una de las personas más importantes.
- Yo no os puedo colar en ningún lado ni podéis hacer chantaje conmigo mi padre me odia y no contaría hasta tres para ir a delatarme si me viera o algo por el estilo - le respondo en un susurro igual que me hablaba ella.
- El plan es que tú sabes sus puntos débiles jamás intentariamos hacer chantaje con un ser humano y menos yo.
- Si bueno se alguna cosa lo conozco tanto a él como al rey y el rey es fácil de manipular se cosas de él que no le gustaría que salieran a la luz créeme a echo cosas que ni te imaginas - le digo notando como me subía la adrenalina.
- Bueno pues para eso te quieren pero no te han contado precisamente por lo que te he dicho y no te enfades con Steve, él no te mentiria, además está colado por ti.
- Lo dudo pero es que me molesta que lo hayan puesto en peligro sin ninguna necesidad, ¿porque demonios tiene que ir él? - le digo enfadada.
- Pues porque tienen un poco de oro y sabe cómo manejar a la gente sin que nos resulte la compra muy alta ya que si tenemos dinero pero tampoco somos millonarios.
- Ya bueno, igual no me parece bien.
- ¿A ti te gusta? - me pregunta mirándome fijamente pero yo no pude así que miré al suelo poniéndome colorada - Yo no voy a decirle nada te lo prometo, yo he confiado en ti ahora te toca que confíes tú en mi.
- No se lo que siento realmente - le digo poniéndome cada vez más nerviosa - Pero puede ser que sí que sienta algo.