Lover Boy // EruRi (Titanic)

013

Capitulo 13: 

Tapaderas.

El plan a ejecutar no era laborioso a grandes rasgos, sólo necesitaban la coordinación que siempre habían tenido y sobre todo, algo de suerte, suerte... ¿Estaba seguro de ello? Era un acto rápido, que además le garantizaría un buen futuro económico ¿Por qué estaba dudando tanto? En verdad era una oportunidad inigualable ¿Por qué sentía ese deseo o mejor dicho esa necesidad por decir a Furlan e Isabel que mejor cancelaran el robo?

Luego de tantos años sin hacerlo ¿Sería que le costaba robar otra vez? ¿Lo qué le invadía era el remordimiento? No, la realidad era que le daba igual tomar lo que no era suyo, aunque si que dependía un poco de a quién arrebataría el objeto o dinero, solía evitar robar a mujeres, a niños y a ancianos, era una regla personal que había conseguido meter en Furlan e Isabel también, si Nile Dok no era ninguna de esas cosas, sí tenia la facilidad de comprar una joya así y seguir manteniendo cómo si nada su posición económica no tenia motivos para sentirse mal ¡Además de ser un asco de tipo! ¿Cómo Erwin podía ser amigo de alguien así? ¿Cómo a su vez Smith podía ser amigo de Levi también?

Allí estaba el problema, Erwin. Erwin lo detenía por completo de realizar su fechoría, el sólo hecho de pensar que esa sería la última impresión que dejaría en él, a sus ojos se volvería el pobre diablo que lo engañó para robar a su amigo de la infancia.

Aún y con ese peso sobre la espalda, debía seguir con el plan, pronto estarían en Nueva York y Erwin Smith, sería sólo uno más de sus recuerdos.

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La tarde era cálida, el sol brillaba sobre el profundo azul del mar, ni una nube asomaba, que bellos habían sido aquellos días en el barco, aún y con poco tiempo abordo, se había perdido ligeramente la noción de cómo eran las cosas en tierra firme, al regresar a la normalidad todo se sentiría tan diferente por un par de días y después la costumbre se apoderaría de nuevo de las mentes de las personas y la cotidianeidad perdería su encanto y novedad otra vez.

Marie de pie en la cubierta de primera clase contemplaba el inmenso mar, sumergida en silencio, cómo era su costumbre en realidad. 

-¿Interrumpo tus pensamientos? –Le preguntó Erwin acercándose a ella.

-No, no son interesantes, por favor, interrúmpelos Erwin.

El rubio recargó los brazos sobre el barandal y miró con detenimiento a Marie.

-No te veo contenta Marie.

-¿De qué hablas?

-Bueno, estamos en el barco más grande del mundo, en la mejor clase, vistes un vestido que a cualquier mujer le encantaría llevar por lo menos 5 minutos de su vida, estamos a escasos días de una ciudad hermosa y prospera, en dónde te recuerdo vas a casarte y vivir con un prestigiado abogado.

-Erwin. –Lo interrumpió.- No te entiendo,

-Te veo infeliz.

-¡Mientes! Y no vuelvas a decir esas cosas, me meterás en un problema con Nile.

Guardaron silencio, Erwin sabía que estaba entrando en terreno peligroso, pero tenía que preguntar, tenía que hacerlo.

-¿Marie amas a Nile?

-¡Es mi prometido!

-Esa no es la respuesta que te estoy pidiendo ¿Lo amas o no?

-Él es bueno para mí.

-¿Bueno porqué tiene dinero? ¿O bueno porqué es hombre?

El rostro de Marie desencajó y se giró a mirar a Erwin llena de rabia ¿Por qué le hacía esa pregunta? ¿Cómo era que él sabía eso? ¿Por qué él sabía sobre ella?

-Marie, tú y yo somos iguales, la diferencia es que yo me estoy cansando de esconderlo.

-Yo no escondo nada.

-Te negaste a casarte conmigo porque sabías lo que soy, porque no querías ser una esposa tapadera pero Nile será eso contigo, un esposo tapadera, tú me rechazaste a mí porque amabas a alguien más, pero ese alguien más no era Nile, ni siquiera era un él. 

No podía creer lo que estaba escuchando salir de su boca, estaba sumergido en la desesperación, dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir lo que deseaba, no soportaba la sola idea de hacer lo mismo que Marie, de fingir llevar una vida "Normal" sólo porque eso era lo que debía hacer, no quería eso, le daba nauseas tan sólo pensarlo. 

-Marie, deja a Nile, cásate conmigo, yo no haré que nos acostemos, ni tampoco te pediré hijos, tu reputación cómo la mía estarán intactas y yo podré estar con él sin que me señalen el hecho de a mi edad todavía no haberme casado. 

-¿Hablas de Levi...?

Erwin sonrió.

-Veo que aunque estés callada siempre no te pierdes ni un solo detalle. –Tomó la mano de Marie y entrelazó sus dedos con los de ella.- Levi es cómo yo, pero no está dispuesto a demostrarlo, no quiero olvidarme de él, no quiero perderlo sólo porque lo nuestro esté mal ¿Me entiendes Marie? ¿Tú no hubieras hecho lo mismo de tener esa oportunidad? ¿De ser lo que eres libremente? Por favor, seamos si bien no felices,  menos infelices casándonos entre nosotros y sabiendo lo qué es el otro. 

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Nile se despidió de Mike tras juntos haber estado conversando de negocios y política en compañía de otros hombres, volvía con un agradable sabor de boca al haber quedado cómo el mayor conocedor y mejor critico de la situación del mundo actual, claro, ahora todos debían estar pensando en lo brillante que él era. Con la mirada buscaba a su mujer para alardear frente ella lo acontecido, aunque en opinión de Nile ella no entendería mucho de los temas que tocaría, cómo a todo el mundo, disfrutaba de ser escuchado sin ser cuestionado y para un hombre, no había mejor candidata para eso que una mujer. 

Sin embargo, su buen humor se rompió con lo que vio frente a sus ojos, Erwin sujetaba la mano de Marie, mientras cuchicheaban algo, la rabia desde luego lo invadió, pero aquél era el limite y Nile lo comprendió.

Pudo haber comprendido que Marie no deseaba estar con él, pero el ego y orgullo es a veces tan grande, que lo que su mente prefirió procesar, fue una idea, una idea para quitarse a Erwin Smith de encima por el resto de su vida.