Capitulo 14

5.9K 515 121
                                    

Daniela:

Mamá. la llamo.

Ella se voltea a mi y me da una sonrisa.

Una sonrisa fingida de muchas...

¿Puedo ir haya? — digo confusa y señaló el lugar que es una montaña.

Si, pero asegúrate de volver antes de las seis a la casa de la tía, Cloudy.

Si, solo me querías lejos.

Le regalo una sonrisa y luego empiezo a correr hacia esa montaña, al llegar a esta veo como abajo hay un lago con agua cristalina, transparente y flores de colores a su alrededor.

Emocionada bajo la colina que era lo que me impedía llegar al lago, al llegar a este me siento en la orilla y introduzco mis pequeños pies en el.

Dos chicas y un chico llegan a donde estoy.

¿De donde? Ni puta idea, pero igual no les preste mucha atención.

Hey. — escucho como me llaman y volteo a ellos.

La chica rubia me da una sonrisa de oreja a oreja.

La pelirroja una de suficiencia, al estilo: Si, mírame, soy mucho mejor que tu.

Y el chico de pelo color azabache solo se queda ahí, inexpresivo.

¿Eres nueva por aquí? — pregunta la pelirroja burlona.

Arrugó mis cejas sin entender su actitud y sin importarme mucho.

Estoy de visita. digo simple y vuelvo mi vista al lago.

Siento que algo saldrá mal...

De reojo veo como la pelirroja se acerca a mi y se sienta a mi lado.

Dándole vueltas a la flor —que antes había cortado— y que ahora sostenía en mi mano, estaba viendo el lago.

Que linda flor. — dice la pelirroja mirándome, sin embargo, eso no hizo que la mirara.

¿Me la prestas?

No. — digo seca.

Si bien, era una flor única, sus pétalos eran de color celeste teñido con uno rosado haciendo que al juntarse hagan el morado, en total tenia tres colores y era preciosa.

¿Cada cuanto ves una flor haci para que te la quiten así como así?

Veo de reojo que la chica pelirroja pasa su lengua dentro de su boca, como conteniendose.

Te lo preguntare otra vez. — dice calmada y luego me da una sonrisa.

—¿Me la prestas?

No. — respondo sin dudar y seca como antes.

Y sin esperarlo, ella me da una cachetada haciendo por ende que mis manos dejen la flor y estén en esa zona dañada.

Oscuridad [Frey Stein Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora