LO QUE QUIERO OLVIDAR ( En Proceso) 1

Decepción

Decían que el amor no dolía o que solo te basas en eso que compartes. Si que duele y te parte en miles de pedacitos haciéndote débil que debilidad buena y a la vez mala.

Había cerrado el chat para poder tranquilizarme y ver nuevamente lo que mis ojos y mi cabeza trataban de analizar lo que no había visto y ahora verlo con detalle, tome respiración varias veces para poder ver de nuevo eso.

Me regresé de nuevo a la casa corriendo a velocidad, no quería que nadie notara como estaba, llegue agitada calmándome un poco hasta que me senté en uno de los sillones, saque el teléfono y con valentía abrí el chat.

Mis ojos se cristalizaron, mi pecho dolía no era cierto lo que mis ojos acababan de ver era el...con...otra. No. Empecé a temblar mis lágrimas no dejaban de caer.

Otra vez, me decía a mí misma.

Forzaba a que mis lágrimas no cayeran, pero era inútil no lo podía controlar ahora entendía todo porque se alejó así por lo menos hubiera sido valiente y hablarme no, pero fue cobarde y el de los peores. No sé si lo que sentía ahora era ira, decepción, tristeza más bien era un remolino de sentimientos que te hacen daño. Volvía a mirar lo que sabía que me hacía daño, pero quería confirmar si eso era verdad, quería que me sacaran de esta pesadilla llamada amor o desilusión ya me daba igual lo que era.

Quería encontrarlo y verlo a la cara y saber ¿por qué lo hizo? o ¿qué hice mal?

No te culpes.

Me habló mi subconsciente.

Necesitaba salir y gritar si era posible sacar lo que por dentro me estaba atormentando en estos pocos meses que compartimos fueron grandiosos y todo eso lo acabo con una simple distancia que no se pudo contener ¡quiero respuestas eso quiero!

Salí Trotando por todo el sur de la ciudad no se transitaba mucho por ahí más que animales y sus dueños que pasean no había carros así que podía correr sin ser distraída, mis lágrimas seguían cayendo y mi mente divagaba pase corriendo horas al parecer que me sentí cansada y fatigada descanse sentía mis ojos hinchados mi cabeza dolía quería un abrazo sin hablar. Descanse unos minutos salí de nuevo corriendo hacia el centro de ciudad y poder ir a comprar los sueros que necesitaba y tenía que pasar por el aeropuerto así no quiera.

La gente me miraba o eso creía.

No sientes que cuando algo te pasa o algo no va bien en tu ropa parece que todos te vieran.

Eso pensaba en este momento, me iba acercando con la cabeza en alto hasta que vi una nueva farmacia cerca me dirigía a ella hasta que miré a otro lado justo en las puertas y lo vi.

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Llegada a Naife.

Naife ocho de la mañana hora local trece grados centígrados.

PAULUS

Mi corazón y mis lágrimas se contenían durante el viaje quería gritar y zafar esta pesadilla la cual me había condenado a destrozar el corazón de la persona que más quería y alejarme de ella quería contarle la verdad del porqué, pero no podía -miedo acaso- si la verdad.

¿Por qué me sentía tan vulnerable? ¿por qué?

Esto era cobardía, acaso.

No es amor y la protegiste.

Me hablo mi subconsciente.

Por favor abrochar sus cinturones que en unos minutos aterrizaremos.

La voz de la azafata hizo que saliera de mis pensamientos, miraba como poco a poco íbamos llegando mis lágrimas querían caer, pero me las guardaba. Suspiré sabiendo que habíamos llegado ahora tenía que enfrentar lo que mi cabeza primero pensó ante la amenaza.