Que privilegio ser el dueño de tu ser, protector de tu alma y manipulador de tus deseos...
Deseó ser eternamente tuyo, por favor, despierta de esa fantasía.
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NANAMI
Ya pasaron varios días o tal vez semanas desde que vine a esta extraña misión, no se nada de Tara ni recibí noticias de Satoru, Maki me llamo hace unos días, informándome sobre la reunión Zennin junto a los demás clanes, pero ya pasaron días desde eso.
Eso me preocupaba, pero no podía hacer mucho, este trabajo era importante y si lo hacía bien, podría llevarme a Tara y protegerla. No confiaba en nadie, ni en los mismos ancianos, Sukuna estaba ahí también, deje a mi hija en la boca del lobo.
Necesitaba concentrarme, entre a la cueva, era oscuro podía escuchar con claridad los latidos de mi corazón, me adentré en la oscuridad, si mi información era correcta ahí estaba lo que había buscado por años, las respuestas a todo.
Al final de mi recorrido, había una lápida, con unas palabras escritas "Eterna", empece a cavar con mis manos, la tierra era muy dura, luego de al menos unos 15 minutos, sentí el tan esperado tesoro, acelere mis movimientos y saque la pequeña caja metálica.
-Al fin - busqué una forma de abrirla- la verdad esta aquí, Tara será libre
Finalmente pude abrirla, había una pequeña pintura, de Sukuna y una niña de vestido blanco manchado con sangre y junto a el un trozo de papel. Lo abrí con cuidado, era muy viejo, "Klass, la joven anfitriona no debe ser despertada"
-Buen trabajo, Nanami
Una voz a mi espalda me golpeo, ¿Porque no sentí su energía?.
Abrí los ojos con dificultad, sentí presión en mis muñecas, estaba amarrado, no entendia nada y tampoco reconocí esa voz, estaba en una habitación oscura,había mucho olor a polvo y humedad, pero el piso era de madera, significaba que ya no estaba en la cueva.
Escuche unos pasos asomarse, abrió la puerta con calma y lo primero que note fueron sus zapatos, subí la vista para encontrarme con el, la persona de la que menos sospeche.
-¡¿Tú?!- traté de soltarme-¿Qué quieres?
Estaba perdiendo la cordura, no entendía que pasaba y el solo sonreía frente a mí como si nada malo pasara, tomo una silla y se sentó frente a mí, estaba ansiosos.
-Para responder a tu pregunta, es necesario viajar al pasado -su voz, era tan diferente- te lo explicaré todo, Nanami.
-Eres una buena persona - traté de hablar con él- no entiendo como...
-Guarda silencio y escúchame, ¿sabes por qué Toji amaba a Tara?
Negué con la cabeza, el sonrió aún más, tomo una carpeta del piso y saco una fotografía, de Toji y Tara, una Tara con el cabello rojizo y ojos grises, tenía un vestido marrón pero le faltaba un zapato.
