➝ Capítulo 17
Jimin tuvo razón cuando dijo que el viernes estaría bonito y sería un buen día, porque el pálido sol de la tarde brillaba en el cielo celeste arriba de nosotros y las pequeñas nubes blancas a su alrededor hacían un festín. Las hojas cafés de los árboles caían como copos de nieves en el suelo, al igual que algunas flores marchitas y los demonios dentro de mi corazón.
Mientras el rubio sostenía mi mano y caminábamos por el sendero del parque de Yongdusan en busca de un sitio para sentarnos, sentí cosas inconfundibles en mi pecho. La primera vez que me armé el valor y salí de mi oscuridad, no había sido tan difícil como lo estaba siendo ahora, quería decir, en este momento los ruidos sonaban más fuertes en mi cabeza y tenía el presentimiento de que todos estaban observándome, haciendo que estuviera a punto de entrar en pánico. No obstante, no entendía porque aquella vez que estuve debajo del sol no me había sentido tan vulnerable como ahora. Ahora, me sentía frágil, indefenso y pequeño, como si todas las personas a nuestro alrededor me apuntaran con el dedo y me dijeran "Maldito Hikikomori".
La mano de Jimin entrelazada con la mía no era suficiente para sentirme seguro, pero al menos estaba evitando que tuviera un ataque de nervios en plena luz del día e hiciera el ridículo.
Los niños que salían de sus escuelas jugaban en el césped verde, los jóvenes hablaban entre ellos mientras compartían una gaseosa, los adultos caminaban atareados y cansados, los abuelos alimentaban a los patos en el estanque y yo a estaba a punto de desmayarme.
Tragué en seco y temblando me aferré más hacia Jimin hasta que mi hombro chocó con el suyo y el aroma a miel llegó a mis fosas nasales golpeándome con fuerzas. Él bajó su mirada y me encontró mirándolo.
—Tranquilo, estoy aquí —me sonrió.
De acuerdo, eso había sido más que suficiente para sentirme un poco tranquilo. Sólo un poco. Mi corazón latió en mi pecho como de costumbre y mis mejillas se pusieron rojas. Con vergüenza, le asentí y bajé rápidamente la cabeza mirando hacia mis zapatillas desgastadas. Ugh, si iba a comenzar a salir más de ahora en adelante, entonces necesitaría comprarme unos pares nuevos, al igual que ropa; el hanbok moderno de color negro me quedaba gigante y la campera de jean no estaba haciendo una bonita combinación que uno se dígase. Y pensándolo bien, Jimin se veía muy guapo con sus jeans ajustados y su suéter marrón. Que risa, me sentí avergonzado de estar vestido de esta manera ahora, por eso quizás las personas nos estaban mirando cada vez que pasaban a nuestro lado, seguro me veían como un vagabundo. Tal vez mi hermano de alquiler sentía pena de que ellos lo vieran conmigo.
—Podemos regresar, no te presionaré a nada si no quieres —la voz del último mencionado me sacó de mis deprimentes pensamientos. Me tensé y volví a mirarlo—. Jungkook, ¿quieres regresar?
Abrí mis ojos y negué rápidamente. Si volvíamos, entonces nunca estaría progresando. Yo realmente quería progresar. Estar haciendo esto de nuevo estaba siendo uno de los mayores esfuerzos que hice en mi vida, darme por vencido ahora sería como tirar todo a la basura.
—N-no —mi voz salió como un jadeo, me detesté por ello y me aclaré la garganta mirando al suelo cuando Jimin se detuvo a medio camino—. Sólo, hum, tengo que acostumbrarme al ambiente, supongo.
—¿Seguro?
—Uh hum —solté en un tarareo lento. Giré la cabeza buscando un lugar—. Aam, podemos ir para allá —señalé el césped verde cubierto por hojas cafés, los árboles rodeaban el sitio y no había mucha gente allí, el lago cristalino estaba en frente haciendo que la vista fuera bonita y acogedora.
Jimin relamió sus labios y asintió con la cabeza. Sonriendo, pronto él estaba guiándome hacia el lugar que le indiqué y yo me perdí en su bella sonrisa comenzando a sentirme protegido de cierta manera; era como si el sol pálido comenzara a calentar cada vez que él sonreía o apretaba mi mano entrelazada a la suya. Quise reírme, ¿Cómo era posible que una persona me hiciera sentir de esta manera? Como si fuera mi mundo entero, como si fuera una parte de mi y la canción favorita que yo amaba escuchar todos los días.
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Eoduun • Jikook
FanficEl gobierno nacional de Seúl emprende un nuevo proyecto de protección y asesoramiento a sus habitantes que, por alguna razón, se aislaron de la sociedad para no salir nunca más de sus hogares. Park Jimin, quien experimentó de todo en su vida, es asi...