Sabrina.
Miro desde el balcón de mi habitación la casa del árbol y siento el deseo de entrar a ella, tengo dos semanas sin verla por dentro, sin poder estar en mi lugar favorito; a pesar de que desde lejos me trae muchos recuerdos debo aprender a sobrellevar eso.
Decidida salgo de mi habitación y me conduzco a las escaleras pensando en lo mucho que he extrañado al team, me hacen muchísima falta.
Sthep se fué con Vicent de gira nacional y me alegro mucho por ellos, pero me entristece por Francisco quien anhelaba volver con ella. El se fue a Washington hace dos días, al igual que Sthep. Al final nunca le aclaró el mal entendido y ahora es muy tarde o eso creo yo.
Con Amelía he hablado en la mañana a eso de las diez, está super feliz y tiene nuevos proyectos mientras Dylan sigue con los entrenamientos jugando para el equipo de New York. Jaden está viviendo junto con Arisel en un departamento y están más unidos que nunca.
Por otro lado queda Tomás de quien se sabe que ha perturbado mi vida, mi alma y mi mente. Pero es a quien extraño, aunque no lo quiero ver, lo amo pero lo quiero odiar, lo quiero superar pero no puedo, no quiero hablarle pero deseo escuchar su voz. Me siento tan indignada conmigo misma.
Sin darme cuenta ya estaba en la casa del árbol sintiendo como este lugar me da tantos recuerdos, por lo tanto es imposible no poder estar sentimental en este momento. Mis ojos recorren cada rincón de esta humilde casa y se posan en el escritorio donde hay un sobre blanco que está sellado. Lo tomo en mis manos y no recuerdo haber dejado este aquí, hasta que leo una pequeña parte del sobre que tiene una dedicatoria:
Chica fácil.
Hoy 10 de mayo.Me tiemblan las manos y estoy a punto de romper la carta, pero en el fondo de mi corazón muero por leerla. Jamás Tomás me había dado una carta, así que por más que lo quiera odiar siento leer esta carta. Probablemente sea una arma de doble filo, puede que juegue a su favor o en su contra. Me siento y empiezo a leer el contenido:
Tomás... Tomás Smith. El chico que vivía en una esfera donde nada le importaba, nada tenía sentido en su vida, todo el mundo estaba completamente jodido para el. Creció en un ambiente lleno de mentiras, dolor, decepción y rencor por culpa de su padre. Un jodido hombre que aparentaba ser lo que no era ante la prensa y que poco a poco se fue olvidando de su familia, incluso tuvo la dicha de serle infiel a la única persona que siempre ha estado con el... Dicen que a veces nos convertimos en la persona que mas odiamos sin darnos cuentas, por eso mismo me estoy odiando.
Muy poco ha valorado lo que ha tenido en la vida incluyendo a las personas que estaban a su alrededor, todo para el era insignificante y una mierda. Jamás había conocido el verdadero amor, jamás supo que era sentirse amado por una persona, jamás llegó a tener sentimientos sinceros hacía una persona.
Pero todo aquello habría acabado cuando llegó ella a mi vida... Brina... Sabrina Tiffin. La chica que había apostado con un par de idiotas y eso fue sin saber que le iba a dar a mi vida un cambio de trescientos sesenta grados, que con solo un beso logró lo que ninguna otra chica pudo hacer en mi vida.
Llegué a enamorarme perdidamente de ella, aprendí cuales son sus libros favoritos, las canciones que le gustan, todo lo que para ella es importante y todo lo que no le importa, me enamoré de su perfecto rostro y de sus imperfecciones que para mi no existen. Ella me mostró el verdadero significado del amor, el valor de las personas, me contagió de su felicidad, me ha sacado de mí una versión que me negaba a conocer. Todo mi mundo giraba en su entorno, todo lo que yo que quería era tan solo tenerla a ella. Me hizo cambiar muchos conceptos que tenía claro pero que con tan solo por verla feliz me vi obligado a mi mismo en cambiar de parecer, por ejemplo: El matrimonio. Toda mi puta vida me he negado a comprometerme con alguien hasta que la muerte nos separe, hasta que supe que con ella es con quien anhelo estar toda mi vida y aún así en otra vida volvería a enamorarme de ella. Me demostró que no hace falta tener sexo con una persona para sentirse pleno, yo con tan solo mirar su sonrisa ya me sentía en las nubes.
