- Haber, es muy sencillo - dice Lambert mientras cogía un palo y se sentaba en el suelo junto a nosotros, dibujó con el palo de madera un edificio en forma de triángulo con dos cuadrados en cada punta de la piramide y una raya gruesa delante de los cuadrados - El recinto está cubierto por una vaya y solo pueden entrar trabajadores o guardias de seguridad con un coche y con una tarjeta que corresponde a cada persona - dice sellando la raya - Aquí y aquí te revisan y te dicen si tienes permiso para entrar - dice señalando los dos cuadrados - Por esta entrada es donde te dejan entrar con otra tarjeta de seguridad y como no, una huella dactilar - dice señalando la punta del triángulo - Vale y dentro tenemos la zona de seguridad de las oficinas y al otro lado tenemos donde van las visitas y pues donde traen la comida, los materiales... - dice señalando el interior - Y por último, pero por ello no menos importante, aquí hay una puerta que simplemente si la cruzas estás ya dentro de la ciudad, solo necesitaríamos la llave que la tiene el conserje, solo habría que tener suerte y encontrarlo pero una vez dentro solo hay dos salidas.
- Ya, pues no se que tiene de sencillo. ¿Como demonios vamos a entrar? - dice África poniéndose la mano en la cabeza.
- Tiene que haber alguna forma, nada es imposible - dice Steve pensativo.
- ¿Los guardias tienen horas de salida y de entrada? - les pregunto en un susurro.
- Si, pero no me sé cuáles son - dice Lambert aturdido.
- Eso es muy fácil de saberlo - dice Steve - Podemos observar durante un día, seguro que podemos sacar algún horario. ¿Por qué lo preguntas?
- Porqué si sabemos cuando entran, los podemos pillar en la carretera los dejamos inconscientes y entramos con su ropa y su tarjeta - les digo intentando que se me entendiera bien.
- Sí, pero ¿no sería mejor entrar en un camión? - pregunta Steve intentado colaborar.
- Si pillamos un camión pues mucho mejor - le respondo pensativa - Así no tendríamos que utilizar el tema huellas tampoco.
- Lo malo es que encontrar al señor de las llaves ya sería más complicado, tendríamos que entrar dentro, por la zona contraria - dice Lambert con el ceño fruncido.
- Si nos tenemos que cargar a alguien lo haremos - dice África sin prestarle mucha atención.
- ¿Es posible que haya turno de noche? Sería más conveniente entrar a esa hora - le pregunto interesada.
- Sí, seguro que hay un turno - dice Lambert confirmando mi teoría.
- Entonces podríamos ir a la carretera de tierra y esperar - les digo levantándome del suelo.
- Eso sí llegamos a tiempo - dice África mientras comenzamos todos a andar hacia nuestro destino siguiendo el muro.
- Llegaremos, un poco de ánimo hombre - dice Steve con una sonrisa.
- Mujer, soy mujer - dice en forma chistosa para calmar el ambiente.
- Perdón, entonces señora - dice Lambert poniendo los ojos en blanco.Llegamos a la carretera desde donde de lejos se podía ver el edificio, que la verdad era más grande de lo que pensaba, nos alejamos bastante siguiendo la carretera hasta que no se viera el edificio o las oficinas como sea que se llame.
- ¿Pillamos al primero que pase? - pregunta África - Por aquí solo pasa la gente que tiene que entrar.
- Yo esperaría a que se hiciera más de noche, tendremos más posibilidades - dice Steve recordando lo que había dicho ya antes.
- Podríamos comer algo, ya que estás mochilas los que vayan de conductor no sé si las volverán a ver - dice Lambert sentándose entre los árboles pero que se viera bien la carretera.
- Sí, comamos - dice África sacando su comida.Me senté yo también y cogí lo primero que vi, una lata de alubias, me las comí así tal cual frías, pero es lo que había no se podía hacer fuego, nunca se debe de hacer, almenos que sea cien por cien necesario. Empecé a comer con mi cuchara después de lavarla con un poco de agua de mi botella. Me lo comí rápidamente ya que estaba impaciente y a pesar de que no pasaba ningún coche tenía esperanza de que llegara uno más adelante ya que estaba anocheciendo y notaba cada vez más la presión.
- Oye chicos, ¿y si no pasa ningún coche está noche? - dice África apoyada en un árbol.
- Pasará, lo sé - les dije observando la carretera esperando a que pareciera dos focos de luces a lo lejos - Lo malo es si no es un camión.
- Yo me meto en el maletero no tengo ningún problema - dice Lambert riéndose.
- Claro, ¿te crees que no van a mirar lo que llevan en el maletero? - pregunta África poniendo los ojos en blanco.
- Entonces por esa regla de tres también van a mirar los camiones.
- Claro que lo van a mirar, pero tenéis más margen para esconderos - les digo ya con la voz normal ya que no me dolía nada y agradecí en silencio el remedio de Steve.
- Si, detrás de un pedazo de carne o detrás de unas cajas y ya está - dice Steve sonriendome por alguna razón que no entendía pero no voy a negar que me gusta.
- Claro, seguro tendré que ser yo - dice Lambert mirándonos con curiosidad.
- No - le digo apartando la mirada de Steve para concentrarme en el chico de piel morena - Nos pondremos dependiendo de como vaya y el género de los que vayan dentro.
- Ya - dice mirándome en la oscuridad.
- Bueno supongo que tiene sentido.
- Mirad - dice África señalando a la carretera hacia las luces.
- No son muy potentes ni muy altas así que debe de ser un coche - dice Steve atento.
- Igual no tendremos otra oportunidad - dice África sin dejar de mirar - Pero, si deberíamos de esperar.
- Pues si no es hoy es mañana y si no pues de día ya está si no tenemos oportunidad de ir por la noche - dice Lambert.
- Sí, tenemos que tener paciencia con prisa nunca va nada bien - dice Steve escondiéndose ya que el coche pasó a toda velocidad por nuestro lado pero sin poder vernos por la oscuridad.
- Y cuando venga, ¿que hacemos?, ¿como lo paramos? - dice África colocándose bien el pelo.
- Fácil - le digo rebuscando en mi mochila hasta encontrar lo que necesitaba - Me coloco en medio de la carretera y encenderé la linterna, enseguida se pararan.
- No creo que te atropellen, ¿no? - me dice Lambert cogiendo la linterna de mi mano - Ya lo hago yo.
- No me va a atropellar nadie - le respondo encarándome a él para coger mi linterna.
- Pues entonces, ¿que más da que lo haga yo? Ya has arriesgado la vida lo suficiente, ¿no te parece? Ya es hora de que alguien haga lo mismo - me dice mirándome fijamente.
- Deja que lo haga él si le hace ilusión - dice Steve dándole la razón.
- ¿Desde cuándo te preocupas por mi? - le digo acercandome de forma amenazadora.
- Seré idiota pero no insensible - me dice apartándose de mi - Lo haré yo y punto.
- Chicos, dejad de discutir, si al final nos llevaremos todos bien al fin y al cabo estamos todos en el mismo barco - dice África sonriendonos.
- Ya - le digo mirando a Lambert con el ceño fruncido, no me fiaba de él, ¿ y si tramaba algo? Me parecía muy raro que se hubiera ido junto a África para estar con nosotros, me lo esperaba de cualquier persona menos de él, la verdad, y que ahora de repente se preocupara por mi diciendo que ya me pongo bastante en peligro como para volverlo a hacer no sé, no me cuadraba su actitud conmigo no había sido precisamente buena.
- Luna, déjalo anda - me dice Steve antes de notar sus manos en mi cintura - No creo que valga la pena discutir por una tontería.
- Ya - le susurró y se me podía notar el enfado en la voz mientras Steve me acercaba a él para tranquilizarme.
- Ahora si que es un camión - dice África atenta a la carretera y efectivamente se podía ver la luz estaba vez más fuerte así que Lambert corrió hacia el medio de la carretera y encendió la linterna pagándola y encendiendola con la clave morse de socorro, sonrió, había sido inteligente. ¿Quién no se pararia con esa alerta? Me separo de Steve, saco la pistola y me coloco entre los árboles en la oscuridad. El camión se acercó muy lento y se paró delante del chico, pero no se bajaron si no que se quedaron dentro con la ventanilla cerrada muy inteligente de su parte pero no lo suficientemente.
- ¿Qué necesitas? - dice el hombre que iba conduciendo.Salgo de los árboles empuñando el arma en recto antes de que le respondiera Lambert haciéndole una señal a Steve para que fuera a la puerta contraria con África. El hombre no le dio tiempo a reaccionar antes de escuchar el disparo de advertencia que hice al disparar contra el suelo.
- Baja con las manos donde pueda verlas - le digo apuntándole en la cabeza desde la ventanilla.
- ¿Pero que es esto? - pregunta el hombre asustado con las manos colocadas en la cabeza.
- Te ha dicho que bajes - dice Lambert detrás de mí con su arma - Los dos.Los dos se bajan con las manos levantados con Steve y África cogiendola del brazo para llevarla al lado de su compañero de viaje.
- Lo que sea que es esto no va a funcionar - dice la chica muy nerviosa.
- Ya - le dice Steve y le da un golpe en la nuca con la pistola haciendo que se quedara inconsciente.
- Ya me encargo yo de ella - les digo mirando a África para que me ayudara.Yo la cogí de los brazos mientras que ella de las piernas y la llevamos hacía el interior del bosque.
- Nosotros nos encargamos de este - dice Lambert acercandose al hombre - Sabemos perfectamente lo que hay que hacer verdad, ¿verdad?
- Steve vigilalo - le digo en voz baja - No queremos muertos.
- Tranquila - me dice con una sonrisa tranquilizadora.África y yo nos la llevamos hacia el interior donde no se pudiera ver nada desde la carretera y empezamos a quitarle su uniforme para ponernos alguna de las dos.
- Mejor ve tú, se parece más a ti - me dice África con una sonrisa.
- Ya, que bien - le digo sarcásticamente - Como es un mono, no va a hacer falta quitarme la ropa de abajo asi que mejor.
- Si anda póntelo, yo la ato y le tapó la boca - me dice mientras me quitaba ya los zapatos y la mochila.Me coloco el mono de color azul con rayas verdes fosforitos a los lados seguramente para identificarlos, me venia un poco corto ya que yo era alta pero si estoy sentada no creo que se vea, total era algo sin importancia así que me cierro la cremallera de delante hasta el cuello, me vuelvo a colocar los zapatos y mi mochila, me agachó y cojo la tarjeta de entrada que llevaba colgada en el cuello y rebusco en los bolsillos para ver que tenía la otra tarjeta y efectivamente ahí estaba. Cogí también su gorra ya que aunque ella la llevará puesta hacia atrás yo me la coloque bien manchandone un poco la cara con el barro que llevaba ella en el mono me dejó el pelo suelto ya que la chica lo tenía castaño pero con la oscuridad no se veía bien si era negro o castaño así también me taparía la cara y con la gorra bien puesto.
- Los zapatos no hacen falta - le digo viendo cómo le tapaba bien la boca.
- Además ni te cabrían - dice riéndose.
- Que graciosa - le digo intentando estar sería pero se me escapó una sonrisa - Vamos estoy lista.
- Si yo también - me dice África caminando hacia la carretera de tierra ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Depende de la pregunta - le digo mirándole de reojo.
- ¿Steve y tú qué sois? - me pregunta mirándome fijamente en la oscuridad.
- Pues... - le respondo poniéndome colorada - Pues somos novios.
- O me alegro - dice algo triste pero no me dio tiempo a preguntarle que le pasaba.
- Ya estamos chicas, yo tengo las llaves - dice Lambert colocándose a mi lado - Conduzco yo, ¿no? - me pregunta, tenía sentido que fuera él ya que el conductor también era de piel oscura.
- Claro - le respondo mirando de reojo a África. ¿Que le pasaba? Se supone que se tendría que alegrar por nosotros.
- Oye ten cuidado, no hagas ninguna tontería - me dice Steve mientras ellos caminaban a la zona de atrás con Lambert para cerrarle desde fuera.
- Lo mismo te digo - le respondo intentando desviar la conversación de mi - Todo saldrá bien Steve.
- Ya - me dice vacilando un momento algo raro en él pero luego reaccionó y me dió un beso en la mejilla en forma de despedida.Me quedo quieta unos minutos apoyada en la rueda de el copiloto a que los demás se subieron en la zona de atrás.
- Vamos - dice Steve abriendo el camión - Cuantas posibilidades tenía de que el conductor fuese negro también.
- El destino - le digo subiendome, cerrando la puerta y poniéndome el cinturón a una que los que iban antes aquí no lo llevaban - Por cierto, ¿sabes conducir?
- ¿Acaso tienes dudas? - me pregunta arrancando el camión con una sonrisa.
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Los imperfectos: El Comienzo
Science FictionUn mundo dividido por una muralla, a un lado los perfectos y al otro los imperfectos. Solo los que superen las tres pruebas conseguirán quedarse pero los que no se marcharán al otro lado de la muralla. Solo ahí algo seguro nadie es lo que parece y t...