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Adonis no pudo evitar reír sonoramente.

-No puede ser, Charly, ¿a quien le robaste el negocio ahora?

El joven de cabello oscuro y ojos azules, con mofa se seco las lagrimas falsas ante lo que sus ojos veían.

La persona que respondía al nombre de Charly solo le miro, mientras se cruzaba de brazos.

Jones, pensó que debajo de la mascara que ocultaba el ya conocido rostro de Charly, que muy probablemente en ese momento estuviera con los labios tensos en signo de amenaza de que en cualquier segundo escupiría un sinfín de palabras mal sonantes.

-No, Charly, no te atrevas.

Rogo el auror mientras observaba la oficina.

Charly suavemente rio y rodo los ojos.

-¿Qué quieres?

Fue al grano.

-Auch, Charly, ¿Por qué siempre eres así?

El auror llevo su mano al pecho en un intento fingido de simular dolor y molestia.

-Yo... todos siempre intentamos integrarte, pero tú de una u otra forma, siempre terminas rechazándonos, aún recuerdo en Ilvermorny, ni cuando éramos infantes, ni adolescentes permitiste que alguien se te acercara, siempre intentamos unirte al grupo, pero siempre estabas entre pilas de libros, luego en las pruebas de aurores, fuiste brillante...

-No fui brillante, soy brillante.

Charly interrumpió.

-Fuste la primera persona en hacer la prueba sola, sin equipo y saliste sin heridas.

Jones casi casi podía ver la enorme sonrisa de gato que ocultaba Charly tras la máscara, sabia cuanto amaba Charly que le alagaran.

-Y también la persona con un ego más grande que su trasero.

Charly no demoro en replicar.

-Yo no necesito ayuda, no hoy, ni nunca; soy más que brillante. Nadie, ni nada se compara con mi talento y habilidades, por algo estas aquí, ¿no es así?, a pesar de que años atrás te vendí junto a tu ridículo equipo a Grindelwald, a pesar de eso y todo lo que hemos vivido estas aquí, tras mi trasero egocéntrico, ¿Por qué será? Yo no actuó con falsas palabras, yo nunca viviría en la mediocridad de palabras bonitas, yo soy alguien de hechos, desde que nací hasta que llegue el día en que yo muera, daré todo de mi para demostrar mi grandeza y ni tu ni nadie impedirá que lo logre.

Jones rodo sus ojos azules y golpeo la mesa, cosa que no causo ningún efecto en Charly.

-¿Por qué lo hiciste?

Pregunto por fin, la pregunta que le carcomía, todos confiamos en ti, eras la cabeza del equipo...

-Grindelwald paga muy bien.

Replico con sorna, pero incluso el pudo notar un deje de remordimiento en su voz, le vio por unos minutos, mientras cruzaba sus piernas, tomando una posición más relajada.

-No me hagas reír, Charly, debió ofrecerte algo más jugoso.

Charly aplaudió como si tratara con un niño.

-¿Cómo crees que abrí mi negocio?

Replico alzando sus brazos como si fuera lo más obvio.

-Amenazando o asaltando al dueño.

-¡Excelente teoría!

Adonis negó y volvió al punto.

-Luego arreglaremos nuestros problemas personales, ahora el ministerio de magia necesita de tus habilidades.

//Cancelada//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora