TOJI
《15 años antes, Saitama, 22 de diciembre》
Era una de las noches más frías que jamás hubiera visto, mi esposa estaba tras esa puerta, de un frío hospital, el olor a alcohol en gel me abrumaba y la sensación de que llevaba horas sentado ahí empeoraba todo, ¿Cuánto más tardarían?.
Estaba ansioso, como nunca en mi vida lo estuve, mi hijo vendría al mundo, un hijo que no planee pero que me haría feliz eternamente.
Luego de 45 minutos, escuche un llanto tras la puerta, uno tan lindo y delicado que parecía irreal, mi hijo había nacido, creí que saldrían a decírmelo, pero escuche a las enfermeras hablar.
-¡Ya viene el otro!
¿El otro, acaso eran dos bebes? ; El grito desgarrado que salió de la garganta de mi esposa me asusto, abrí la puerta sin permiso y entre, ella estaba en la camilla, con lágrimas en los ojos mirándome, me acerque lo más rápido que pude pese a los gritos de las enfermeras.
-Toji
Si voz salió en un susurro, no supe bien que paso, pues mi mente estaba en shock total, cuando mi mente volvió en sí, mi esposa estaba siendo reanimada, me sacaron de la sala arrastrándose, un bebé lloraba y no supe nada más.
Dos horas después me indicaron la hora del deceso y también el motivo de su muerte, yo no podía procesarlo, me había llegado tan derrepente que estaba deshecho. Una enfermera me guio a la zona infantil, en donde dejaban a los bebes, me mostró a los míos, dos bebes hermosos, una niña, de cabello rojo y blanco, con ojos azules brillantes y a un niño, de cabello negro y ojos negros.
Llene el papeleo correspondiente y me los lleve a casa, no podía hacer nada mejor, ni siquiera pude mantener con vida a mi esposa, esa noche, cuando mis hijos lloraron en busca de su madre, supe que todo se había arruinado, mi vida estaba al borde del abismo.
Los primeros meses fueron los más difíciles, no sabía como cuidar niños, y ante la muerte de mi esposa, viejos vicios llegaron a mí, no me sentía orgulloso de eso, pero era débil.
Cuando mis gemelos cumplieron 4 años, un accidente ocurrió y se llevaron a mis hijos, debía dinero a gente peligrosa y a cambio se los llevaron, mi pequeña Tara fue la que más sufrió, siendo golpeada, abusada, y finalmente asesinada. Cuando trate de salvarlos supe de su muerte, me sentí tan mal que nuevamente, decaí en más vicios.
Megumi paso por aquel trauma y su cerebro simplemente bloqueo los recuerdos con rapidez, sin embargo extrañaba a su hermana, pero, dos meses después, un extraño llego a mi puerta con mi hija, era ella, estaba viva y feliz. Iba a reprochar y quejarme, exigir respuestas sobre eso, pero Megumi la vio y cuando vi los ojos aguados de mi hijo no pude evitar sentir pena, no era un hombre tan frío como suponían, acepte lo que estaba sucediendo, porque como la basura que soy, al menos quería darle algo a mis hijos.
El extraño dijo que había revivido a mi hija, a cambio de un favor, que yo matara a alguien por él, acepte, después de todo parecía un precio bajo ante la felicidad de mis hijos, yo era un pobre diablo, no les prestaba tanta atención porque me recordaban a su madre, pero este podía ser mi momento de redención.
El trabajo se llevaría a cabo en dos semanas, hasta entonces no tenía mucho que hacer, perdí la mitad del dinero que tenía ahorrado, en apuestas y alcohol, mientras la otra mitad la tenía Megumi, se la había dado para que alimentara a sus hermanas, como la rata miserable que era, los ignore aquellas dos semanas.
Tara actuaba normal, tal vez demasiado, incluso a mí me asustaba, pero sabía que solo era un efecto secundario de su muerte repentina, las dos semanas pasaron bastante rápido, y mi misión era matar a Gojo Satoru, un hechicero novato que se creía el mejor. Cuando fui a mi misión, le encomendé a Megumi una tarea, 《No seas como yo, tú puedes ser mejor》.
Sé que mi hijo no me entendió o no quiso hacerlo, yo era un pésimo padre, pensé en abandonarlos muchas veces y me negaba a quererlos, pero eran lo único que me quedaba de mi esposa, no podía abandonarlos sin más, ella se hubiera decepcionado de mí.
Cuando volvi a de aquella trágica misión en la cual perdí y salí muy herido, Tara me esperaba en la sala, estaba sentada en el sofá, mirando a la puerta.
-Mocosa - traté de sonar calmado- ve a dormir, no quiero verte
-¿Dónde esta mamá?
Me paralicé, nunca les había hablado realmente de su madre, tampoco esperaba que me preguntaran, pero supongo que los niños tienen curiosidades también. Aún así ¿Porque preguntaría después de tanto tiempo?.
-Muerta, ve a dormir
-¿Amabas a mami?
Si pregunta me paralizó, claro que la aba yo daría todo por ella.
-Ella era todo para mí, jamás amaré a nadie como a ella
-¿Me amas, papi?
Papi, jamás me había llamado así, siempre me decían padre o señor, la miré fijamente, sus ojos azules desbordaban lágrimas se esforzaba por contenerlas, pero le era imposible hacerlo.
-A veces -respondí sin ganas- el amor se gana
-Hoy vi a una niña jugar con su papá -su tono de voz se apagó- ¿Podemos jugar juntos, papi?
Torcí el labio y suspiré sin ganas, estaba dándome dolor de cabeza y odiaba eso, sus penetrantes ojos me observaban en busca de una respuesta.
-No me gusta jugar -Su labio tembló, iba a llorar- pero podemos ver televisión juntos
Su rostro pasó a uno de sorpresa, sonrió y asintió varias veces, se acercó a mí y sujeto mi mano estirándome hasta el sofá, ella era mucho más pequeña y su piel era tan suave como la de su madre.
Se sentó junto a mí y encendió el televisor, puso un canal infantil y puso una película rara de un burro que hablaba y un hombre verde raro, se veía muy feliz. La tomé de la cintura y la senté en una de mis piernas, por el rabadillo del ojo vi a los otros dos mocosos, les hice una seña y se acercaron corriendo.
Se sentaron junto a nosotros y vimos esa ridícula película juntos, ahí sentado, sabía que debía preocuparme un poco por ellos, tomar una decisión definitiva para sus vidas. El día siguiente decidí venderlos, sé que no era la mejor forma de proteger a un niño, pero... ¿si me odian es mejor, verdad?, así mis pecados no los arrastraran, así mi esposa estará segura de que vivirán lejos del peligro que conlleva, ser hijos míos.
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|| Désere||
FanfictionQue privilegio ser el dueño de tu ser, protector de tu alma y manipulador de tus deseos... Deseó ser eternamente tuyo, por favor, despierta de esa fantasía.