Capitulo 26

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Sabrina.

Llego a mi casa después de pasar todo el día en la clínica con los chicos... Estoy agotada, no creo que mi cuerpo resista más.

Me desnudo para luego entrar a la ducha en tanto el agua comienza a recorrer mi cuerpo.

¿Ivana? ¿Francisco tuvo el accidente por contestar una llamada de su ex? no creo que la extrañe ¿O si?, pero si está con Sthep ¿Por qué sigue hablando con ella?.

Una serie de preguntas invaden mi mente y en ese instante tocan la puerta. Probablemente sea Amelía quien acaba de llegar por que mamá está en la empresa hoy y no vuelve hasta mañana, y papá está de viaje.

—¡Ya salgo!— comento un poco extrañada y me envuelvo en una toalla blanca para salir del baño y abro la puerta—¿Que haces aquí?—abro ojos como plato mientras mi corazón se acelera al ver a Tomás parado frente a mi.

—Tienes casa sola, ¿No?— dice en broma.

—¿Como sabes?— pregunto nerviosa.

—Amelia me comentó— dice y suelto un suspiro.

—¿Como entraste?— pregunto dándole la espalda y me dirijo a mi habitación apresurada.

—Amelia me dio las llaves— responde y pongo ojos en blanco. Es una vende patria.

—¿Sabes que no haremos nada verdad?.

—Veremos— dice y le lanzo una mirada asesina y cierro la puerta en su cara—.Es broma nena— suelta una pequeña risa del otro lado de la puerta.

—Voy a vestirme— informo y tomo mi ropa interior, unos pantalones pijama y una camisa de tirantes y me la coloco rápidamente, me pongo mis pantuflas de vaquita y peino mi cabello.

—¿Listo?— pregunta y abro la puerta de mi habitación.

—¿Te parece?.

—Te ves perfecta hasta con pijamas— suelta y mis mejillas se enriquecen del color rojo un poco.

—Gracias— sonrío y el igual.

—Traje helado, quizás podamos ver una película o serie en Netflix— sugiere y yo asiento con la cabeza.

Bajamos las escaleras para ir a la cocina a buscar el helado y aprovecho para tomar algunas golosinas de uno de los gabinetes.

—Todo va a estar bien con Francisco— menciona y suelto un pequeño suspiro.

—Eso queremos— digo y muerdo mi labio inferior.

—¿Encargamos pizza?— pregunta y niego —¿Que película vemos?.

—Y si vemos... Riverdale— propongo.

—¿Esa serie que está de moda?— pregunta y asiento con la cabeza —Bueno... yo accedo a lo que tu quieras.

                               –*~~*–

Después de ver cinco episodios de la primera temporada me ha empezado a dar sueño y Tomás parece notarlo así que apaga la TV.

—¿Dormimos juntos?— pregunto mientras el acaricia mi cabeza.

—Pensé que jamás me lo ibas a preguntar—  dice y en eso me carga en su espalda.

—Que sea más pequeña que tu no significa que me tengas que cargar como una niña pequeña— suelto mientras me sube por las escaleras y el rie.

—Para mi todavía eres una niña.

—Y si soy una niña para ti ¿Por qué estás conmigo?— bufo y el ríe con más fuerza —¿Acaso quieres que llame a la policía?.

—Si quererte es un delito, entonces que me encierren en un calabozo a parte— una risa escapa de mis labios y el también sonríe.

—¿Por qué a parte?— pregunto mientras caemos en mi cama.

—Porque... Como yo te quiero nadie te va a querer— dice con ternura y muerdo mi labio inferior.

—Mi pequeño Romeo— digo mientras nos acomodamos para dormir —¿Y si alguien me quiere más que tú?—Pregunto casi rendida.

—Cuando alguien te quiera mas que yo... Entonces será por que ya no existo.

Es lo último que puedo escuchar antes de caer en un profundo sueño. Están lindo, lo amo. Ojalá que nuestro amor perdure y tengamos un felices para siempre...

"TE ESPERARÉ EN LA CASA DEL ÁRBOL". ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora