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Mulciber lentamente llevaba su taza de café mientras miraba de reojo a su amo, desde que había llegado a su mansión esa noche, se había quedado en un silencio, que incluso para Tom Marvolo Riddle, era extraño y nada habitual.

Hasta para su calculador y frio, señor, existía un limite de guardarse las cosas a estar mentalmente en otro lugar.

Los ojos castaños del joven se cruzaron con los ojos del infante que no se apartaba del lado izquierdo de su amo.

Un cachorro.

Fue lo primero que le vino a la mente.

Realmente estaba confundido, tanto que llego a pensar que quien estaba sentado en su sala quizás era Malfoy, que le estaba jugando una ridícula broma, pero no tentaría a su suerte no más.

Dado el casi fúnebre silencio de su amo, Mulciber aclaro su voz, llamando la atención del infante y con sumo cuidado se hinco a la altura del niño y la pregunta del millón de galeones fue hecha.

—¿Tienes la marca?

El niño suavemente ladeo la cabeza sin entender de que estaba hablando el castaño.

—¿La marca de la vacuna?, si, dolió mucho pero el señor militar dijo que ayudaría para que la radiación no me afectara y pues no me siento mal ¿y usted señor?

Percatándose de lo idiota que había sido su pregunta y sintiendo como sus mejillas pálidas se tornaba de un rojo carmesí, suavemente asintió restándole importancia.

—¿Entonces quien eres y que eres del señor?

La segunda pregunta de medio millón de galeones fue dicha e irónicamente su lord parecido volver a mundo de los vivos.

—Cierto, olvide preguntar.

Tom tomo el control de la charla.

—¿Cuál es tu nombre?

Los ojos castaños del niño no demoraron en iluminarse al notar la atención del pelinegro y rápidamente replico.

—Natanael, Natanael Adam Walker, sangre pura.

Aclaro.

Tom asintió mirando a otro lado, mientras sus pálidos y fríos dedos por fin tomaban la taza de café que estaba frente de él, no era novedad, ver al heredero solo ingerir alimentos fríos, era una manía que esta tenia, el verse y actuar como una serpiente.

Si Mulciber tuviera que describir a su amo seria así, una serpiente reina del frio, que podía pasar desapercibida, pero su imagen exterior era solo un disfraz para ocultar la terrible ponzoña letal de sus colmillos.

Una sola mordida de esta serpiente y terminabas muerto.

Con un suspiro su amo volvió su vista a ambos y replico.

—Mulciber, es Natanael Adam. Natanael Adam, es Mulciber. Seguro que serán grandes amigos y aprenderán muchas cosas juntos.

Mulciber asintió comprensivo ante el puesto de mentor que le era dado.

— Natanael, cuida del cretino de Mulciber y enséñale lo que sabes de pociones, posterior yo te enseñare también, pero es vital que cuides de ese tonto, esa es tu primera misión, aprendiz.

El niño asintió rápidamente, pero replico.

—¿No vas a probarme antes de hacerme el encargo?

El heredero no demoro en negar y los ojos de Mulciber casi se salieron de orbita.

—¿Mentiste?

Pregunto el de ojos y cabello oscuro y el niño negó, antes de que se pusiera a dar explicaciones de que tan bueno o que tanto sabia, Tom corto sus palabras.

//Cancelada//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora