Que privilegio ser el dueño de tu ser, protector de tu alma y manipulador de tus deseos...
Deseó ser eternamente tuyo, por favor, despierta de esa fantasía.
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Años atras;Klass
Klass, ese era mi nombre, muy peculiar y extraño, nunca supe quien me nombro de esa forma, pero desde que tenía uso de razón estaba sola, sin papá sin mamá, sin recuerdos.
No me gustaba socializar, no por traumas sino porque disfrutaba la tranquilidad de estar sola, cuando conocí a Megumi supe que él era solitario, pero me agradaba, me entendía, comprendía que yo no era igual a las demás y no me juzgaba.
El clan Gojo me cuido un tiempo, en secreto claro, solo la señorita Ikimiwa sabía de mí, yo no vivía en ese clan, solo sabia que ellos nos enviaban dinero para sobrevivir, nunca me dijeron que motivo detrás de ello, pero de seguro era algo político.
Posiblemente querían algo de mí, pero cuando Toji-san me entrego a ellos no pude negarme, él fue claro en sus palabras, y confíe en el
-Ellos te protegerán, te entienden
No volví a verlo desde aquella noche o al menos no lo recuerdo, cumplí 12 años, me regalaron un pastel, fue un día lluvioso y jamás olvídare ese momento, me dolió, nunca había comido un pastel tan delicioso.
Escape de la casa en la que vivía temporalmente, eran las 23:00 en punto, camine por las desérticas calles hasta llegar a un puesto extraño de comida, me refugie de la lluvia ahí, el olor a cigarrillo era muy fuerte, el clima húmedo hacia que la nariz me pícara mucho.
-Pequeña -una mujer de cabellos desordenados se me acerco- ¿estás bien?
-Si, solo voy a visitar a un amigo
-¿A esta hora?
-Tengo un mal presentimiento y quería ir a verlo
Ella asintió dudosa, me levante de la silla y emprendí camino nuevamente, la lluvia ceso más, llegue a aquella casa blanca pequeña y acogedora, pero estaba vacía, ni una luz estaba encendida.
Entre por la ventana trasera, pero no había nadie en el lugar, recorrí toda la casa, completamente vacía, era doloroso. Un golpe en el primer piso me asusto, baje hasta la sala para averiguar que pasaba.
-¿Megumi?
Di un paso al frente, pero no era mi amigo, un joven de cabello verde y ojos del mismo color estaba sentado en el piso, me puse en guardia, no era experta en peleas pero había leído sobre eso, tal vez podría defenderme.
-¿Qué quieres aquí niña? -su voz me hizo temblar- respóndeme
