Narradora:Te quedaste dormida en el cuarto de invitados, con miles de ideas en tu cabeza, despertando al día siguiente gracias a una caricia en el hombro.
Abriste tus ojos con pesadez y te encontraste con una habitación que no era la tuya.
Levantandote de golpe, haciéndote marear, y parando un segundo para sostener tu cabeza.
Recordaste el porque no estabas en tu casa y después volteaste la mirada a la segunda persona en la habitación.
Encontrandote con una mujer de piel clara, ojos negros y cabello violeta, por lo que arreglaste a medias tu cabello algo nerviosa al suponer que fuera la madre de Shinso.
-¡Señora! Como lo siento, no reconocí la habitación y yo- Dijiste, hablando cada vez más rápido.
-Tranquila tranquila tranquila, está bien. Despertar en un lugar ajeno obviamente no es agradable- Dijo rascando su nuca suavemente.
-Sí am... gracias por dejarme quedar aquí- Dijiste haciendo una leve reverencia aún en la cama.
-Oh, no no no no, para nada, tu tranquila, ya es hora de desayunar, así que te esperamos abajo ¿Si?- Preguntó levantándose de la silla, a lo que solo asentiste y ella salió de la habitación.
Seguías con la ropa de Shinso, y realmente no tenías otra muda contigo, así que solo peinaste un poco tu cabello y bajaste a desayunar.
-Buenos días- Dijiste algo nerviosa.
-Buenos días- Dijeron Shinso y su madre al mismo tiempo.
-Sientate cariño, buen provecho- Dijo la señora Shinso amablemente.
-Gracias- Dijiste tomando asiento.
-Tu también estudias en la U.A ¿Verdad?- Preguntó entusiasmada.
-Sí- Respondiste tranquila.
-¿Estas en el departamento de heroes?- Cuestionó más tranquila, a lo que negaste con la cabeza.
-Oh. Ya veo, ¿En qué curso estas?- Dijo la mujer.
-Mamá...- Murmuró Shinso avergonzado.
-Jeje, tranquilo esta bien. Estoy en el curso de apoyo. Pero si le soy sincera, no me interesa mucho la carrera de heroe- Dijiste tranquila, sorprendiendo a la mujer presente y haciendo sonreír ligeramente a Shinso.
-Wow... eso es nuevo, ¿Por qué no quieres ser un heroe?- Cuestionó asombrada.
-Nunca me llamó la atención. Pero siempre fui buena creando cosas o reparandolas.- Dijiste sonriente.
-¡Genial! Oye, ¿Te molestaría si te pido un favor?- Exclamó con una pequeña sonrisa.
-Mamá- Shinso volvió a quejarse.
-Jaja, para nada. En qué le puedo ayudar- Dijiste amable.
-Hay algunas cosas en la casa que no funcionan como deberían. ¿Crees poder arreglarlos si te los muestro?- Preguntó neutral.
-¡Mamá! Eso es demaciado- Dijo Shinso claramente en desacuerdo.
-Shinso, considéralo como un agradecimiento, me dejaron dormir aquí de un día para otro, no me molesta regresarles el favor- Dijiste intentando convencerlo, cosa que funcionó muy bien.
-¡Sí! Esta bien, dejame traerte algunas cosas- Dijo su madre levantándose del asiento para salir disparada por todo el lugar.
-Dios..- Dijo Shinso recargando su cabeza en su mano. A lo que solo reíste un poco y le mostraste una sonrisa cálida.
Terminaron de desayunar y la madre de Shinso apareció con algunas cosas en los brazos, algunas cosas bastantes.
Sorprendiéndote un poco, y avergonzando todavía más a Shinso.
Narra T/n:
Entre algunas de las que llevó la señora Shinso estaban una licuadora, una linterna de las pequeñas que se conectan a la pared y unas llaves de un auto, cosa que me confundió.
-Ah... ¿Como puedo arreglar esto?- Pregunté tomando la llave en mis manos y sacando una pequeña carcajada en la señora.
-Quería ver si puedes darle una revisada a nuestro auto, últimamente se apaga o no avanza, no hemos tenido tiempo de llevarlo al mecanico- Dijo avergonzada. Haciéndome sorprender, de verdad tenían muchas cosas que necesitaban reparación.
-Oh, por supuesto- Dijie observando otros de los objetos en la mesa.
-T/a no tienes que hacerlo, de verdad está bien- Dijo Shinso poniendo su mano en mi hombro
-Quiero hacerlo, de verdad me gusta mucho arreglar cosas- Dije sonriéndole tranquila.
-¿Ustedes de verdad no son pareja?- Preguntó la madre de Shinso entre cerrando los ojos
Cosa que nos hizo sonrojar a ambos y evitar el contacto visual por un rato.
Las cosas que pude reparar con mis manos en ese momento las reparé, sorprendiendo a la madre de Shinso y al mencionado. Quienes no se fueron del lugar en ningún momento
Hoy era sábado, así que no había prisa por nada.
Algunas de las cosas que reparé, al rato dejaban de funcionar otra vez, cosa que realmente me irritó un poco, ya que para esas cosas necesitaba herramientas especiales si quería arreglarlas.
Cosa que tanto Shinso, como su madre notaron.
-Cariño, ¿No necesitas nada?- Preguntó la madre de Shinso acercándose a mi.
-Ah.. no señora, gracias- Dije dándole una sonrisa aún estando irritada.
-Tenemos algunas herramientas en la cochera- Dijo Shinso neutral.
-Exacto.- Dijo su madre con una sonrisa.
-Oh... de hecho, eso sería muy útil.- Dije apartando la mirada del aparato en mis manos.
-Que Shinso te lleve, si quieres le das una revisada al carro de una vez, y después regresas ¿sí?- Sugirió su madre.
-Por supuesto- Dije levantándome de la silla.
La cochera de los Shinso era de hecho muy normal, un auto, algunas herramientas, piezas de distintas cosas, etc.
Me dió las herramientas y poco después yo le dí una revisada a su carro, abrí el capó y empecé a ver.
Al inicio estaba un poco perdida, pero luego empecé a checar las cosas que podrían causar los daños que mencionó la señora Shinso.
-Es divertido- Dijo Shinso miradome, recargado del marco de la entrada con los brazos cruzados.
-¿Qué cosa?- Pregunté divertida.
-Verte tan... concentrada, tu emoción al ver que lo que reparabas funcionaba... esas cosas.- Respondió Shinso bajando la mirada con una sonrisa media.
-Ah... sí jaja- Dije regresando la mirada al auto, ciertamente me puse algo nerviosa, no quería que viera mi sonrojo y no quería decir algo estúpido, así que no dije nada más.
-¡Ah! ¡Pero no en el mal sentido!-Dijo acercándose nervioso, por lo que yo me puse más nerviosa.
-¡Oh! No, para nada- Dije poniendo mis manos frente a mi en un intento de que no se acercara más.
-No, de verdad, me refiero a que de verdad ¡¡Ah!!- Dijo tropezando con un gato hidraulico cerca del auto y cayendo sobre mí antes de terminar su frase.
- Se nota que.... te gusta lo que haces...- Dijo estando sobre mí en el suelo.
En ese momento yo estaba en estado de shock y completamente sonrojada, este favor se estaba saliendo de mis manos.
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