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Capítulo 16:

El engaño piadoso, el arresto y el comandante de policía. 



-¡Levi! –Exclamó Erwin a la par que el pelinegro corría a poner seguro a la puerta y hacía por trabar la perilla con una silla de madera para así impedir el acceso de los policías que golpeaban insistentemente ordenándoles salir.- ¿Qué haces?

-¡Ganar tiempo!

-¿Tiempo? ¿De qué me sirve el maldito tiempo si aquí tengo toda la evidencia en tu contra? ¡O mejor dicho en mi contra! ¡No entiendo en qué momento me embarraste en algo cómo esto! Es que de verdad no lo digiero ¿Cuándo lo tomaste?

-¡Yo no lo tomé! ¡No sé qué hacía aquí! Pero dámelo y déjame salir a mí.

-¡¿Qué te deje salir a ti?!

-Fueron a mis acompañantes a quienes encontraron robando, tú puedes deslindarte de esto perfectamente, sólo dí que me encontraste también aquí para robar, así te librarás de toda complicidad.

Erwin quedó perplejo ¿Levi estaba dispuesto a hacer eso por él? 

-Levi yo no podría...

-Dame el collar Smith. –Extendió la mano, esperando que le fuera entregado objeto presuntamente robado.- esto es culpa mía y asumiré todas las consecuencias.

Se miraron en silencio, su desesperación aumentaba al escuchar los golpes en la puerta que pronto se percataron se volvieron patadas, la pobre silla no aguantaría mucho y en cualquier momento la chapa que de calidad sólo tenía la apariencia se iba a terminar deshaciendo.

-¡Última advertencia, vamos a tirar la puerta! –Escucharon desde afuera, y el sonido de un disparo que voló la perilla hizo reaccionar a Erwin, quién tomó del brazo a Levi y lo dirigió hasta la ventana.

-¡Levi salta! ¡No importa dónde, pero vamos a escondernos! 

El más bajo comprendió su plan y se dejó caer con toda confianza hasta la cubierta inferior, listo para huir junto a su acompañante, jadeó al sentir en las plantas de los pies el seco golpe de aquella caída en vertical de casi dos metros y miró hacia arriba esperando que quién lo había sacado de la habitación también saltara, pero Erwin... No saltó.

Desde el principio aquél había sido su plan, sacar a Levi del camarote y él quedarse adentro cómo el único culpable con las manos en la masa.

Levi quiso gritar, pero en vez de eso, tuvo que correr para perderse en la oscuridad pues un policía asomaba por la ventana de la que había salido.

El pelinegro huyó, dejando atrás a sus amigos y a la persona que había decidido tomar responsabilidad por él.



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-No lo puedo creer. –Nile no había dejado de repetir esas palabras, mientras caminaba por la habitación cómo lo hacía por los juzgados, con las manos detrás de la espalda, el mentón levantado con orgullo y desprendiendo aquél aire de superioridad al tener la certeza de que él tenía la razón.

A Erwin se le mantenía esposado contra la pared, quizás ejerciendo más fuerza de la debida en contra suya, entre dos policías lo sometían, mucho más bajos y flacuchos que él pero con todas las ganas de lucirse contra unos delincuentes frente a la gente de primera clase, cómo si su aprobación, cómo si gritándoles que se callaran cada que los lastimaban al estrujarlos y miraban de reojo hacía el abogado se les fuera a embarrar al menos un pedacito de su riqueza y estatus social.

-Nile por Dios, esto debe ser un mal entendido. –Habló Nanaba desde el pasillo mientras abrazaba a Marie todavía impresionada por todo lo que pasaba.- Conocemos a Erwin de toda la vida ¡No puedes hacerle esto a tu amigo!

Y pese a que fueran totalmente inútiles, las protestas de Nanaba reconfortaban plenamente a Erwin quién no había despegado su mirada del suelo en todo ese rato. 

-Y a todo esto ¿Qué estamos esperando para encerrarlos abajo dónde está la celda? –Cuestionó un policía de manera impaciente, sin embargo su respuesta llegó sola.

-Comandante de policía Hange Zoe. – Dijo una figura alta tras entrar, con un traje, sombrero y un largo abrigo dónde escondía la placa que le daba la máxima autoridad por encima de los dos oficiales presentes. Detrás suyo, le acompañaba otro oficial, quizás un poco más joven, pero parecía tan sensato cómo su superior.- ¡No puedo creerlo! –Exclamó de pronto.- ¡Es el escritor Erwin Smith! Moblit yo de verdad te dije que estaba en el barco, pero no había tenido la oportunidad de verlo ¡Soy un gran lector de todas sus novelas! ¡De haber sabido me hubiera traído más de dos! ¿Podría firmarme un par?

-¡Mi comandante! –Dijo su subordinado con impaciencia.- Me temo que el acusado de robo es el señor Erwin Smith.

-¿Eh? –De pronto bajó de su nube tras casi haber estado a punto de correr en busca de sus libros.- Pero que cosas... -Se llevó una mano a la cabeza y luego se ajustó las cuadradas y gruesas gafas.- Supongo que habrá que tomar la declaración. -Habló con un atisbo de decepción.

-Disculpe, comandante, pero mi declaración y la de mí prometida ya fue tomada.- Habló Nile sintiéndose de pronto desplazado al encontrarse con alguien más arriba suyo jerárquicamente hablando.- Lo siguiente que procedería sería enviarlos a encerrar y una vez en tierra firme, trasladarlos de manera temporal a prisión, en espera de juicio.

El comandante chasqueó la lengua y miró a Nile con frialdad.

-Estoy hablando de la declaración de los acusados, traigan a Magnolia y a Church, después seguirás tú, Smith, aquí hay demasiadas cosas que no me están cuadrando.

Erwin continuó en silencio, no podía decir la verdad, porque ni él la tenía del todo claro y porque la realidad apuntaba en su contra a toda costa, por lo que entendía que el único remedio ahora era seguir aquella mentira y transformarla a su favor.

Al menos Levi estaría en libertad al llegar a Nueva York... 



Holaa, estaba en clase y decidí escribir porque el resto de la tarde lo tendré lleno de tareas, espero que tengan un muy buen día, cómo siempre, vivo agradecida por todo el apoyo a la historia, ya veremos qué sorpresas nos traen los siguientes capítulos. 

Lover Boy // EruRi (Titanic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora