Capitulo 1

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Daniela:

—¡Déjame salir! — grito desesperada, empezando a golpear la puerta con mis puños y sintiendo como lagrimas bajan dejando mojadas mis mejillas.

—Te portaste muy mal... — dice al otro lado de la puerta.

—¡Me importa una mierda lo que pienses!

—Bueno, espero que disfrutes esa habitación, por que no saldrás en un buen tiempo.

Dicho eso oigo como se empieza a alejar de la puerta.

Cuando ya no oigo nada, recargo mi espalda en esta y me dejo caer hasta llegar a quedar sentada en el suelo.

Luche...luche tanto ¿para qué?

Para ahora estar encerrada en una habitación oscura, sin agua, sin comida y sin saber cuándo saldré.

Desearía haber muerto en ese choque, pero no, la vida quería que siguiera viviendo. ¡Genial!

Limpio mis lágrimas al igual que mis mejillas húmedas, me levanto y intento buscar un interruptor para encender alguna luz.

Después de unos veinte minutos —cálculo— logró encontrar uno.

Si, es difícil encontrar un interruptor para encender alguna luz cuando toda la habitación está oscura y no haber estado ahí antes.

Observo la habitación entera, libros, una cama y un mueble viejo. La habitación de mamá.

Me acercó a el mueble que contiene algunas fotos de ella conmigo.

Me veía tan feliz...

Yo era feliz...

Hasta que toda la oscuridad se apoderó de mi vida.

O la misma oscuridad que tu provocaste...

Observo una ventana que está al lado de la cama, si me tiro de ahí probablemente solo me dañe las rodillas con el aterrizaje...

Si, párese  mejor opción a esperar sin saber cuanto tiempo a que mi padre venga a abrir la puerta.

¿La ventaja? Que con once años es fácil salir por una ventana.

Le quito el seguro, la subo y empiezo a sacar un pie por esta, luego saco el otro de modo a llegar a estar sentada en esta.

Termino por salir y caigo. Coloco mis rodillas y palmas de las manos como protección, fue instinto, y creo que agradezco ese instinto ya que gracias a el solo me raspo un poco las rodillas y palmas.

Si, el tener once años, no pesar mucho y el ser un poco inteligente, alteran un poco los factores dandome un poco más de ventaja que a los demás.

Limpio la sangre, que está saliendo de mis palmas por los raspones, en mi blusa rosa, y mis rodillas las limpio con mis palmas y vuelvo a limpiarlas en la blusa, por tanto, ahora tengo la blusa manchada de sangre.

Pero es mejor a estar encerrado sin nada para sobrevivir ¿no?

Volteo a ver detrás de mi, y al ver que no hay nadie empiezo a correr hacia la casa de Alex.

Sigo corriendo y corriendo y corriendo... hasta que al fin llego a esta.

Si no recuerdo mal, el dijo que a estas horas sus padres no estaban en casa, así que decidida tocó el timbre de ella.

Espero algunos segundo y luego veo como la puerta es abierta, como un Alex sonriente me ve a la cara, luego baja a mi blusa y su cara pasa a ser de susto.

—¿Qu— que te paso? — dice estupefacto, viéndome de arriba a abajo.

—¿Me caí? — digo como pregunta.

El se queda algunos segundos en silencio y luego parece reaccionar, ya que me entra rápidamente a su casa y cierra la puerta detrás de él.

—No puedes estar así, si alguien te ve... presiento que pasara algo malo...

Empieza a caminar hacia unas escalera y  a subirlas, se voltea y al ver que no lo sigo me dice un "apúrate tonta".

Reaccionando, lo empiezo a segurir hasta que entramos a una habitación muy linda, ordenada, con una cama que parece ser muy cara, sábanas limpias, y todo tan...perfecto.

—Necesitas cambiarte eso y curarte ya.

Se encamina hacia una puerta que supongo, es el baño. Entra y luego sale con un botiquín de primeros auxilios.

—¿No me interrogaras o algo?— digo confusa.

Si bien, lo que todo humano hace al ver a alguien así, es interrogarlo hasta que digan lo que quieren que digan. No quieren la verdad, solo quieren oír lo que quieren.

Pero Alex no.

—Si te interrogara ahora, estaríamos perdiendo mucho tiempo, y estas sangrando un poco mucho, así que prefiero antes asegurarme a que estés bien a interorgarte.

Luego me sonríe y le devuelvo la sonrisa.

Si...Alex es diferente.

Me agrada.

Veo como me empezo a limpiar los raspones de la manos y rodillas, luego los seca y los envuelve con vendas.

Algunos minutos después ya estoy limpia, no estoy sangrando, y tengo vendajes que impiden que más sangre salgan por las heridas.

—Listo...ahora la ropa...

Parece pensarlo un momento, luego sin decir nada sale de la habitación y segundos después vuelve con un poco de ropa.

—Ponte esto, luego hablaremos.

Un poco desconfianda asiento con la cabeza, paso al baño, me quito la ropa que tengo llena de sangre y luego me coloco la que me entrego.

Si bien, no lo conozco mucho, de echo, la primera vez que hablamos solo me dijo que le agradaba y me dio su dirección. Y ahora, estoy aquí.

Salgo del baño y vuelvo a la habitación.

—Ahora que estas limpia, y sin heridas, podemos hablar.

Asiento con la cabeza y le empiezo a contar tdoo lo que ah pasado en los últimos meses.

Claro, pasando algunas cosas, pero si le cuento lo que hice y lo que soy capaz de hacer.

Al terminar el se queda algunos segundo en silencio y luego parece reaccionar.

—¿Sabes que...eso es abuso...no?

Lo miro un poco confundida y el niega con la cabeza, luego me da una sonrisa dulce que le devuelvo.

—Tranquila, estarás bien, me encargaré de eso.

Luego me abraza, segundos después lo abrazo igual.

—¿Tu...me cuidarás? — digo en un susurro débil.

—Si, yo te cuidare, seremos mejores amigos hasta que muramos.

Ambos reímos divertido antes eso y luego asiento con la cabeza en respuesta de un "si".

Si...Alex es diferente, y me alegra que lo sea.

A mi también.

[...]

Holis, jsjsjsjs, bueno aquí me tienen iniciando una nueva historia (fanfic) sin haber terminado las otras dos que tengo :D.

En fin, espero que les haya gustado y que lo hayan disfrutado.

En la parte anterior les deje algunas instrucciones  para que entiendan mejor el fanfic.

Sin nada más que decir, adiós <3

Fecha de publicación: 4 de diciembre del 2021 (04/12/2021)

Oscuridad [Frey Stein Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora