Narra T/n:
Me quedé el resto del día con Ester.
Y era extraño...
Después de la charla fuera de la enfermería y el abrazo a mitad del pasillo todo fue muy.... Sencillo...
Se sentía como si nunca nos hubiéramos peleado.
Cómo si el tiempo no hubiera pasado y Clío jamás hubiera aparecido.
Al menos hasta que Shinso apareció en el tema de conversación de nuevo...
Tuve demaciada curiosidad y no pensé antes de hablar
–¿Cuanto tiempo llevaban saliendo?
–Uy- Ester dió un salto.
–¡Oh! Perdón perdón, ¡No debí preguntar! Es algo demaciado personal, ustedes terminaron hace poco yo no planeaba-
–Sigues hablando mucho cuando te pones nerviosa- rió
–Uff... Es solo que... No quiero incomodarte.
–Si te soy sincera, no duramos mucho tiempo.– hizo una pausa observando la bebida en sus manos.–Creo que ninguno de los dos estaba realmente enamorado del otro.
–¿Cómo?
Eso no tenía sentido, no creo que Shinso sea de los que salen con alguien solo porque sí.
–Creo que el me gustaba, y cuando se lo dije no supo cómo decirme que no.
Eso... Si tiene más sentido, pero....
–T/n... Ustedes...– dudó un momento mirándome significativamente.
-Oh no, Nononono ni lo pienses, entre Shinso y yo no ocurre nada, no me mires de ese modo.
-Oh vamos. Es evidente.
-¡Claro que no! Él solo... Ha estado ahí para mí y... Lo aprecio...
-Ya
La miré con mala cara y ella desvío la mirada hacia detrás de mi.
–¡Shinso! ¿Cuando saliste de la enfermería?– preguntó moviendo su cuerpo detrás del mío.
-¡SHIN....!
Grande fue mi sorpresa al girar y encontrar el pasillo totalmente vacío.
-ESTER
La miré con el ceño fruncido y muy sonrojada
-¿Lo vez? Es obvio.
-Ester yo de verdad-
-Está bien...- me interrumpió.
La miré unos segundos tratando de encontrar mis cuerdas vocales cuando volvió a hablar.
-T/n jamás te juzgaría... Además podría decir incluso que Shinso- sin duda ví como se mordió la lengua en ese momento
-¿Shinso que?- Pregunté sintiendo mi estómago revolverse
-Nada, nada nada- Balbuceó.
-Ester
-¡No puedo decirlo!- enrojeció.
-Considerando que ya estás empezando se me hace raro que no puedas- dije cruzando los brazos.
-Es solo que...
-Señoritas, si no tienen clase por favor diriganse a su aula y esperen indicaciones en silencio.- intervino una de las tutoras que pasaba por el pasillo.
De nuevo, no podíamos quedarnos ahí.
Al mirar de regreso a Ester, ella ya se encontraba al otro extremo del pasillo.
