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—¿Que me ve?, señor, ¿quiere más dinero?

Borgin suavemente rio y asintió.

—Si madame, me concede el honor.

—¿No se supone que era una salvaje?

El hombre mayor intento replicar para arreglar el error, pero la mujer le restó importancia.

—El trato es que no se meta en mi camino, de lo contrario, cosas malas suelen pasar.

La mujer replico mientras de su abrigo sacaba más dinero y de igual manera lo dejo caer al suelo y el hombre no demoro en hincarse para levantarlo.

—Solo permítame unos minutos con mi trabajador.

Sin decir nada, Morgana poso su atención en un collar maldito que reposaba sobre el mostrador y por primera vez noto la presencia del niño que se ocultaba en este, suavemente ladeo la cabeza para poco después mantenerle la mirada al niño.

—Cada vez los contratan más jóvenes... —Murmuro para sí misma.

Y sin cuidado se deslizo sobre el mostrador.

—¡Pero mira nada más que tenemos por aquí!

El niño trato de irse, pero ella lo impidió y con suavidad replico.

—No muerdo niños, así que relájate pequeño bebe.

El niño retrocedió y la chica sonrió de soslayo.

Por unos minutos ambos se quedaron quietos hasta que una sonrisa invadió el rostro de Morgana.

—Ahora todo tiene sentido, eres un niño de la guerra, los niños les encanta las canciones por lo que...

Con suavidad y una voz oscura replico cantando.

—Mambrú se fue a la guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena, Mambrú se fue a la guerra, no sé cuándo vendrá. Do-re-mí, do-re-fa, no sé cuándo vendrá.

—Vendrá para la Pascua, qué dolor, qué dolor, qué pena, vendrá para la Pascua, o por la Trinidad. Do-re-mí, do-re-fa, o por la Trinidad.

—La Trinidad se pasa, ¡qué dolor, qué dolor, qué pena!, la Trinidad se pasa, Mambrú no vuelve más. Por allí viene un paje, ¡qué dolor, qué dolor, ¡qué traje!, por allí viene un paje, ¿qué noticias traerá? Do-re-mí, do-re-fa, ¿qué noticias traerá?

—Las noticias que traigo, ¡del dolor, del dolor me caigo! las noticias que traigo son tristes de contar, Do-re-mí, do-re-fa, son tristes de contar.

Incomodo el niño se levantó del suelo e intento empujar a la mujer, pero esta se mantuvo firme y continuo.

—Que Mambrú ya se ha muerto, ¡qué dolor, qué dolor, qué entuerto!, que Mambrú ya se ha muerto, lo llevan a enterrar. Do-re-mí, do-re-fa, lo llevan a enterrar.

El suave sollozar del menor volvió a iniciar, pero eso no la detuvo.

—En caja de terciopelo, ¡qué dolor, qué dolor, qué duelo!, en caja de terciopelo, y tapa de cristal. Do-re-mí, do-re-fa, y topa el cristal.

—¡Tom!

El niño rogo, pero el jefe del joven aun lo mantenía ocupado.

—Y detrás de la tumba, ¡qué dolor, qué dolor, ¡qué turba!, y detrás de la tumba, tres pajaritos van. Do-re-mí, do-re-fa, tres pajaritos van.

—¡PARA!

Adam exigió, llamando la atención de los dos adultos, el señor Borgin, sin comprender por qué había un niño en su local se acercó y tomo a Adam del brazo.

—Estúpidos niñatos, supongo que tendré que darte una lección, es acaso que tus padres no te han dicho que no demás entrar a este tipo de lugares.

Tom se acercó y replico.

—Viene conmigo

—No le crea, señor, Tom es un mentiroso de mierda.

Los dos hombres y el menor forcejearon hasta que Tom exigió.

—Morgana, por dios, deja de jugar, armaste todo un teatro por las calles por Adam.

La chica se quedó pensativa y miro a la nada.

—¿Enserio?, no lo recuerdo... o sí.

La mujer rio en cuanto noto que el ceño de Riddle se veía arrugado por su molestia.

—Sí, es su vástago.

Tom llevo su mano a su cien y replico.

—No, no es mi hijo y deja de gritarlo a medio mundo.

—Que sinvergüenza eres, negando a tu propia sangre, eso es muy bajo y terminaras rompiendo tu relación con tu hijo, a nadie le gusta la idea de ser negado, mucho menos en público, ¿no se supone que eras listo?, ¿Qué no sabes que la infancia es la etapa donde se desarrollan las habilidades cognitivas esenciales en el humano? Por lo que el cuidado de un tutor atento y sabio es vital para el desarrollo. Así que ten los pantalones de aceptar a tu hijo.

—Es acaso que no sabes cuándo cerrar la boca, eres fastidiosa.

—Gracias, en verdad me esfuerzo por serlo.

Borgin arto de la estúpida discusión, salió del lugar tomando a Adam de la mano.

—Arréglense y por favor, por su niño, Tom, no hagas enojar a mujer.

—Ya cállese señor, que, aunque le cueste decirlo soy una señorita respetable, jamás me relacionaría con menudo idiota.

—Lo de respetable lo dudo...

—¿Quiere sentir el filo de mi tacón?

Llevando sus manos arriba el hombre mayor se rindió y salió, por fin estando solos Tom tomo el rol de entrevistador y pregunto

—¿Quién eres?, no puedo ver la magia que hayas usado para tomar la apariencia de la tonta de Haya.

—Soy Morgana Haya.

—No lo eres, Morgana es una estúpida, pero a pesar de eso es una dama, tu ni siquiera intentas mostrar modales.

—Nací el 24 de noviembre, Sagitario, mi color favorito es el rojo, amo las rosas rojas, fui a Hogwarts en Slytherin...

Replico mientras señalaba sus pulidos y resplandecientes tacones, pero no pudo terminar.

—Que básico es eso, ni siquiera has hecho bien tu trabajo.

Morgana rio y replico.

—Piensa lo que quieras, guapo. Ya sabemos que las personas con buena apariencia no saben usar el cerebro.

—¿Estas despechada por no tener una apariencia como la mía?

—Piensas eso solo porque denote lo evidente, ¿tan frágil es tu visión de ti mismo?

—¿Quién eres?

—Morgana.

—Eres pésima fingiendo ser ella, habla, Morgana no es así.

Replico mientras sacaba su varita a la par Morgana saco la suya.

—Esta discusión es ridícula, ¿qué edad tienes?, ¿Trece años?, te o explicare lo más claro que pueda. La gente normal, suele usar máscaras, una por cada situación por lo que ¿Qué tan seguro estas de conocer a la Morgana hija, estudiante, señorita, hermana, villana, heroína?

—Fingiré que te creo.

—Fingiré que me importa.

—De que quieres hablar "Morgana."

—Más bien vengo a exigir. Si de aquí en adelante me vez, te vas a alejar.

—Ni siquiera debes pedirlo, aléjate tú.

—Si algo como lo que paso hoy vuelve a pasar, te pateare el trasero.

—Adiós, intento de Morgana.

—Piérdete, idiota.

Sin siquiera voltear atrás la mujer salió del lugar.

Tom suspiro y sin espero a que su jefe volviera.

//Cancelada//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora