KLASS
No siempre fui Klass, tenía otro nombre, otra vida, una feliz, me sacrifiqué por las personas que amaba, jurándoles protección y terminaron mintiéndome, él no lo hizo, mi verdadero nombre es Akiko y esta es mi historia.
Apenas tenía 15 años, mi aldea nunca fue atacada por el rey demonio, pero los rumores sobre que pronto llegaría alarmaban a mi familia, yo no era hechicera como el clan, era simplemente una humana que no podía ver maldiciones con claridad. Si era inteligente, sabía sobre plantas medicinales y armaba grandes estrategias para mi padre, era una prodigio.
Cuando los rumores llegaron, yo misma me ofrecí como tributo para el rey, pese a las quejas de mi madre, la aldea finalmente acepto mi decisión, mi prioridad era proteger a mis hermanos y por eso tome esa decisión.
Estaba muy emocionada, no todos los días te conviertes en joven anfitriona, mis padres decían que era para mantener el legado de la familia, pero yo creía que era para obtener poder.
Desde pequeña había sentido atracción hacia las cosas prohibidas, los demonios, la información, el poder. Con el tiempo adopte una personalidad oculta, debido a que una señorita no podía ser del todo libre, yo debía ocultar mi verdadera personalidad.
Me habían ofrecido como tributo al rey de los demonios, Sukuna, informando que mis habilidades curativas lo ayudarían bastante y que mi juventud y alma pura le darían poder suficiente para gobernar.
Extrañamente acepto, se decía que él no era nada amable y que devoraba sus tributos en segundos, era muy tarde, la luna estaba en su punto más alto, mientras que yo era alumbrada por la misma, sentada en el medio de ese desolado bosque.
Hacía frío, pero me gustaba estar ahí, irónicamente quería sentir dolor, ser despedazada y ver mi propia sangre manchar la nieve, que cubriera mi vestido y finalmente me matará.
-Tú debes ser Klass
Una voz rasposa me sorprendió por la espalda, voltee encontrándome a un hombre muy alto y algo aterrador, con aquel contraste, podía ver las manchas de sangre en su ropa, su rostro también tenía algunas, y era simplemente hermoso.
-Si señor, soy la joven anfitriona, es un honor
-¿Anfitriona u ofrenda?
Su tono de voz tan sarcástico me hizo reír, el pareció sorprenderse, pero yo no estaba asustada, ansiaba la muerte con tantas ganas.
-Solo es un nombre elegante, usted puede llamarme cena
Estaba lista para morir, sabía que para eso me trajeron aquí, yo sería una ofrenda para que el rey de las maldiciones los protegiera de los enemigos. A cambio yo obtendría Libertad.
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|| Désere||
FanfictionQue privilegio ser el dueño de tu ser, protector de tu alma y manipulador de tus deseos... Deseó ser eternamente tuyo, por favor, despierta de esa fantasía.