Mi error fue haber apostado su primer beso, mi error fue haber apostado que se enamorara de mi cuando quien terminó enamorado aún más fuí yo, y su virginidad aunque no la obtuve sé que estuvo mal hacerlo. Debido que como no cumplí con lo último me tuve que someter a los estúpidos retos de mi ex y de mi supuesto hermano. Todo se salió de mis manos, intenté acabar con toda esa jodida mierda, pero fue muy tarde. Vi como se derrumbaba frente a mis ojos mientras yo moría lentamente por dentro, sus ojos inocentes reflejaban decepción y odio, mi corazón arrugaba como papel con cada lágrima que salía de sus ojos, arruiné lo único que me importaba en esta vida... Destruí a la única persona que más amo.
Cada día, cada hora, cada minuto sin ella ha sido un infierno. No hay momento que no me maldigo por todo el daño que he ocasionado para ambos, pero aún más para ella. La amé, la amo y siempre la amaré. Ella es todo lo que necesito, es todo lo que quiero. Sé que soy un capullo egoísta, pero mi vida no tendría sentido si ella no está.
Quiero reparar todo lo que hice, quiero volver a empezar de cero, quiero demostrarte cuanto te amo, quiero darte el mundo porque lo mereces... Simplemente quiero estar siempre contigo y estoy dispuesto a todo por volver a tenerte.
Todo era más fácil cuando no estabas, pero todo cambió el día que te conocí... Aquí. En la casa del árbol. Te amo.
Para: Sabrina Tiffin.
Atte: Tomás Smith.
Las lágrimas descienden por mis mejillas, mi corazón se detiene por un momento y mi respiración es un poco agitada, simplemente es inexplicable lo que siento. ¿Por qué Tomás ha hecho esto?.Por que te ama ¿no? —dice mi subconciente.
Alguien toca la puerta causando que de un pequeño brinco del susto y ordeno que pase adelante quien quiera que sea, aunque sabía que era el.
—Hola... —saluda apenado pero solo me concentro en el gris de sus ojos.
—¿Por qué lo hiciste? —interrogo haciendo referencia a la carta que tengo en la mano.
—Brina... Te amo, te juro que jamás quise arruinar lo nuestro. Dame una oportunidad, te demostraré que podemos superar esto juntos... Nuestro amor va mucho mas allá de las barreras.
Tomás se acerca a mi y quedando a tan solo poco centimetros, puedo sentir la aceleración de mis latidos.
—¡Alejate de mi! ¿Te das cuenta del todo el daño que has causado?— digo en un sollozo y el da un paso atrás.
—Todo fue inconscientemente... Creeme— ruega y sus ojos llenos de lágrimas me suplican perdón.
—Te perdono, pero entre tu y yo ya no puede ocurrir nada... No ahora, no después de que hayas derrumbado la confianza que te tenía ,–dejo escapar un suspiro —Te diría que te vayas... Pero es de mala educación. ¿Quieres tomar asiento o estás esperando que te de mi virginidad? —digo de una forma neutral, aparentando no tener sentimientos mientras me quemaba el dolor por dentro.
—No olvides que te amo —recalca y muerdo el interior de mi mejilla.
—No olvides que desde ahora entre tu y yo no puede haber nada más que una amistad— suelto lo más fría posible —. Y si algún día dije que te amaba, era mentira, todo lo nuestro fue una mentira— miento y trato de creerme mi propia mentira.
Tomás me mira incierto y sentándose a mi lado. No se ha dado cuenta que toda esta mierda me estaba convirtiendo en una pequeña monstruo. Ya no podía dejar que me dañara, ya no más... Me duele, si, pero esto para mi era definitivo. No podría estar con alguien que me ha ocasionado tanto daño... Por ahora no.
En este momento solo necesito a mis chicos, a mi team, los único que siempre habían estado conmigo, pero que en este momento tan doloroso para mi no pudieron estar.
Sin darme cuenta recordé que en este lugar han pasado muchas cosas y entre ellas está este momento.
Fue aquí donde todo comenzó. Mi lugar favorito... Mi casa del árbol. Donde estaré esperando a las personas que me importan. Estaré esperando a mis cachorros.
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"TE ESPERARÉ EN LA CASA DEL ÁRBOL". ©
Teen FictionSabes que nada dura toda la vida, puede que esto sea solo una ilusión, en cualquier momento desaparecerá y todo volverá a ser igual. . . . . . . Todos los derechos de esta historias están reservados a Gili Jiménez. Cualquier tipo de copia será sanc...