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Agitado y con violencia toco la enorme puerta de la mansión de los Malfoy.

El sudor suavemente corría por sus cienes y su respiración era complicada, Tom respiro profundamente intentando calmarse, pero no resulto, la carta que reposaba entre sus ropas le alteraba de sobremanera al recordar cada palabra.

Bleu se había atrevido a manchar y despreciar su linaje, aun más de lo que estaba, era totalmente consciente que su familia por idiotas, habían perdido su prestigio y todos sus bienes, convirtiéndose en la burla del mundo mágico, si ya de por si el hecho de que los Gaunt, fueran ignorados para formar parte de los 28 sagrados, el que fueran humillados para ser parodiados en muñecas para la diversión de vulgares muggles, era como ir a bailar en la tumba de Salazar Slytherin.

Por primera vez en años se sintió bien el ser mestizo y que no existieran registros de su parentesco, de lo contrario no sabría donde ocultar la cabeza por la vergüenza.

La puerta con suavidad fue abierta por el elfo domestico a cargo de la mansión y Tom sin esperar invitación entro.

—Llévame con tus amos.

Exigió, regulando su respiración, el elfo temeroso y conocedor del sadismo del mago asintió y guio el camino.

Las paredes oscuras junto a las ventanas del mismo tono, por fortuna lograban ocultar el tenue brillo carmín que regía sobre sus ojos.

Hacia tanto tiempo que no se enojaba, ni cuando el mismo Bleu, lo humillo dejándole inconsciente; pero esta vez había superado el límite.

Puede que el no tuviera aprecio por los idiotas de su familia, pero le debía a esa mujer que lo dio a luz lo que era.

Claro, esa mujer pudo haberlo hecho mejor, si tan solo se hubiera enamorado de otro mago de sangre pura o tan siquiera un mago, pero a pesar de haber ensuciado su sangre y condenarlo a llevar por sus venas despojos de sangre sucia, aun así, le daba las más sinceras gracias a la magia de sus venas es que el era tan poderoso y capaz.

El elfo abrió la enorme puerta de la sala de estar y con una ligera inclinación le invito a entrar y así lo hizo ante la atenta mirada de la pareja de rubios.

El patriarca de la familia Malfoy no demoro en levantarse para recibir al joven Riddle.

—Señor y señora Malfoy siempre es un encanto verlos de nuevo.

Con suavidad sonrió a la vez que con elegancia y falso respeto inclinaba su cabeza en un saludo.

La señora Malfoy rio complacida y su esposo le miro de manera aprobatoria.

—El gusto es nuestro, señor Riddle.

Replico el patriarca de los Malfoy, para acercarse al pelinegro y palmear con suavidad su espalda, en un gesto de aprobación.

—Abraxas, nos contó de tu interés en Lord Bleu y el teatro que está creando en el mundo muggle, por lo que te estábamos esperando.

—Realmente aprecio su consideración al permitirme venir y aun mas el poder ver dicho artefacto.

El Malfoy mayor asintió, restándole importancia y continuo.

—Mientras más gente capaz y que reconozca la importancia de la pureza de sangre y la desgracia que implica lord Bleu, vean esa muñeca, más rápido acabaremos con ese problema.

El hombre camino con elegancia al centro de la sala y con suavidad retiro una tela oscura que cubría la mesa.

Ante sus ojos, una caja de madera simple reposaba, Tom se acerco y mordió su lengua al ver que en la tapa de la caja una serpiente muerta se encontraba formando una "S", tal como en la casa de su familia materna.

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