"TE ESPERARÉ EN LA CASA DEL ÁRBOL". ©

Capitulo 54

Sabrina.

Cinco meses después...

Estoy echada en el sofá de la sala leyendo uno de mis libros favoritos: "Cien años de soledad". Una de las novelas considerada como una obra maestra de la literatura mundial.

Trata sobre las vivencias particulares de la familia Buendía y sus descendientes durante cien años en Macondo, en la selva colombiana. Recomendable leer.

Suelo leer mucho ¿Les he contado cierto?. Desde muy, pero muy pequeña me encantaba la lectura. El primer libro que he leído en mi vida fue "cinderella", tenía alrededor de siete años y medio. Cuando empecé la secundaría me asignaron leer "El principito", sin duda uno de los mejores libros que he leído en mi vida:

"Si tu me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tu serás para mí el único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo".

Una de las frases que más recuerdo al estar a su lado, al estar cerca de Tomás. Casi un año desde nuestro primer beso en la casa del árbol, cuando "odiaba" a este chico sin saber que iba a convertirse en una droga adictiva. Sus ojos grises iluminados, sus labios carnosos convertidos en lo único que no dejaría de probar, su risa ronca y sexy que me ocasiona miles de mariposas en el estómago. Estoy enamorada de el ¿Quien lo iba a pensar?, cuando justo creía que el amor nunca llegaría, la vida me dio una bofetada regalándome al único ser que he llegado a amar y que siempre amaré.

-¿Que piensas? -saco la mirada de mi libro y la alzo para mirar a Amelía a los ojos.

-Nada fuera de lo común -espeto -¿Que tal van los preparativos? -pregunto refiriéndome al baby shower.

-Todo está bajo control -da una bofetada al aire y sonríe pasando las manos por su barriga.

Mañana será el baby shower de Melanie. Y sí, es niña. Amelía luce muy emocionada con su embarazo y me alegra verla tan feliz e ilusionada. Dylan también ha estado muy emocionado, ha comprado cientos de cosas para la bebé y a la vez a estado con sus entrenamientos de béisbol y la universidad.

El hecho de que ellos sean padres creo que los ha hecho madurar un poco, pero más que todo Amelía. Su relación ahora es sólida, como la mía con Tomás y la de Jaden y Arisel; les dijera que también la de Francisco y Sthep pero creo que les estaría mintiendo.

Sthep y Francisco últimamente han tenido muchos problemas por Ivanna. Al parecer como me lo cuenta Sthep ella quiere interferir para volver con Francisco, pero ¿Enserio Ivanna?. Bueno, no soy quien para juzgar, pero como quien dice jamás terminamos de conocer realmente a una persona.

-¿Y Tomás? -pregunta y sonrío levemente.

-Me dijo hace dos días que saldría de la ciudad por un par de días -comento y mi sonrisa se desvanece al pensar lo mucho que lo he extrañado estos días.

-¿No estará para el baby shower de su ahijada? -hace puchero y meneo la cabeza.

-Lo dudo mucho -miro lo hermosa y grande que está su barriga -¿Como ha crecido eh?.

-Demasiado... Y pesa como no te imaginas -hace mueca divertida y dejo escapar una carcajada.

-Gracias a Dios yo no seré madre -demando.

-La verdad... Es hermoso ser madre o bueno estar por serlo. Sentir sus pequeñas pataditas, la conexión que sientes cuando hablo con ella, a pesar que no la tengo en mis brazos la amaré más que nada y la cuidaré -sus ojos se llenan de lágrimas y sonrío.

-Sigo optando por no ser madre. Gracias -Amelía suelta una carcajada y me uno a ella.

-¿Y Dylan? -interrogo observando de lejos mi celular que está en el otro sofá que está frente a nosotras.

-En entrenamiento -informa.

Mi celular comienza a sonar y me levanto del sofá para cogerlo. Miro la pantalla principal y es Tomás.

-¡Hola nena! -demanda la voz de Tomás a través del celular.

-¡Hola chico promiscuo! -sonrío al escuchar como ríe por lo bajo.

-¿Desde cuando no me decías así? -interroga y muerdo mi labio inferior.

-ni idea.

-¿Como has estado el día de hoy? -pregunta.

-Bien, gracias. ¿Y el tuyo?.

-Un día fatal porque no te he visto -espeta y sonrío.

-Preguntale si vendrá mañana para el baby shower de Melanie -ordena Amelía en un susurro.

-¿Vas a venir mañana para el baby shower de Melanie? -espero su respuesta.

-Trataré de estar ahí -dispone.

-Vale está bien.

-Bueno... Te marco mañana, ten buenas noches mi querida chica fácil- se despide y sonrío como boba.

-Buenas noches chico promiscuo -digo remarcando las dos últimas palabras y escucho como ríe por lo bajo.