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Capítulo 10:

La cena en primera clase, parte 1: Complicidad. 


"Levi, sé que nos has aclarado que no hemos subido a este barco para robar" Recordaba las palabras de Furlan "¿Pero qué tal si aquí se encuentra la solución a nuestras vidas?"

-Te ves bien. –Escuchó el pelinegro a sus espaldas.

Erwin había conseguido ropa que lo hiciera pasar cómo uno más durante la cena, pidió prestado un buen traje a uno de los jóvenes abordo cuyos padres conocía, sin embargo, pese a haberse esmerado en encontrar un tamaño adecuado de ropa, las prendas quedaban a Levi un par de tallas más grandes.

-Pues más o menos. -Musitó en respuesta y dio media vuelta para mirarlo de frente.- Escucha Smith, yo no sé de modales con cubiertos, ni de conversaciones refinadas, en el primer momento en que me sienta fuera de lugar o atacado por alguno de tus amiguitos, yo dejaré la mesa y me largaré.

Erwin esbozó una sonrisa.

-Acepto tus condiciones, Levi.

Juntos salieron con dirección al gran salón dónde se ubicaba el comedor, no obstante algo los detuvo en su camino.

-¡Erwin!

Canturreó una voz femenina, cabello corto y rubio, Levi la reconoció, aún más viendo que iba en compañía de esa otra mujer, la causante de que Nile hubiera gritado a Isabel, apretó los puños sin siquiera darse cuenta, estaba a la defensiva.

-Oh, veo que tienes compañía.

-Así es, él es Levi.

Ella sonrió y se acercó con entusiasmo.

-Encantada de conocerte Levi, mi nombre es Nanaba. -La rubia estrechó su mano e hizo un amable intercambió de besos en las mejillas, como gesto de cortesía, Levi se cohibió, jamás le habían parecido cómodas esas efusivas maneras de presentarse.- Oh, ella es Marie, es un poco tímida.

-Un placer, Levi. –La señorita imitó el gesto de Nanaba, aunque con menos entusiasmo y mayor suavidad, ni siquiera toco las mejillas de Levi, sólo dio un beso al aire cercano a estas. Al querer separarse, cayeron en cuenta de cómo un trozo de la tela colgante del vestido de Marie había terminado enganchada en uno de los botones del saco que Levi llevaba, intercambiaron miradas de pánico e incomodidad y cada uno se apartó con brusquedad pese a las insistencias de los dos rubios de no hacerlo.

Marie miró con desagrado como el bonito vestido había terminado rasgado por aquél descuido, Levi tartamudeó, esa prenda debía valer una maldita pequeña fortuna ¡Y él la había arruinado!

-Calma, calma. –Erwin intervino en seguida al entender cual era la preocupación de cada uno.- Dado que el tiempo no nos da para que vayas a cambiarte porque Nile puede volver a molestarse por tu impuntualidad, Marie, te tengo una breve solución. –Acto seguido se quitó el saco para ofrecérselo.- Póntelo sobre los hombros, ni siquiera se notará.

-Erwin tiene razón. –Animó Nanaba.- Él lleva un chaleco debajo, se seguirá viendo muy bien, además el saco no se te ve mal, explicaremos lo que pasó y en Nueva York cualquier costurera te arreglará eso sin problema, incluso podrías comprarte un vestido más lindo ¡Pero en fin! No perdamos más tiempo, caballeros, por favor sean amables y acompáñenos de la mano.

Nanaba estiró sus manos hacia Levi, quien ni siquiera se percató del contacto al presenciar como Erwin se alejaba, con Marie sujetada a su brazo y con su saco sobre los hombros.

Nile pareció no reaccionar escandalosamente por esa ocasión, aunque si que intercambió el saco de Erwin por el suyo para que su prometida llevara, Erwin no volvió a colocárselo y lo dejó descansando en el respaldo de su silla.

Pese a que el ambiente era totalmente distinto a lo que Levi estaba acostumbrado, Nanaba, Mike y Erwin parecían convertir aquella mesa en un buen lugar para estar, la rubia parecía llevar el hilo de la conversación tan ágilmente como lo hacían los hombres presentes, tanto así que en ocasiones Levi olvidaba que quién hacia tan complejos y brillantes comentarios era una mujer.

Desde luego que no era la primera ocasión en que veía a una siendo tan capaz cómo los de su sexo opuesto, pero Isabel era punto y aparte, una mocosa ruidosa, tosca y sucia por naturaleza, de no ser por Levi quien la hostigaba a llevar hábitos de limpieza y organización quién sabe que sería de ella.

-Oye Mike, una pregunta. –Intervino Nile a la conversación.- Mejor dicho, es un comentario de algo que en mi opinión todos hemos notado y es que ni siquiera con el matrimonio, Nanaba ha dejado de ser tan parlanchina, llevo 20 minutos aquí sentado y creo que ella ha hablado 21 seguidos.- Los presentes rieron por lo bajo y Nile en sus adentros se engrandeció con aquella atención.

Nanaba sonrió de lado e hizo su silla un poco más hacia el frente para imponerse ante Nile.

-Supongo que puedo intervenir y responder yo en lugar de Mike, ya que fui nombrada directamente en tus palabras, en contraste tuyo que te metiste dónde absolutamente nadie te estaba llamando.

El ambiente pareció cambiar de juguetón a tenso y Nile rompió el breve silencio con una pequeña risa.

-Vamos Nanaba, no te lo tomes tan a pecho, era un pequeño chiste, es tan sólo raro que una mujer tenga tanto de qué conversar públicamente.

-¿Públicamente?

-Todos sabemos que a solas a ustedes no les para la boca, pero cómo sólo saben hablar de chismes, por algo las entretenemos dándoles hijos o santitos para vestir, que no es por nada, pero parece que en tu caso el tren de la vida ya está corriendo más rápido ¿No has pensado en tener hijos ya?

-Estoy en lo personal muy cómoda disfrutando de "vestir santos", cómo tú dices.

-¿Y no te da pánico acaso que Mike te deje? ¿Problemas con la cigüeña?

Levi contuvo la respiración, creyendo que venía una fuerte discusión o al menos una buena bofetada a Nile tras semejante comentario, pero ninguna de las dos ocurrió, en su lugar Nanaba volvió a sonreír, le dedicó una dulce mirada a Mike y luego regresó su vista hacia Nile.

-La casa, los autos y una propiedad en Londres, más de la mitad de esas cosas están a mi nombre ¿Crees acaso que Mike es tan estúpido para dejarme? O mejor dicho ¿Me creíste tan tonta a mí de casarme por bienes separados sabiendo todo lo que él gana? Nile, pareces saber de leyes, pero te falta un poco más de cabeza.

Entonces los presentes estallaron en carcajadas, incluso las mujeres parecieron divertidas de la estrategia de Nanaba, Mike alzó su copa en un brindis al aire por su esposa. Levi sintió una gran gratificación de ver que por fin alguien le cerraba la boca a Nile, miró de reojo a Erwin y entonces lo notó, estaba sonriendo, pero era diferente, aprovechaba el alboroto para sonreírle directamente a la mujer enfrente suyo, para sonreírle a Marie. 

Levi apretó los labios y se removió incomodo en su silla, el apetito por alguna razón se le había ido. 


Lover Boy // EruRi (Titanic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora