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Luego de nuestra charla, Megumi me guio por la escuela mostrándome algunos salones de clase, áreas de entrenamiento, comedor y por último las habitaciones, la mía estaba junto a la del chico llamado Itadori, mi otro compañero y la de mi hermano es...

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Luego de nuestra charla, Megumi me guio por la escuela mostrándome algunos salones de clase, áreas de entrenamiento, comedor y por último las habitaciones, la mía estaba junto a la del chico llamado Itadori, mi otro compañero y la de mi hermano estaba junto a la de él, explicándolo mejor, estaba en medio de ambos.

-Bienvenida a tu nueva residencia, no molestes mucho.

Mi hermano realizo una extravagante reverencia en forma de burla conforme abría la puerta de mi nueva habitación, reí ante sus ocurrencias y le saque la lengua respondiendo a su burla.

Lo ignore abriendome paso por el lugar,todo era de madera pulida, tenia una cama, un escritorio y una ventana algo pequeña, mis maletas ya estaban ahí, definitivamente no era como mi verdadera habitación, esta era más pequeña y fría, mi ventana daba a un jardín algo descuidado.

-No es mucho -mi hermano recorrió el lugar- pero asi vivimos los plebeyos, espero que sea suficiente majestad.

-se ve bien, bastante cómodo - caminé hasta sentarme en mi cama- me acostumbraré, no siempre fui una princesa.

Era verdad, cuando vivimos con papá no todo era bonito, el lugar era pequeño y mohoso, nosotros éramos sucios y enfermos, hasta que nos adoptaron no éramos más que dos niños pobres y solitarios. Papá nunca nos había prestado tanta atención, y las veces en las que lo hacía eran cuando recordaba a mamá o estaba extremadamente ebrio.

-Bien, ten -extendió su mano dejando ver una carpeta negra- ahí están tus horarios y ubicaciones, si necesitas algo arréglalo sola, no me molestes de madrugada, mi horario de sueño es estricto.

Tan servicial como siempre, bufe siendo ignorada por mi hermanito, tome la carpeta y lo saque casi arrastras del lugar, quería tener privacidad para instalarme, el no se quejó, solo salió del lugar sin despedirse, lo vi caminar en dirección al campo de entrenamiento.

Deje la carpeta en la mesita de noche junto a la cama, luego tendría tiempo de revisar todo con calma, saque mi teléfono y vi la hora, 13:30, aún tenía tiempo para acomodar mis cosas, quería que todo tuviera un buen orden aquí, transformaría este lugar deprimente en mi zona de confort.

Empece acomodando mi ropa, clasificando mis libros y acomodando todo en su lugar,organizando mis zapatos, colgando fotografía y verificando mis nuevos horarios, para mi buena suerte el tío Nanami había solicitado que se trajeran mi escritorio, amaba ese escritorio. Mi estómago gruño, volví a mirar el reloj, 16:47 ya era algo tarde, estaba sudando mucho, opte por darme un baño antes de ir a comer. Tome mi toalla y un jabón dispuesta a ir al baño, abrí la puerta y me encontré con el chico de cabello rosa a punto de tocar.

-Tara-chan, ¿molesto?

Me enderece de inmediato, apenada por la situación, aclare la garganta y mostré una sonrisa amable, no debía bajar la guardia con nadie, sin importar quien fuera.

-No, todo bien, ¿Itadori verdad?

-Ah si, yo te traje algunas notas -dio media vuelta y saco algunos cuadernos de su mochila- para que puedas ir al ritmo de la clase, no damos mucha teoría pero Gojo insiste en que son cosas importantes.

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