¿Quién fue el que nos invento una vida maravillosa?
Maravillas eso nos dicen que seria de mi con una vida llena de, alegria, monogamia y momentos efímeros.
Dieciocho años dándolo todo y siendo la mujer perfecta para que un abrir y cerrar de ojos t...
Hola espero que te encuentres muy bien. Si quieren monogamia, deseo, venganza, falacias y epifanías. Seas bienvenido. Lo actualizaré cada semana, besos.
ADVERTENCIA
Esta historia es a base de mi imaginación y de experiencias personales. Un libro con detalles irreales. Sexo, injusticias, muerte, mentira, temas delicados y manipulación. Donde la venganza y la seducción no serán suficientes.
Si a pesar de la advertencia lo quieres seguir leyendo bienvenido y si no, no pasa nada.
Tiene todos los derechos reservados y nada de plagió si la autora no lo autoriza.
Gracias.
QUERIDO SEDUCTOR DE LETRAS
Querido seductor de letras solo las letras no son suficientes para ti, necesitas sentirlo, vivirlo y probarlo. Que tal si lo hacemos de la mejor manera como te gusta con epifanías y falacias.
QUIERES AVERIGUARLO.....
TRAGEDIA
— Mis gritos, sus gritos todo se escuchaba en una desesperación en un cuarto de cuatro paredes. — ¡¿Cómo sucedió todo esto?! ¡¿por qué me lo ocultaron?!— mis manos temblaban y mi mente estaba en blanco ante la noticia. Lo único que quería era salir corriendo de este lugar.
—Lo sentimos cariño no fue la manera ... la voz de mi mamá se cortaba... no queríamos que te enteraras así, no queríamos ocultarlo. —Ella lloraba junto con mi padre en sus brazos y sin dirigirme la mirada.
Mire a esas dos personas paradas junto a los retratos de mis papás, no lo podía creer ahora las personas que durante estos dieciocho años, habia querido con toda mi alma se estaban convirtiendo en unos desconocidos. Tenia la mirada llena de ira quería respuestas a las incógnitas en mi cabeza, pero no podía tenía ante esas respuestas tenia que salir y despejar mi mente, si no iba a decir palabras que podrían herir y arrepentirme de eso.
—No puedo estar aquí, lo dije con decepción y mi voz temblaba.
—A dónde vas quédate y lo hablamos. —Me lo propuso mi papá tomando mis manos, estaban frías y le temblaban, pero no me miraba su mirada se dirija hacia el suelo. Eso me daba más enojo. No era valiente.
—Lo siento...pero necesito salir, — me solté del agarre y salí dando un portazo.
Subí al auto y mi teléfono retumbaba de mensajes y llamadas, no quería saber de nadie, por ahora quería estar sola para pensarlo y procesarlo.
Apreté el acelerador con todas mis fuerzas sin saber lo que podía ocasionar el exceso. Sin darme cuenta vi una luz profunda desesperada, mis nervios se acumularon lo único que escuche fue el ruido de un camión y mis mejillas tibias de las lágrimas que rodaban...
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