Acercamiento

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Este capítulo será relatado por tres personajes.

Espero que les guste.

JACKSON

Luego de que habíamos comido la lluvia no paraba mis manos estaban heladas y al parecer ella también tenía sus manos heladas no pregunte nada solo maneje hasta llegar a mi destino y así fue todo el camino seguía la lluvia sin parar por impulso prendí la radio ella solo me miro con su mirada de desaprobación era seria desde que la conocí era así, decían que la lluvia había tapado varias calles de la ciudad y que no se recomendaba salir o ingresar si estaban fuera de ella y nosotros lo estábamos.

—¿Falta mucho? —pregunto alzando otra cobija hacia ella.

—No mucho...no podrás regresar.

—Me quedaré en el auto, con eso no hay problema.

Piensa que la dejaré que se congele.

—Hay un lugar en mi casa para que te quedes, el frío es terrible.

Voy a esperar ese no.

—No, tranquilo aquí me acomodo.

Sacó su teléfono que al parecer ya lo había cargado, no sé qué hacía, pero sus manos se movían con apuro.

—Okey, llegamos...gracias por traerme —dije descaradamente.

—Tu solo llegaste aquí —rodeo los ojos —llegando a la fuerza.

—Tómalo como un acto de bondad.

Salí del auto agachándome para verla viendo que ella iba a salir igual.

—¿No quieres entrar?

—Ya te dije que no —se enfureció.

—Siempre eres así amargada.

—Siempre eres así de metido e impulsivo.

Ya no llovía por aquí, pero al parecer a los alrededores sí. Era candente pero insignificante.

—Entonces muere de frío.

Y entre a la casa prendiendo las luces viendo que ella ya se había metido al auto y seguía con sus dedos moviendo al apuro en su teléfono no se cansaba acaso, así pasaron como tres horas me había acostado en la sala para poder verla ya que no me iba a permitir si algo le pasaba así fue hasta que me quede dormido y la luz del sol me levanto vi hacia la ventana y ahí seguía eran las siete de la mañana un domingo cualquiera. Las lluvias ya se habían calmado fui a preparar café y unos panes con mermelada esperaba que si me aceptara esto por lo menos en agradecimiento. Así que fui hacia ella, la vi que se estiraba y me miraba con su ira profunda.

—Tu mal genio desde la mañana.

—Imbécil —me lo merecía.

Quiso subirse al auto, pero la detuve del brazo.

—¿Quieres desayunar?

—¡No!

Y se subió al auto dándome un manotazo.

—Todavía que soy amable contigo.

Arrancó pasando muy cerca de mí, dejándome saber que la hacía enojar al tope.

Qué carácter de esta mujer. Lo malo es que el mío es igual. Y lo malo es que tengo que ayudarla. Canadiense y su lealtad.

LELYA

Me moría de frío y la sangre me hervía, estúpido que se creía traerme aquí y con esa lluvia si no agarro un fuerte resfriado será de suerte y manejar dos horas de vuelta y que la barriga me gruñe de hambre por suerte más adelante vi una tienda en el momento que pasábamos llegue a ella no sé cómo, pero seguía en las nubes de mis pensamientos baje y compre unas galletas y un jugo. Seguí mi camino hasta llegar a casa y al parecer no se encontraba nadie, qué raro. Me bañe agarre mi teléfono para distraerme y por casualidad entre al perfil de Paulus mire una historia estúpidas historias ahí se encontraba él con una chica bien abrazados pensé que ya lo había superado y que ya no me dolía al parecer me dolía más de lo que pensaba.

LO QUE QUIERO OLVIDAR ( En Proceso) 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora