Capítulo 24

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Me quedé en silencio casi sin poder hablar, ni que decirle ya que yo sabía perfectamente lo que sentía y él me acababa de pedir que fuera su novia oficialmente algo que me gustaba escuchar, así también confirmamos lo que somos y no hay confusiones y el echo de ser algo oficial que no sea solo un lío me gustaba pero estaba demasiado nerviosa como para responderle.
- ¿Me has escuchado o se lo he preguntado a la pared? - me dice poniéndose cada vez más nervioso y entendía su nerviosismo - Mira, si no quieres me lo dices y te respeto a partir de ahora pero yo no puedo seguir así sin definir que somos, no me gusta estar en un limbo ya lo sabes muy bien y perdón si ha sido precipitado o algo pero ya no puedo seguir así - me dice con los ojos llorosos y si Steve era un chico muy sensible así que sabía que no lo estaba haciendo a propósito - Y si necesitas tiempo para pensarlo también lo entiendo y te dejaría tu espacio pero al menos respóndeme.
- No necesito tiempo para pensarlo y entiendo que quieras definirlo porque yo también estoy confusa con lo que éramos - le respondo también nerviosa.
- Creo que estás tan nerviosa o más que yo - me dice levantándose para sentarse a mi lado - Necesito un abrazo - me dice y sin pensarlo me doy media vuelta y le rodeó el cuello con mis brazos apoyando mi cabeza sobre su hombro mientras que él me rodeaba la cintura de forma cariñosa y me acariciaba la espalda.
- Como te decía claro que me gustaría ser tu novia - le susurró sin dejar de abrazarlo provocando que él se riera nerviosamente y me diera un achuchón aún más fuerte.

Me quedé dormida en mi cama después de cenar y de hablar un rato con Steve de la vida, de como llevamos un poco todo esto y llegamos a la conclusión de que no estábamos bien psicológicamente pero almenos las personas que nos importa estábamos juntos y nos hacíamos algo de apoyo moral. Noté como alguien se acercaba a mí y se sentaba en el borde de mi cama rozando mi espalda.
- Son las doce y media de la mañana dormilona - me dice Steve en un susurro inclinándose hacia mi.
No nos habíamos acostado tarde pero llevamos muchas horas de sueño de retraso, empecé a notar algo húmedo en mis mejillas, mi frente, la nariz... Sonreí al ver que eran sus labios que me daban besos tiernos y intenté abrir los ojos que los tenía a un pegados.
- Es que tenia mucho sueño - le digo moviéndome en la cama para ponerme enfrente suya tapándome la cara ya que no quería que me viera mi cara de sueño.
- No te tapes la cara anda, eres preciosa - me dice con una sonrisa mientras me hacía cosquillas.
- No me mientas - le digo mientras me reía y hacia que me destapara solo medio cuerpo porque solo llevaba una camiseta que para ser sincera no me venia muy larga por lo que tenía miedo que al dormir se me hubiera subido y se me viera todo.
- No te miento - me dice mientras me sentaba en la cama estirandome.
- Bueno, veo que te has duchado ya - le digo con una sonrisa divertida.
- Si y también he pedido el desayuno y ya quería despertarte porque te echaba de menos - dice sin dejar de sonreírme.
- Si ya veo me voy a duchar y guardo mi ropa, la que me lave ayer.
- Si quieres te la guardo yo ahora en un momento - me dice levantándose de la cama.
- No no, lo guardo yo - le digo poniéndome nerviosa ya que no quería que viera mi ropa interior.
- Bueno vale - me dice sonriendo - Aunque he vivido contigo desde que tenemos doce años he visto tu ropa ya.
- Pues no hace falta que lo veas una vez más - le digo levantándome, cogiendo mi mochila de mi armario y metiéndome en el baño antes de que dijera algo más.

Cuando terminé de hacer todo lo que tenía que hacer salí a desayunar con Steve que me estaba esperando impaciente.
- ¿Que me has pedido? - le pregunto sentándome en su cama que ya estaba echa y todo.
- Unas tostadas con tomate, jamón y queso, una manzana y un vaso de leche con cacao porque sé que no te gusta el café - me responde mientras el empezaba a comer con impaciencia - De verdad tengo tanta hambre.
- Tú siempre tienes hambre - le digo yo también comiendo con una sonrisa.
- Si bueno tienes razón - me dice - ¿Crees que estoy engordando?
- ¿Como? - le pregunto muy seria - No digas tonterías además si fuera así tampoco pasa nada en el mundo hay cuerpos de todo tipo y todos son geniales - le digo mientras comíamos los dos - Además tú estás bien cuadrado.
- Tienes razón estamos bien buenos - me dice con una sonrisa sin dejar de comer.
- ¿Como crees que estarán los demás? - le pregunto terminando de desayunar.
- Si no han venido ni hemos escuchado algo raro es que todo irá bien - me responde intentando relajarme.
- No sé hasta qué punto no haber escuchado nada es bueno - le digo levantándome de la cama - Creo que voy a ir a ver si están bien sobre todo tu tía, me parece muy raro que no viniera.
- Bueno si así te quedas más tranquila venga vamos - me dice levantándose también - Pero espera un segundo - me sigue diciendo mientras me cogía de la cintura y me atraía hacia él. Se acercó a mí sin soltarme de la cintura apoyando mi frente contra la suya.
- ¿Te puedo besar? - me susurra acercándose más a mí.
- No hace falta ni que me preguntes ya sabes la respuesta - le susurro yo acortando la distancia que nos separaba uniendo nuestros labios y dejándonos llevar por la intuición mientras nuestras respiraciones se entrecortaban. Steve deslizó las manos hacia mi rostro y me apretó más contra el deslizando su lengua en mi boca.
Me aparté de el para poder respirar bien y recuperar el aire.
- Me vuelves loco - me dice sin soltarme - No sé cómo lo haces pero vaya.
- Anda - le digo poniéndome nerviosa.
- Eres preciosa - me dice con una sonrisa acercándose a mí otra vez dándome un beso suave en los labios - Venga ya no te distraigo más, vamos.
- Si vamos - le digo siguiéndole hacia la puerta dejando de sentir su calor contra el mio y a un teniéndole tan cerca me sentía como si me faltará algo, el pareció notarlo también porque se colocó a mi lado y me rozo sus dedos contra los míos sintiendo otra vez su contacto.
- Tengo una sensación rara - le digo nerviosa notando como una sensación de que algo no iba bien.
- Tranquila, ahora veremos si todo va bien - me dice andando por el pasillo.
- ¿No crees que estoy loca? - le digo con el ceño fruncido concentrándome en el pasillo.
- Claro que no - me dice con una sonrisa - Si tienes una corazonada no soy yo nadie para decirte que no es así, yo también he tenido corazonadas y además que clase de novio sería si rebatiera todo lo que dices - me dice colocándose delante de mí de una forma protectora y entonces lo vi la puerta de la habitación de Lucy y la niña estaba entreabierta así que todas las alertas de mis músculos y mi cabeza se activaron al instante notando la adrenalina manteniéndome alerta.
- Gracias - le digo colocando mi mano en la espalda notando la pistola.
- No me las des preciosa - me dice el también colocando su mano en su cinturón - Entra detrás de mí - me dice empuñando la pistola mientras yo le imitaba.
- Bueno, pero ten cuidado - le susurró acercándome a la pared para que no nos vieran.

Nos miramos un segundo para tranquilizarnos que igual se habían dejado sin querer la puerta abierta a un que dudaba mucho que hubieran tomado tan poca precauciones así que algo tendría que ir mal a un que esperaba que no. Entramos los dos a la vez apuntando con la pistola hacia el interior y con lo que vi me quedé paralizada, estaba la niña con un cuchillo en la mano lleno de sangre con Lucy recogiendo sus cosas y las de ella con un charco de sangre muy grande en el suelo con el cuerpo inmóvil con los ojos abiertos inexpresivo de Amy con una raja en la yugular.
- ¿Que ha pasado? - dice Steve guardándose el arma.
- Entró aquí sin permiso y me amenazó con la pistola, Nana estaba en el baño así que no la vió, esperó a que estuviera de espaldas y la mató - dice Lucy saliendo al exterior - Era una traidora, nos vanos de aquí no estamos a salvo llevaba un radar así que no creo que tarden en venir cuando vean que no tiene constantes vitales. Nos vamos a ir en coche todos menos vosotros - nos dice mirándonos fijamente - No quiero más muertos y a los que buscan son a vosotros dos así que vais a ir a la vuestra.
- ¿Nos vas a dejar? - le pregunta Steve con los ojos llorosos - ¿Nos vas a abandonar como hace todo el mundo? ¿Enserio tía?
- No se trata de abandonar a nadie de trata de que no es seguro que nosotros vayamos con vosotros y viceversa, si nos pillan os pillan a vosotros también así que lo mejor es así - dice muy seria dirigiéndose hacia las habitaciones de los demás.
- Vete a la mierda, pensé que éramos familia pero veo que todos sois iguales - dice Steve con la voz llorosa mientras andaba detrás de ella y yo escuchaba desde la habitación cuando cómo la niña cogía su mochila como si no acabara de matar a alguien.
- No se trata de eso se trata de ser inteligentes - dice Lucy - Y la verdad me duele que digas eso cuando te acogí a ti y a una desconocida.
- Eres una egoísta eso eres, ¿ te pagaron por tenerme en tu casa o que? - le pregunta cada vez alzando más la voz así que salí de la habitación corrí hacia Steve colocándome en frente suya.
- Venga vámonos - le digo intentado que echara marcha atrás antes de que atacará a su tía.
- O claro a ti te importa una mierda ¿Sabes lo que me duele a mi todo esto? - me dice mirándome muy enfadado como si en cualquier momento fuera a pegarle a alguien pero yo no le tenía miedo sabía que no haría algo así.
- No digas eso, claro que me importa por eso mismo no quiero que hagas algo de lo que te puedas arrepentir luego se más que nadie como te debe de sentir esto pero sera mejor que nos vayamos si no nos quieren aquí ellos solos se lo han buscado, no es tu culpa es la de ellos nosotros no hemos echo nada malo - le digo colocando una mano en su torso haciendo que se separara un poco de su tía.
- Hazle caso total siempre has ido detrás de ella - dice Lucy cómo si lo estuviera haciendo a propósito para enfadarnos y debo decir que lo estaba haciendo muy bien - Siempre has sido su perro.
- No le hables así - le digo guirandome hacia ella notando como mi corazón empezaba a latir con fuerza.
- O claro ¿A mí también me vas a decir lo que tengo que hacer no te vale solo con manipularlo a él? - me dice en forma de superioridad.
- Él es lo bastante inteligente para saber lo que tiene que hacer y lo que no por él solo - le digo cada vez más enfadada.
- O vamos si parece tontito que no se entera de nada - dice ella provocando que le metiera un puñetazo en la nariz haciendo que empezará a chorrear sangre.
- Conmigo te puedes meter si quieres pero con él no - le digo dispuesta a volver a pegarle otro si es lo que buscaba.
- Vale - dice Steve detrás mía apartándome de su tía - Vamonos aquí no pintamos nada.
Me cogué de la cintura y me lleva a la habitación para ponerse al instante a recoger todo lo que era nuestro.
- A mi si me importas y yo no te manipulo - le digo coguiendo mi mochila.
- No me debes ninguna explicación se perfectamente como eres y lo que ha dicho es absurdo - me dice colocandose bien su mochila - Anda vámonos.
Salimos de la habitación nos metemos al ascensor en silencio cuando llegamos a la planta de arriba le devolvemos las llaves en sin decir nada a la recepcionista ya que no le teníamos que deber explicaciones ni nada por el estilo. Subimos las escaleras y abrimos la trampilla con fuerza para poder salir y que estaba dura.
- No tenemos las llaves del coche - le digo a Steve con el ceño fruncido.
- Bueno vayamos andando a la nada - me dice cogiéndome de la mano - Al menos estamos juntos ¿No? - me dice comenzando a andar hacia la nada.
- Si - le susurro sin rechistar.

Los imperfectos: El Comienzo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora