Lover Boy // EruRi (Titanic)

024

Capitulo 24:

Esto no se acaba aquí.

La muerte, aquél estado desconocido al que el hombre le puso rostro, una cara calaverica y atemorizante, acompañada de una capucha negra y una larga y afilada hoz, no hubo más remedio que caricaturizar lo que no se podría comprender jamás.

Para Erwin, la mayoría del tiempo la muerte significaba la nada, cómo quién cubre uno de sus ojos e intenta ver a través de él, una actividad tan adictiva como abrumante, ni siquiera hay oscuridad.

Aunque de vez en cuando pecaba de sobre pensar y preguntarse de tantas maneras ¿Qué había más allá?

La mente era extraña, pues mientras tenía todo el tiempo del mundo para vivir, le gustaba indagar y dar vueltas a la idea de ¿Qué pasaría cuando dejara de funcionar?

Pero justo en aquél momento, cuando parecía estar a punto de conocer qué había después de este mundo, Erwin sólo podía pensar en vivir, en cuestión de un segundo pensó con total claridad tantas cosas, pero sólo pudo llegar a una conclusión y es que, no estaba listo para morir.

-¡Toma mi mano! -Volvió a exigirle Levi, su voz era una mezcla de enojo y súplica, estaba desesperado.- ¡ERWIN TOMA MI MANO YA!

Con los brazos entumecidos y los dedos a punto de reventar, Erwin no entendió de dónde sacó fuerzas para poder tomar la mano de Levi y trepar hasta arriba, se golpeó al caer al suelo de la cubierta, pero aquél golpe se había sentido cómo volver a nacer, estaba vivo.

-¡¿Me quieres explicar qué demonios estabas pensando al saltar de ese bote?! -Su salvador no paraba de gritar enfurecido, pero el rubio apenas y escuchaba.

-Dale unos segundos. -Mike se acercó a ellos, tan aliviado por fuera cómo indignado y estupefacto por dentro.- ¿Erwin estás bien?

-Mis piernas son cómo dos gelatinas Mike. -Apuntó a las extremidades mencionadas cuyos temblores no paraban.

-Fuiste un idiota Smith. -Levi no dejaba de maldecir.

Pero no podía perder más tiempo, Erwin estaba bien y no había manera de devolverlo al bote, entonces no quedaba más remedio que aguardar a un siguiente barco, sólo que a ese, abordarían también Isabel y Furlan.

//

La joven no había dejado de llorar desconsolada, se desplazaba de un extremo a otro del camarote, el suelo de éste estaba repleto de pañuelos arrugados y ensangrentados.

-Furlan... No puedo detener el sangrado, tengo mucho miedo de lastimarte, por favor, busquemos a un doctor.

-¿A un doctor dices? ¿Y con qué dinero? Ya te dije que dejes esa idea, sólo quiero que me pare de sangrar la nariz porque estoy empezando a sentirme mareado.

-¿Y si está rota?

-¡Que no está rota, niña! La sangre es muy escandalosa nada más, ya cállate y pásame otro trozo de papel.

Isabel removió la pequeña caja sin éxito.

-Es que... Ya no hay pañuelos.

Furlan maldijo entre dientes e intentó no exagerar tanto con sus expresiones, pues el mínimo movimiento facial le significaba un insoportable dolor que a ese paso ya no podría esconder bien de Isabel.

-Entonces haz tiras de tela con alguna de mis camisas.

-Furlan déjame buscar a un doctor ya.

-¡Que no, deja de ser molesta!

Su discusión se vió interrumpida por un claro alboroto que acontecía en el estrecho pasillo, fuera lo que fuera que ocurría, no podía ser nada bueno.

//

-¡Levi! -Exclamó Erwin al percatarse de que el pelinegro estaba por marcharse.- Por favor, espera, permíteme acompañarte.

-¿Acompañarme? Tsk, ni siquiera puedes mantenerte de pie sin dejar de temblar ¿Para qué quieres acompañarme?

-¡Lo siento tanto Levi! Fuí un desconsiderado al obligarte a subir a ese barco sin tomar en cuenta que deseabas llevar contigo a tus amigos.

-No te disculpes Smith, ya no importa.

-Así que vuelvo a ser Smith, eh.

-Así te llamas ¿No?

-No, me llamo Erwin, tú sólo usas mi apellido para desplazarme, para hacer más evidente y abismal la distancia entre nosotros.

-No tengo tiempo para dramas.

-¡Ni yo tampoco! Déjame hacer algo bueno por tí, sin que desconfíes de mis intenciones, sin que dudes, sin que te alejes Levi, estoy cruzando el límite de la insistencia para terminar rogandote ¡Y estoy cansado de mendigar tu confianza!

-¿Cómo puedes seguir haciendo esto después de que te encarcelaran por mi culpa?

-¿Todavía te lo sigues preguntando? ¡Por Dios Levi he sido un libro abierto con lo que siento por tí!

-Yo no te he pedido que seas "Un libro abierto" conmigo, de hecho ¿Sabes qué? Odio leer. Odio tantas cosas de tí y tu mundo, pero sobre todo odio que esos no sean motivos suficientes para dejar de... -Calló en seco lo que estaba por decir.

-¿Dejar de que Levi? Dímelo, por favor, necesito que me lo digas.

Levi no pudo contener más sus palabras.

-¡Para dejar de amarte!

El silencio, aún y rodeados de gente, aún y en un naufragio pudo sentirse denso entre ambos, se sintió una pesadez por un instante, pero entonces hubo paz para los dos.

-Levi... -Erwin quiso tomar la mano del mencionado, no obstante, éste la apartó.

-Busquemos rápido a Isabel y Furlan.

Miró al rubio a los ojos y volvió a hablar.

-Por favor, acompáñame, Erwin.

//

Los pasajeros de tercera clase no habían tardado en notar que algo estaba mal y sus sospechas aumentaron al darse cuenta que la salida principal estaba bloqueada por dos oficiales de la policía americana.

Un par de hombres altos e imponentes, uno corpulento, con cabello y barba abundante y rubia, mientras que el otro era de complexión más delgada, de largo cabello castaño el cual se encontraba recogido y escondido debajo de una gorra.

-Muy bien. -Habló el primero con calma y cautela.- Pongan mucha atención, pues estoy por darles una serie de noticias poco agradables.

-¿Quién demonios es usted? -Cuestionó un hombre entre el montón de pasajeros apretujados en el estrecho pasillo.

-Mi nombre es Zeke Jaeger, comandante de la policía de Nueva York y junto a mi compañero y hermano Eren Jaeger, voy a ser el encargado de que hoy, en el naufragio del Titanic, los únicos sobrevivientes, sean aquellos que sí aportarán algo a la sociedad.

Vaya, vaya, nuevos personajes se suman a la acción.

Gracias por la paciencia y comprensión, esto todavía no termina. <3