Veintiocho

7 1 1
                                    

Simone

Hubo que hacer milagros para sacarse a los periodistas de encima. Algunos incluso se colaron al Moonday fingiendo ser pacientes. Los Salvage aceptaron no demandar y todo salió bien.

Simone estaba acostumbrada a tratar con periodistas, el truco era no darles lo que querían y guardar silencio. Apollo quiso contratarle un abogado o protección, pero no fue necesario. Al ver que no le sacarían ni una palabra, los periodistas se rendían al cabo de unos minutos.

Su primera semana de suspensión no fue tan mala. Ezra fue a verla casi todos los días. A veces salían a comer, a pasear o lo ayudaba con sus clases. No quería exigirle mucho de su tiempo con sus nuevos proyectos en marcha, estaba feliz de ayudarlo y saber que contaba con ella.

A menudo veía a la directora Brooks en las noticias. Sobre su juicio, el embargo de su casa y las familias de las víctimas dando sus declaraciones, a menudo acompañada del doctor Murray.

¿Cómo le iba a Grace con todo eso? No sabía nada de ella hace semanas. Intentó llamarla, pero su número estaba desconectado. Tampoco respondía sus mensajes.

Había una sola persona que podría saber algo sobre Grace, la misma que los ayudó a resolver el conflicto y la misma que no deseaba ver, pero le debía un favor enorme y Simone fue criada para devolver los favores que le hacían, por lo que tarde o temprano vería a esa persona.

No tenía mucho que ofrecer, excepto su gratitud y unas pocas influencias. La familia del ex doctor Thompson tenía una tienda de comestibles en la ciudad vecina. Le pidió a Ezra que la llevara en su día libre y este aceptó de inmediato, sin hacerle muchas preguntas.

—¿Vas a estar bien tú sola?— le preguntó.

—Jack no es un delincuente— dijo, omitiendo su encuentro desastroso.

—Hay algo en ese sujeto que no me gusta— gruñó Ezra.

¿Lo decía en serio o solo estaba celoso? No estaba interesada en Jack, todo lo contrario, no quería estar más de dos metros cerca de él. Pero debía devolverle el favor. Y le preocupaba Grace, lo quisiera o no, Jack era el único que podía ayudarla ahora.

Cuando llegaron, Ezra se quedó en la tienda haciendo compras para la cena y Simone preguntó por Jack. Un empleado le indicó que estaba en la oficina principal y fue a buscarlo.

La secretaria le indicó que esperara y a los pocos minutos llegó Jack, usando traje y corbata.

—Hola, princesa— la saludó. —¿En qué puedo ser bueno para ti?

—Vine a darle las gracias por su ayuda— dijo. Fuera su colega o no, era mayor que ella, así que debía ser respetuosa. —Y también quería preguntar si sabía algo sobre Grace.

—No haces más que pedirme favores, pero nunca me das nada a cambio— señaló Jack.

Simone suspiró. —Podría hablar con el doctor LaMontagne para que le devuelvan la licencia.

Jack alzó las cejas, sorprendido. Le había preguntado a Apollo si sería posible antes de ir y no era imposible, pero tomaría algo de tiempo. "La decisión es tuya" le dijo Apollo. "Si tú me lo pides, podría considerarlo". Era una carta a favor que podía usar ahora.

—¿Cómo sé que no me mientes?

—Porque mi padre me lo prometió— dijo, sin miedo por primera vez.

Las cejas de Jack volvieron a alzarse. —Lo sabía. Sabía que había algo raro entre ustedes. No me sorprende, pero me extraña un poco. Usar apellidos distintos fue inteligente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 17, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Bailando Bajo la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora