Narra T/n:Estaba en mi cuarto, con una almohada en la cabeza intentando bloquear el ruido de afuera.
Hoy mamá tuvo que ir a una
sucursal/banco para brindar un apoyo y atención más amplio. Y siempre es un pelear cuando esta de vuelta en casa.Es decir, trabaja en un banco, en uno de los puestos más altos que hay en este, se basa prácticamente en que ponen cierta cantidad de sucursales o bancos a cargo de alguien, y esa persona tiene que encargarse de que el rendimiento del banco mejore o se mantenga estable, de que su mantenimiento sea constante, de que sus empleados sean efectivos y ese tipo de cosas, además de preparar siempre un reporte a final de la semana para monitorear el rendimiento de la susursal.
¡Y que creen! Mi madre tiene 7 sucursales a su cargo, no exagero, es el número exacto.
Siempre cuando tiene que irse deja algunas instrucciones sobre las cosas que quiere que hagamos, pero aveces simplemente no hay tiempo para todo, mi hermana tiene la prepa, es su último año. Papá tiene que vender a diferentes partes de la ciudad, aveces llega muy cansado, y yo tengo la U.A, casi nadie está en casa todo el día. Así que cuando llega a casa y lo que dijo no está hecho, se molesta bastante.
Hoy era uno de esos días. Solo discuten, nunca se golpean, pero aún así, es insoportable.
No soportaba más estar ahí dentro. Así que salí de casa lo más rápido que pude y empece a correr. Tengo un lugar especial, al que siempre voy cuando esto pasa,cuando necesito desahogarme o cuando necesito que el mundo deje de girar un momento.
Es un lugar muy lindo, tranquilo, y solitario. Perfecto para llorar si no te gusta ser visto. Llegue a esa cancha pública, y me dirigí a las gradas. Es una cancha alejada del centro de la ciudad, casi no la usan, y cuando la usan las gradas de hasta arriba siempre están vacías. Ese es mi lugar.
Llegué a las gradas y me dirigí a las de hasta arriba. Me senté mirando el lado opuesto a las canchas y me quedé ahí.
Como era un lugar muy alto se veía parte de la ciudad. Pero había también un lugar en el que se veían sembradíos no muy lejos, me encantaba ver ese lugar, estaba en la posición perfecta para ver el atardecer a sus horas. Ese era mi lugar seguro.
Me quedé ahí un rato más. Hasta que escuche pasos detrás, alguien estaba subiendo las gradas, y al ser demaciado altas, normalmente no vez nada de abajo hacia arriba hasta que te acercas lo suficiente. Así que me volteé para ver quién era y grata fue mi sorpresa al ver a Shinso detrás de mi.
Me sorprendí bastante, quería preguntarle por qué nos estuvo ignorando ayer, pero la verdad es que no tenía ganas de hablar.
Al verlo sentí sus ganas de irse, y no tenía planeado detenerlo, quería estar sola justo ahora, por lo que después de unos segundo regrese la mirada al frente sin decir una palabra.
No se si para él eso significaba "Por favor quédate y no me dejes sola" porque al momento en que me vió, no dudo tres segundos en sentarse a mi lado.
Narra Shinso:
Estaba aburrido en casa, así que decidí salir a caminar e ir a ver si me encontraba con un gato, que aveces está en una cancha alejada de la ciudad.
Llegue ahí, y me dispuse a subir las gradas ya que casi siempre lo encuentro ahí.
Cuando estuve lo suficientemente cerca, me di cuenta de que ya había alguien ahí, pero grande fue mi sorpresa al darme cuenta de que era T/n, quería darme la vuelta y regresar antes de que me viera, pero ella volteó primero y cruzamos miradas directamente.
Sus ojos no tenían el mismo brillo de antes, y no se si lo sabía, pero tenía los ojos hinchados, al ver esto realmente me sorprendí, hasta podría decirse que me alarme.
Después de unos segundos T/n apartó su mirada y volvió a ver el frente. Eso me hizo pensar que realmente no estaba bien, así que no lo pensé mucho, y me senté a su lado.
No dijimos nada por un rato, T/n seguía viendo al frente y yo de vez en cuando volteaba a verla a ella.
Eso hasta que escuchamos un pequeño maullido en las gradas. Había un gato naranja y blanco cerca de nosotros, era el gato que solía ver por aquí. Así que le acerqué la mano y este comenzó a pasar sus bigotes por esta y ronronear.
Lo que me hizo olvidar por un segundo que estaba acompañado. Lo acerqué a mi y vi a T/n sonriendo levemente ante la presencia del gato, pero sus ojos aún tenían tristeza.
-¿Quieres cargarlo?- Dije intentando animarla un poco.
Ella se negó, por lo que me extrañe un poco.
-¿No te gustan?- Pregunté.
-No es que no me gusten, es que después de un tiempo yo soy quien deja de gustarles- Dijo con una voz tranquila pero cansada.
Su voz siempre, esta activa y llena de energía. Escucharla así me hizo sentir realmente mal.
-Así son los gatos, únicamente buscan amor cuando lo quieren. Pero se alejarán si comienzas a fastidiarlo.- Respondí acariciando al gato, quien por un momento se alejó de mi y comenzó a olfatear a T/n.
Ella se mostraba tranquila. Creo que de hecho lo estaba. El gato se le acercó un poco y como si de una cama se tratara se acostó entre sus piernas. Lo que nos pareció muy tierno a ambos.
T/n al ver esto sonrió, y esa, era una sonrisa genuina.
Comenzó a acariciar al gato con su mano y segundos después dijo que estaba ronroneando. Parecía estar sorprendida por eso. Pero se veía verdaderamente feliz.
El gato se quedó ahí, muy a sus anchas, sin importarle si T/n estaba cómoda o si sus piernas se entumían.
T/n veía al gato y yo la veía a ella. Al menos hasta que entró una llamada a su teléfono y el gato se levantó por la sorpresa. Regresó conmigo casi indignado y yo le dije a T/n que no se preocupara y respondiera el móvil con seguridad.
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---------------------------------------------------------Estos días la inspiración nomas no llega, escribí esto basándome un poquito más en mi vida, espero poder transmitir el mensaje, de que una persona que la mayor parte del tiempo es feliz, también puede tener malos días. Y que está en todo su derecho de aveces querer estar solx.
¡Gracias por leer! ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!♡♡