Capitulo 56

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Sabrina.

La melancolía me invade. Estaba tan ilusionada con ser tía, con consentir a esa niña, con ser la tía cool; pero es muy doloroso saber que ya no lo podré ser y lo peor es que no me puedo imaginar el inmenso dolor que ha de sentir Amelía. Ella era la que la llevaba dentro de su vientre, quien sentía todas esas pataditas, más se esmeró comprando los juguetes, ropa y regalos de la bebé. No debe ser nada fácil para ella, la comprendo completamente. Escucharla lamentarse entre sollozos me destrozaba el corazón de una manera inexplicable.

Miro a Tomás quien está un poco conmovido por la situación. Tomo su mano y me dedica una sonrisa triste. El aire acondicionado de la nueva camioneta de Tomás refresca mi cara mientras Tomás está al volante conduciendo.

—¿Vas a querer dormir conmigo? —propone y yo asiento.

—Siempre diré que si con tal de estar contigo... Con tal de estar contigo en este momento tan gris —digo y el sonríe de lado.

—¿Tienes hambre? —pregunta y niego con la cabeza. La verdad no tengo ganas de nada —¿Brina que te parece si nos vamos de la ciudad? —plantea y lo miro incierta.

—¿Qué quieres decir con eso? —lo observo detalladamente y está un poco nervioso

—No lo sé... No me lo tienes que decir justo ahora. Puedes pensarlo y decirme en el transcurso de la semana.

—¿Todo está bien? —exijo una respuesta sincera.

—Si..., por supuesto —afirma pero algo en mi ser se inquieta.

—¿Seguro? —insisto y el asienta.

—Tranquila, solo pienso que... Podemos irnos por unos meses a Los Ángeles unas vacaciones. Piensalo ¿Si?.

—Vale, trataré— logro decir mientras Tomás estaciona la camioneta frente a su casa-penthouse, bueno... Así le digo yo.

                             –*~~*–

Sthep

—Creo que haré una pasta con carne —comento y Francisco está viendo su celular —
¡Francisco!— insisto.

—Si, como quieras —replica y pongo ojos en blanco.

—¿Me puedes pasar la pasta que está en la alacena? —pido a Francisco un poco exhausta por el día de hoy y el sigue concentrado en su celular —¡Francisco! —exclamo fastidiada.

—Espera un momento.

—Ya no me pases nada, mejor encargaré sushi —comunico y me siento frente a el en el comedor —Tenía pensado ir a el zoológico mañana, ¿Que te parece?— informo pero Francisco sigue sin apartar la mirada de su celular y la verdad me estoy hartando. —¿Con quien hablas?—Me levanto y le arrebato el celular de las manos.

—Regresame el celular Sthep —Ordena en un tono muy serio pero lo ignoro alejándome de el.

—¿Tienes algo que ocultarme? —interrogo.

—No, solo dame el celular por favor —suplica.

Miro su celular y entro a su WhatsApp. Me aparece en su bandeja de entrada tres mensajes de ivanna, inmediatamente entro a su chat y leo unos mensajes de Ivanna:

Hola Francisco.
Te he extrañado desde la última vez.
¿Cuando nos volvemos a ver?.

Mi respiración se detiene al leer estos mensajes mientras el guarda un silencio desesperado.

No lo puedo creer, ¿Esto es enserio? ¿Francisco me ha estado engañando con su ex?.

—¿Qué es esto Francisco? —interrogo y mis manos tiemblan.

—Te lo puedo explicar cariño... —dice y lo miro decepcionada.

—Ni te atrevas a llamarme así —advierto con ojos llenos de lágrimas y el corazón arrugado —¿Qué me puedes decir?, es muy claro ¿No lo crees?.

Un silencio inunda nuestro entorno y la verdad es que no hace falta de que hable para saber que me ha sido infiel. Este silencio es el que habla por si solo, es este silencio el que da toda explicación entendible.

—Aquí queda todo Francisco —anuncio.

—Sthep... —dice con lamento.

—¡Francisco basta!, ya estoy harta, ya no puedo seguir esforzándome yo sola por nuestra relación —espeto con ojos llenos de lágrimas.

—Yo te amo, enserio te amo —sus ojos de súplica encuentran los míos.

—¿Esa es tu forma de demostrarme tu amor?, porque si es así... Vaya que no lo quiero —unas cuantas lágrimas escapan de mis ojos haciéndome sentir afligida.

—Sthep no voy a permitir que lo nuestro se acabe por algo insignificante —interpone.

—¿Por qué no lo pensaste antes?, ya se acabó. Destruiste la confianza que te tenía en cuestión de minutos. ¿Ahora no vas a querer que termine lo nuestro?, justo cuando últimamente he sido yo la que ha luchado sola por nuestra relación cuando tú lo único que hacías era estar con otra.

—Sthep, por favor... Te prometo que esto no es lo que piensas —ruega y me toma de brazo al darle la espalda.

—¡Suéltame! —ordeno —Ya sabes donde está la puerta, puedes irte de una vez por todas.

—Sthep ella no es nada para mi, tu si lo eres  todo y mucho más —sus ojos me ruegan y mi corazón está hecho trizas.

—No te creo —digo solloza —Dejame sola.

—Sthep... —gime.

—¡Que me dejes en paz! —chillo sintiéndome la peor mierda del mundo —¿No entiendes?.

Francisco toma sus llaves y se larga por la puerta principal mientras corro por las escaleras hacía mi habitación.

Me duele... Me duele mucho. Arde dentro de mi.

¿Por qué me hace esto? ¿Por qué si tanto me amaba por qué me hace sufrir?.

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Doble actualización para ustedes hoy estrellas💖💖

"TE ESPERARÉ EN LA CASA DEL ÁRBOL". ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora